Sunday, May 17, 2009

Una confusión relativista - Benny Morris - The Guardian

La historia va así: antes de 1948, los sionistas / israelíes eran unos santos; en tiempos más recientes, han crecido y se han convertido en brutales (o ineficientes). Esta versión de la historia, que se desprende del artículo de Max Hastings en el The Guardian del pasado sábado, podría reflejar exactamente los cambios de humor radicales de un admirador desencantado. Si sirve a la verdad histórica esa es otra cuestión.

La única y simple verdad es que desde antes de su creación, el mundo árabe puso sitio a la empresa sionista y trato de destruirla o debilitarla seriamente, con guerra tras guerra, con campaña terrorista tras campaña terrorista y con una continua campaña de deslegitimación política, de agresión y de boicot. Y que mucho de lo que hoy es negativo en Israel - la insensibilidad hacia el sufrimiento palestino, los declinantes estándares en la escuela, incluso el creciente poder de los partidos religiosos - es causa, directa e indirecta, de esta beligerancia árabe.

Incluso hoy, después de que dos Estados árabes (Egipto en 1979 y Jordania en 1994) hayan firmado oficialmente acuerdos de paz con el estado judío, la Liga Árabe, que incluye a esos dos países, está ofreciendo a Israel una "paz" cuya solución debe incluir la aceptación por parte de Israel de un retorno de refugiados palestinos en masa ( "una solución justa al problema de los refugiados palestinos que esté de acuerdo con la resolución 194 de la asamblea general de la ONU").

Esa resolución, del 11 de diciembre de 1948, que los árabes interpretan universalmente como un respaldo al derecho de retorno de 5 millones y pico de refugiados, establece que "los refugiados que deseen regresar a sus hogares y vivir en paz con sus vecinos se les debe permitir que lo hagan lo más pronto posible". Pero esa inundación de Israel, con sus actuales 5.7 millones de judíos y sus 1.4 millones de árabes, con esos refugiados, lo convertiría instantáneamente en otro estado de mayoría árabe (el mundo ya se beneficia de 23 de esos estados). Y ese es el objetivo de la "moderada" la OLP y de la "moderada" Autoridad Palestina: si no fuera así, ¿por qué se niegan a reconocer a Israel como "Estado judío" el Presidente Mahmoud Abbas y sus colaboradores? ¿Por qué apoyan más bien una "solución de dos Estados" antes que una "solución de dos Estados para dos pueblos"?

Hamas, que ganó las elecciones palestinas en 2006 y se hizo cargo de la Franja de Gaza en 2007, es mucho más sincero. Si su Carta magna de 1988 debe ser creída, simplemente desea destruir a Israel.

Hastings cita el joven novelista israelí Amos Oz, a quien conoció en 1979, y quien le dijo que el destino de Israel era "convertirse en una sociedad del Oriente Medio" y que esperaba que no se "comportará peor que las otras sociedades del Oriente Medio". En su conclusión, Hastings afirma rotundamente respecto a las palabras de Oz "... la profecía se ha cumplido, por desgracia".

Israel está lejos de ser perfecto. Los ciudadanos árabes sufren discriminación; hay una creciente polarización entre ricos y pobres, el ejército de vez en cuando comete excesos en las operaciones antiterroristas. ¿Pero Israel es realmente otro país más del Oriente Medio, o inclusive "peor"? ¿Se cortan los brazos a los ladrones (Arabia Saudita), se mete en la cárcel a los homosexuales (Egipto), o niega la existencia de otro país ya existente (Irán)? ¿Acaso se lapida hasta la muerte a los adúlteros y "fornicadores" (Arabia Saudita, Irán)? ¿Es, al igual que la mayor parte de los países árabes del Oriente Medio, un páramo cultural y científico gobernado por el poder de la censura? ¿Se trata de un país anquilosado económicamente?

Hastings adjudica implícitamente toda la culpa a Israel: "sea cual sea el gobierno que esté en el poder en Jerusalém, no negocia la paz y prefiere su capacidad militar". ¿Y el gobierno Begin, que renunció a la península del Sinaí a cambio de una paz con Egipto? ¿Y el gobierno Rabin, que renunció a partes de su territorio por una paz con Jordania? ¿Y qué es del gobierno Barak, que estaba de acuerdo en renunciar a la Franja de Gaza, a Jerusalém oriental y al 95% de la Cisjordania en diciembre de 2000? ¿Y del gobierno Sharon, que se retiró unilateralmente de la Franja de Gaza con la esperanza de que esto podría allanar el camino para una resolución?

Hastings ofrece la conocida condena de la "desproporción" de la respuesta de Israel en 2008 ante la década de ataques con cohetes por parte de Hamas [y demás] contra las comunidades fronterizas del sur de Israel. Él habla de un Israel exigiendo "un precio en sangre de inocentes de una gravedad que sólo históricamente las tiranías han considerado oportuno". ¿Acaso él también condena el "precio en sangre" o la "desproporción" provocada por los aliados durante la Segunda Guerra Mundial (¿también "tiranías"?) con sus bombardeos masivos "racimo" de las ciudades de Alemania - con cerca de medio millón de muertos civiles - como represalia por el bombardeo aéreo y con cohetes de los alemanes contra las ciudades de Gran Bretaña, que causó a su vez entre 60.000-80.000 muertos civiles?

Los países que están en guerra no suelen pensar en términos de "proporcionalidad". Israel ha estado en guerra durante más de 60 años, y ha actuado mejor que la mayoría en todo. El jefe de personal del ejército israelí en la guerra del Líbano de 1982, Rafael Eitan, estuvo acertado cuando dijo, en respuesta a los críticos, que en términos de un combate moral, el ejército israelí ha mejorado constantemente desde 1948. Pero esa evidencia y sus elementos de prueba poco importan para esos dominados por un relativismo (moral) tan en boga en el Occidente de hoy en día.

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