Wednesday, January 18, 2012

Z(ionism)-Word - Jay Nordlinger – National Review



Hace un par de semanas, un parlamentario laborista de Gran Bretaña, Paul Flynn, expresó su descontento con el embajador de su país en Israel. "Normalmente no caería en teorías de conspiración", comentó, "pero el embajador ha proclamado ser un sionista". Lo que Gran Bretaña necesita en Israel, según Flynn, es "alguien con raíces en el Reino Unido", que "no pueda ser acusado de tener lealtad judía".

El embajador británico en Israel, ya deberían haberlo supuesto, es el primer judío británico que sirve en ese puesto. Anteriormente desempeñó su labor en Pakistán e Irán (ninguno de ellos un estado judío). En cuanto a las raíces británicas de Matthew Gould, no pueden ser tan profundas como las de Flynn, pero son semi respetables: por una parte, sus bisabuelos eran inmigrantes, y por la otra, lo eran sus abuelos. Hablando de respetabilidad, Gould es un graduado de St. Paul School y Peterhouse, Cambridge. No está mal para un semita recién llegado.

En su discurso ampliamente difundido, Flynn se mostraba preocupado por "los neocon y militaristas", ahora con ganas de invadir Irán. "Belicistas" es una palabra que se puede entender fácilmente. Pero ¿qué pasa con las otras dos palabras utilizadas por Flynn, "neocon" y "sionista"?

Estos términos son muy resbaladizos. Si usted quiere parar los pies a alguien que denuncia a los neoconservadores pregúntele por ejemplo, "Por cierto, ¿qué es un neocon?". Si usted quiere hacer lo mismo con alguien que denuncia a los sionistas, o incluso se refiere a ellos, dígale, "¿Qué es un sionista?". La gente utiliza estas palabras de una manera ignorante y arrogante, y no sabe muy bien de que hablan. Nos concentraremos en la más antigua de esas palabras, "sionista".

Aunque es mas antigua que "neocon", es mucho, pero que mucho más reciente que "Sión". En primer lugar, se encuentra "Sión" en Samuel II, capítulo 5: "David tomó la fortaleza de Sión, la cual es la ciudad de David", citando la traducción de la Biblia de King James. En el Salmo 48, tenemos uno de los más bellos versos de toda la Biblia: "Hermoso lugar, el júbilo de toda la tierra es el monte de Sión". Siglos más tarde surgiría un himno que comienza diciendo: "!Qué pregón tan glorioso si se habla de ti, Sión, ciudad de nuestro Dios!". Esas palabras fueron escritas por el autor de "Amazing Grace", John Newton.

"Sión" puede referirse a una colina de Jerusalén, a una sección de Jerusalén, a la misma Jerusalén, o a todo Israel. O a todo el reino de Dios, y punto. También puede referirse al pueblo judío y a toda la humanidad. La gente de Illinois puede incluso pensar que Sión es una ciudad situada en la frontera de Wisconsin.

La palabra "sionismo" surgió en el siglo XIX, y sus creyentes y seguidores son los “sionistas”. Este movimiento trata de establecer un Estado judío en el antiguo Israel – “reestablecer ese estado” si ustedes lo prefieren -. Judíos europeos como Theodor Herzl pensaban, o temían, que la asimilación era una causa perdida. Los países de acogida no parecían desear su presencia. Así pues, la mejor respuesta era un retorno a Sión, a Israel. Otros judíos pensaban que ese regreso era deseable en sí mismo, independientemente de si la asimilación en las otras naciones era posible en un sentido amplio.

Herzl escribió su panfleto “El Estado Judío” en 1896. Al año siguiente, se organizó el primer Congreso Sionista en Basilea. Muchos judíos eran sionistas, pero muchos más no lo eran. Los que no lo eran, eran libres de permanecer donde estaban (al igual que esos otros judíos que apoyando el sionismo no deseaban emigrar). La antigua lengua, el hebreo, fue revivida. El movimiento se aceleró. Después del Holocausto, y tras una guerra de independencia, los judíos tenían su estado. El sionismo, es decir, el nacionalismo judío, había triunfado.

Pero el término quedo pegado en la comisura de los labios de los enemigos de Israel. De hecho, muchos árabes no dicen "Israel", prefieren utilizar "la entidad sionista" o "la presencia sionista". Pronunciar la palabra "Israel", al parecer, supone reconocer su condición de Estado, algo indeseable e inconcebible para algunos. El fallecido Yasser Arafat era un usuario frecuente de las expresiones "el agresor sionista", "la conquista sionista" y otras frases similares.

Uno de los objetivos de los enemigos de Israel fue siempre estigmatizar el "sionismo", y tuvieron su mayor éxito en noviembre de 1975, cuando las Naciones Unidas aprobaron su infame resolución 3379: “El sionismo equivale a racismo". El “racismo" era el término más reprobado de esa época, y muy posiblemente también lo sea hoy en día. Vanessa Redgrave, una actriz británica y una gran partidaria de Arafat y de su OLP, afirmó: "El sionismo es una ideología brutal y racista". Otros pueblos pueden tener su propia expresión nacional, pero los judíos no. La resolución 3379 fue revocada en 1991, gracias principalmente a la labor de la administración Bush, y en particular a la labor del funcionario del Departamento de Estado John Bolton.

A lo largo de los años, muchas personas que han denunciado al sionismo proclamaban al mismo tiempo su gran amor por los judíos. Ellos no son anti-judíos, parece ser, sino que son simplemente antisionistas. Se podría añadir que también son "anti-Israel", pero "sionista" es de alguna manera la palabra elegida.

Al aceptar un Oscar en 1978, Vanessa Redgrave felicitó a sus camaradas que se "mantenían de pie frente a los matones sionistas", como si fuera del teatro hubiera piquetes. Más adelante y en ese mismo discurso afirmaba: "Prometo que voy a seguir luchando contra el antisemitismo y el fascismo". En 1980, Jesse Jackson llamó el sionismo "una especie de hierba venenosa que está ahogando al judaísmo”. Patentó, por así decirlo, el patrón de "el judaísmo es bueno, el sionismo es malo". En 1992 pareció haber sufrido un transplante de corazón cuando alabó al sionismo como un "movimiento de liberación". Pero los viejos hábitos tardan en morir, y Jackson sigue siendo muy susceptible a la hora de utilizar palabras como "sionismo o sionista" como si fueran sospechosas. En octubre de 2008, Amir Taheri, un periodista exiliado de Irán, registró lo que Jackson afirmó en una conferencia en Francia. El gobierno de Obama vendría y ese gobierno disminuiría el papel de esos "sionistas que han controlado la política americana durante décadas". ¿A quién se refería exactamente? ¿A qué gente hacía alusión cuando hablaba de "los sionistas"?

Louis Farrakhan, el líder de la organización americana la Nación del Islam, hablaba tanto de los sionistas casi como Arafat. Un informe de Associated Press de 1984 relataba: "Farrakhan, quien ha sido citado llamando al judaísmo una 'religión de alcantarilla', negó que estuviera en contra los judíos. Él afirmó que ese comentario se refería al sionismo, no al judaísmo". En otro informe de Associated Press de 1998 se decía: "Farrakhan afirmó que un complot sionista estaba detrás del affaire del presidente Clinton con Monica Lewinsky". A principios de este año, Farrakhan ha comentado que "los sionistas dominan el gobierno de los Estados Unidos de América y su sistema bancario”, y añadió, "¿algunos de ustedes piensan que tengo algo en contra del pueblo judío? Eso sería estúpido. ¿Creen que perdería mi tiempo si no pensara que es importante que ustedes conozcan a Satanás? Mi trabajo es levantar la tapadera para que Satanás no les engañe a ustedes y al resto del mundo nuevamente”.

En el propio Israel, la palabra "sionista" parece desprender mal olor, sin lugar a dudas entre la izquierda. Pocos académicos, artistas y "jóvenes cool" quieren ser catalogados de sionistas. Esto comenzó "justo después de la guerra de 1967”, afirma Zev Chafets, el veterano escritor americano-israelí. "Sionista" llegó a significar una especie de super patriota, alguien que ondea constantemente la bandera. Pero para la visión del mundo de la izquierda, el sionismo se asociaba al colonialismo, al imperialismo y, por supuesto, al racismo, y la izquierda israelí más o menos piensa lo mismo.

No pocos israelíes se refieren a sí mismos como "post-sionistas", lo que puede significar varias cosas. Por ejemplo, puede significar que rechazan la vieja visión sionista y en su lugar dan la bienvenida a un "Estado binacional", incluyendo la Ribera Occidental y Gaza, y a toda la población de esos territorios. El particularismo judío representa un anatema para ellos. Cuando piensan en "sionista", tienden a pensar en "colonos", y un colono en su mente, no representa nada bueno. Por supuesto, no hace mucho tiempo, se podría decir que casi todos los israelíes eran colonos, y sionistas, al comienzo.

Sin embargo, todavía hay personas que abrazan esta Z-Word y no les importa el oprobio que va con ella. Paul Flynn, el parlamentario británico, acusó al embajador Gould “de haberse proclamado sionista". Eso es verdad. Gould también ha dicho: "Pensé largo y tendido sobre la solicitud del puesto" de embajador en Israel. "Pensé que podría ser muy difícil. Pero luego me dije a mí mismo, ¿por qué los judíos no deberían ocupar los puestos importantes?". Gould ha hecho hincapié en que es "el embajador británico en Israel, no un judío".

Hace diez años, Gil Troy, un profesor de historia de la universidad de McGill, escribió un libro con un título totalmente provocativo: "Por qué soy sionista: Israel, la identidad judía y los retos de hoy". También hay muchos millones de estadounidenses que apoyan a Israel y son conocidos, y reprobados, por sus críticos como "sionistas cristianos", adjuntando a ese término desprecio o temor, o ambos. Sospecho que esos cristianos no tienen ningún problema con dicho término.

Para mí, un sionista siempre ha sido una persona que apoya la idea de una patria judía, o un Estado judío, en el Oriente Medio, en el antiguo Israel. Por lo tanto, ser sionista es esencialmente lo mismo que apoyar el derecho de Israel a existir. Cuando Farrakhan dice que el gobierno de los EEUU, los bancos y los medios de comunicación "están dominados por los sionistas", me gustaría responderle: "Claro. La mayoría de los estadounidenses apoyan a Israel como idea y como realidad". Pero estaría siendo demasiado ingenioso, sin duda, porque cuando la gente dice "sionista" realmente quieren decir...

Bueno, ¿entonces qué significa? Una pista proviene de John J. Mearsheimer, el profesor de la Universidad de Chicago que con Stephen M. Walt escribió “El Lobby de Israel y la política exterior de EEUU”, un famoso libro publicado en el 2007. Mearsheimer acaba de escribir unas palabras elogiosas y propagandísticas de un libro de Gilad Atzmon, un ex israelí que odia a Israel y que además se odia a sí mismo por ser judío. Él se ha definido como "orgulloso de odiarse a sí mismo como judío". En sus palabras de elogio de la obra de Atzmon Mearsheimer escribe lo siguiente:
"Presas del pánico, los líderes judíos, argumenta Atzmon, han convertido al sionismo (la lealtad ciega a Israel) y al alarmismo (la amenaza de un nuevo Holocausto) en la argamasa con la que mantener unida a la tribu y seguir siendo diferentes de los goyim que les rodean".
Por lo tanto, aquí tenemos una definición del sionismo avalada por uno de nuestros profesores de ciencias políticas más importante de una de nuestras universidades más destacadas: "la lealtad ciega a Israel". Hay una vieja broma que cuentan los judíos y que dice así: “Un judío le pregunta a otro, ¿Cuál es la definición de un antisemita? Alguien que odia a los judíos más allá de lo absolutamente necesario". Así pues, ¿esa sería la definición de un sionista, "alguien que apoya a Israel más allá de lo absolutamente necesario"? ¿Alguien que es demasiado entusiasta o inflexible en su apoyo?

Según mi observación personal, la gente dice "sionista" cuando no quiere que le oigan decir "judío" o "israelí". Como Gil Troy escribió el año pasado, "los intelectuales han camuflado el moderno antisemitismo detrás del antisionismo". Ciertamente hay personas que son antisionistas o anti-Israel - ¿hay alguna diferencia? - sin ser además anti-judíos. Algunos de ellos son inclusive judíos. Pero como una vez me dijo el historiador Paul Johnson en una entrevista:
"El tipo que está en contra de Israel no tendrá que cavar muy hondo antes de encontrar al antisemita (que lleva) en su interior".
Otro historiador, Bernard Lewis, dice que hablar del sionismo "a veces proporciona una cobertura muy útil", una tapadera para aquellos que amparan los viejos y duraderos odios.

A medida que vas por la vida puede encontrarse con alguien que dice "sionismo" o "sionista" con ese típico tono de voz. Pregúntele qué quieren decir esos términos. La respuesta que obtenga, o la falta respuesta, probablemente será muy reveladora.


National Review Online

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2 Comments:

Blogger Andr� said...

Excelente post. Muy bueno. De todas formas ya se descoloca a los antisionistas cuando les preguntan "qué es el sionismo", porque en su inmensa mayoría no saben lo que significa o lo ocultan deliberadamente.

10:24 PM  
Blogger Andr� said...

A propósito, no se qué significa "neocon". Supongo que en inglés tendrá algo que ver con los neoconservadores, pero no siento que llamar "conservador" a una persona tenga una connotación negativa en lo más mínimo, salvo para la izquierda que suele utilizar descalificativos o falacias ad hominem al carecer de argumentos convincentes.

10:51 PM  

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