Friday, August 15, 2014

El estúpido y malicioso editorial contra los judíos franceses que parten a Israel del director de L'Express - Rivka Frydman - UPJF



El título del editorial, del 5 de agosto, de Mr. Barbier, director o algo por el estilo, de L'Express, es oscuro e intrigante: "Los nuevos Baal Zebud (Belcebú)". ¿Quiénes son estos nuevos Belcebú, el dios cananeo de Ecrón, el cual según el Nuevo Testamento era el príncipe de los demonios? El editorial, que habla de los judíos y de su partida de Francia, llega a la conclusión de que la comunidad judía está, según este individuo, bajo la influencia de unos demonios.

¿Cuales son esos demonios? Pues esos demonios que empujarían a la comunidad judía francesa a no tomar más que malas decisiones.

El primer demonio sería el miedo, que "es un mal consejero".  El miedo empuja a los judíos a adoptar políticas de autodefensa que les hace correr mayores riesgos a ellos y a la República, una autodefensa que genera violencia y que lleva a hacer creer que "la violencia es hoy la corriente dominante dentro de la sociedad francesa".

Estas suposiciones no solo dan una importancia que no tiene a una organización compuesta por unas pocas docenas de personas, los miembros de la LDJ (Liga de Defensa Judía), si no que allanan el camino a la idea de que los judíos son responsables de la violencia que sufren a diario lejos de la protección policial del estado.

El segundo demonio es la cobardía.

Para Mr. Barbier los judíos franceses son unos cobardes al abandonar Francia con el erróneo  pretexto del peligro que representaría para ellos el "nuevo antisemitismo" (el cual no es mencionado por Mr. Barbier).

Con ese mismo razonamiento, los franceses del norte de África fueron unos cobardes por haber huido de Argelia y Túnez; los franceses del norte de Francia también lo fueron al echarse a los caminos para huir del enemigo alemán; y los cristianos de Mosul son hoy unos cobardes por huir de Irak.

Todos ellos, según lo que afirma Mr. Barbier, deberían haber permanecido, incluso hasta morir.

El tercer demonio es la falta de honor.

El judío francés es un cobarde sin honor por abandonar a sus correligionarios que no eligen su misma opción y por contra asumen los desafíos existentes en Francia. Según Mr. Barbier deberían quedarse y luchar en nombre del honor de la República y para salvar al socavado secularismo. Poco importa que Francia si haya abandonado su honor, así como grandes extensiones de su democracia y de su secularismo, en nombre de la razón de Estado y de las dificultades financieras.

El cuarto demonio es la estupidez: el judío francés sería un idiota que no comprende nada (por suerte Mr. Barbier está aquí para explicárselo).

Los judíos no comprenden por qué abandonan Francia, y más para trasladarse a "ninguna parte"..., porque para Mr. Barbier Israel está en ninguna parte, vamos, que no existe.

El judío no comprende que partir en nombre de su religión es un error muy grave. Y si este judío no es religioso, tampoco debería haber partido, pues Israel no es un lugar para los laicos, y mucho menos para los religiosos.

Aquí Mr. Barbier se enreda un tanto en sus explicaciones. Dice que la aliyá podría, en rigor, poder ser entendida como una cuestión de fe, pero que al hacerlo el judío religioso "bunkeriza" su religión en el interior del Estado de Israel, dejando así a las democracias "abandonadas al antisemitismo" (como si la presencia de los judíos hubiera impedido el estallido del antisemitismo).

Así, y de acuerdo con este brillante mensaje, es culpa de los judíos que el antisemitismo vaya a galope en Francia.

El quinto demonio es el comunitarismo.

Después de unas explicaciones muy alambicadas, está claro que los judíos son culpables de darse por vencidos y abandonar a Francia, centrándose en su propia comunidad, dejándola sola frente a la barbarie que la amenaza.

Mr. Barbier simplemente ha olvidado recordar que Francia abandonó a sus judíos hace ya más de 10 años a la barbarie antisemita de algunas comunidades, de algunos partidos y de algunos medios de comunicación.

El sexto diablo es el FN.

Mr. Barbier acusa a ciertos judíos, esos malos franceses, de ayudar a la causa de la futura subida al poder de Marine Le Pen... Incluso si ese fuera el caso (sin encuestas no hay pruebas que respalden sus afirmaciones ), los judíos, con sus críticas, no han sido los únicos, ni mucho menos, en favorecer la causa de ese partido.

La nota concluye con una dura sentencia que es implícitamente una amenaza antisemita: "Si piensan que ser francés es un problema para ser judío, dan la razón a los que creen que ser judío es un problema para ser francés".

Quiero decirle, Mr. Barbier, que además de demostrar vuestra ignorancia y vuestra incomprensión absoluta de lo referente a la cuestión judía, vuestro amasijo de clichés antisemitas (el judío es miedoso, cobarde, deshonesto, estúpido, traidor a Francia, culpable... solo falta mencionar a la sanguijuela judía) ocultos bajo una jerga periodística pseudo-intelectual vuelve a alimentar al nuevo antisemitismo, tal como se le denomina en vuestra neolengua.

Este tipo de editorial es una de las razones para la partida de los judíos de Francia.

Es por todo esto que yo ya vivo en Israel.

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