Saturday, November 01, 2014

100 organizaciones por la paz, pero aún sin paz - Lily Galili - i24News



Hace un par de semanas, un grupo de profesores israelíes de renombre visitó a Mossi Raz, un ex miembro del Meretz en la Knesset y actual presidente del "Forum de las ONG a favor de la paz". Tenían una idea en la mente, "¿por qué no apelar a todos los partidos y a todas las organizaciones de centro y de izquierda a unirse en torno a la solución de dos estados para poner fin al conflicto palestino-israelí?".

Raz, el veterano activista de la izquierda, tanto en el parlamento como fuera de él, los miró con aire divertido y triste a la vez. "¿Dónde ven ustedes a ese líder que tendría la suficiente influencia para lograr esa unión?" les respondió, "Después, recuerden esto: el ego es demasiado importante en la izquierda para eso pueda suceder realmente".

Esta reunión se inscribía en la línea de una serie de tentativas, principalmente en las negociaciones, con el fin de unificar a la izquierda actualmente dividida en una multitud de átomos. La última guerra en Gaza simplemente contribuyó a intensificar estas acciones. Más que nunca, la izquierda siente que puede ofrecer la respuesta correcta pero que a la vez no tiene los medios para lanzarla. Esta división debilita a la izquierda, sin contar otros parámetros que pesan en la ecuación.

Al contrario de lo que se dice generalmente, las cifras mienten. Si este no es el caso, ¿cómo explicar la ausencia de paz a pesar del gran número de organizaciones no gubernamentales cuya misión es precisamente que los israelíes y los palestinos lleguen a un acuerdo? Cerca de 100 asociaciones por la paz forman parte del forum de Mr. Raz, creado en 2006 por el fallecido director del Centro Rabin para la Paz Ron Pundak y por el ministro de Asuntos Exteriores palestino Riad al-Maliki. Entre las asociaciones miembros: Friendship village, Sulha Peace project, Leading leaders for peace, etc... El número total de movimientos por la paz es en realidad aún más importante, ya que todos los grupos pro-paz no forman parte del forum. No se avergüencen si no conocen la mayoría de los nombres de las asociaciones antes mencionadas: la mayoría de los israelíes nunca han oído hablar de ellas. Estos grupos son generalmente demasiado pequeños o ineficientes para romper la barrera de la indiferencia, el escepticismo y la hostilidad hacia la izquierda en la sociedad israelí. Muchos de ustedes probablemente reconocerán a "Peace Now", el movimiento por la paz creado hace 35 años. El grupo ganó recientemente fama internacional cuando el primer ministro Benjamin Netanyahu les acusó de sabotear su visita a los Estados Unidos mediante la publicación de los detalles de un plan de construcción de nuevas viviendas en Jerusalén Este, mientras que el primer ministro trataba de demostrar al mundo que él no quería nada más que la paz.

Por lo tanto, "Peace Now" sobrevive gracias a la gloria pasada y a su dedicación a la causa. Pero hay algo triste de ver en un movimiento por la paz que con ya 35 años sigue sin llegar a alcanzar la paz. 400.000 personas salieron a las calles de Tel Aviv para protestar contra la primera guerra del Líbano en 1982, un éxito histórico que no podría repetirse en el año 2014 por iniciativa de "Peace Now" o cualquier otra organización pro-paz.

Este fenómeno plantea la siguiente cuestión, ¿por qué estas asociaciones no se reúnen en una única organización afín de convertirse en un organismo más eficaz? Esta sugerencia es generalmente repetida por los israelíes de izquierda frustrados por las divisiones y por la falta de efectividad de los movimientos pacifistas. A veces, esos israelíes lamentan el estado del campo de la izquierda, lo que contrasta con la unidad mucho más cohesionada que se ve en el campo de la derecha. En la práctica, tienen razón. La izquierda liberal, como en otras partes del mundo, tiende a ser más individualista y tienen una opinión más definida que los partidarios más conservadores y nacionalistas de la derecha. Esto también se aplica a Israel. "Todas las organizaciones de paz están convencidos de hacer algo único y creen que la combinación con otro movimiento es una señal de debilidad", comentó Mossi Raz. "A veces el temor de una alianza con una formación más radical les impide unirse a los centristas, a veces es sólo una cuestión de método. Están esos que piensan que las mujeres son las únicas que pueden promover un cambio, otros piensan que el predominio en varios sectores de la cooperación con los palestinos son los dos únicos factores que conducirán a la paz. Esto es obviamente una de las muchas piedras del edificio, pero realmente creo que cada una de ellas juega un papel importante. Sin embargo, la opinión pública israelí no comparte esta opinión. Para el hombre común, todos somos izquierdistas".

Raz evoca otra división, mal entendida por la opinión pública. "Hubo un tiempo", recuerda, " que la embajadora finlandesa me preguntó acerca del impacto de todas esas pequeñas organizaciones por la paz". "¿Por qué hay tantas asociaciones de éste tipo?", me preguntó ella. Pregunta que obtuvo una respuesta para ella inesperada: "Es culpa vuestra", le respondió Raz. "La Unión Europea da millones de euros para proteger a Israel, pero limite la contribución a las organizaciones privadas a medio millón. Este método, por supuesto que perpetúa las diferencias", le explicó. Pero en base a su experiencia de toda una vida, Raz señala otro problema: "Nos falta un método para promover el cambio", asegura, "la derecha tiene uno, nosotros no. El método de la derecha es simple y consiste esencialmente en animar a suficientes personas a establecerse en los territorios ocupados con el fin de volver imposible la creación de un Estado palestino y matar a la solución de dos estados. La izquierda, por su parte, no hace nada. En 11 años desde la iniciativa de Ginebra, el acuerdo permanente propuesto por el ex ministro Yossi Beilin y por el ex ministro de la Autoridad Palestina Yasser Abed Rabbo, la izquierda no ha sugerido ninguna nueva idea o un nuevo método".

La ausencia de un líder aceptado por todos dentro del campo pro-paz es también una explicación. No hay ningún líder en el Parlamento, y ninguno en la sociedad civil.

El último dirigente que ha jugado ese papel fue el ex primer ministro y líder del partido Avodá, Ehud Barak. En 2000, en la cumbre de Camp David con Yasser Arafat, dijo que "realmente no había un socio (palestino)". Bastante rápidamente, perdió las elecciones, pero esta afirmación descabellada sigue resonando. De hecho, la cuestión de si existe o no un socio palestino para la paz sigue debatiéndose. Pero una cosa es segura, ese socio no existe en la actualidad dentro de la izquierda israelí.

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