Sunday, March 22, 2015

Francia se resiste al acuerdo entre EEUU e Irán por cinco razones, no siendo la menor sus lazos con los gobernantes del Golfo - Debka



El presidente Barack Obama no logró debilitar las objeciones del presidente francés Hollande al acuerdo nuclear que está tomando forma entre los EEUU e Irán, en la llamada que hizo el viernes 30 de marzo al Elíseo. Al secretario de Estado estadounidense John Kerry no le fue mejor el sábado, cuando se reunió con los ministros de Exteriores de Francia, Gran Bretaña y Alemania en Londres para una reunión informativa sobre los avances de las conversaciones destinadas a unificar las posiciones de los europeos con la estadounidense.

Allí se encontró, según las fuentes de DEBKA, que Francia no estaba sola. Alemania también se resistió a ciertas partes del acuerdo en ciernes.

Los franceses están exigiendo cambios en cinco de los puntos principales acordados entre Kerry y el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Javad Zarif, antes de que los iraníes abandonaran las conversaciones el viernes:

Ellos insisten en que no se puede permitir que Irán mantenga todas las 6.500 centrifugadoras (para el enriquecimiento de uranio) concedidas por los estadounidenses. Este número debe reducirse.

Del mismo modo, las reservas de uranio enriquecido que permanecerían en manos iraníes, y que fueron aceptadas por los EEUU, se consideran demasiado grandes.

Francia también insiste en un largo período de restricciones sobre el trabajo nuclear de Irán antes de aliviarse las sanciones. Se está presionando para una moratoria de 25 años en lugar de los 15 años que ofrece el gobierno de Obama, y garantías en cada etapa.

El escollo principal, sin embargo, es la insistencia de Francia de que las sanciones de la ONU permanezcan en vigor hasta que Irán explique totalmente las evidencias que se han encontrado sobre sospechas de que han estado desarrollando y trabajando en el diseño de una cabeza nuclear. Los iraníes responden que ellos nunca podrían satisfacer la condición francesa porque nunca serían capaces de probar que es mentira y refutar así la evidencia de que se está forjando un programa de armas nucleares.

No hay ninguna posibilidad de conseguir que Teherán admita estar trabajando en una ojiva nuclear - ni permitirá a los inspectores estadounidenses el acceso a lugares sospechosos - porque eso desmentiría la solemne afirmación del líder supremo el ayatolá Ali Khamenei de que el programa nuclear de Irán es exclusivamente para fines pacíficos y que siempre lo ha sido.

Las fuentes de DEBKA en el Golfo revelan que la dura posición negociadora de Francia en el tema nuclear se debe en parte a sus intensos vínculos con Arabia Saudita y otros países del Golfo, entre ellos los Emiratos Árabes Unidos.  Francia mantiene bases militares en el Golfo, incluyendo unidades aéreas y terrestres en Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. Los emiratos además se han convertido en el mercado más rentable para la industria armamentista francesa. Riad y Abu Dhabi han estado presionando duramente a París para que no firme el texto perfilado entre la administración Obama y Teherán, porque creen que colocaría a su seguridad nacional en grave riesgo.

Esto plantea una pregunta interesante: ¿Por qué Washington respeta el derecho de Francia a resistirse a su política nuclear, pero rechaza las objeciones del primer ministro Binyamin Netanyahu en nombre de la seguridad de Israel?

La respuesta es simple. Es más fácil poner presión sobre el primer ministro israelí que sobre el presidente de Francia o los gobernantes del Golfo. Obama ha atacado la actitud de línea dura de Netanyahu como el principal obstáculo en el camino para un acuerdo nuclear como una táctica útil para hacer frente a la oposición al acuerdo que se extiende en Europa y en el Golfo Pérsico.

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