Que los judíos sefarditas que pretendan acogerse a la nacionalidad española se vayan habituando a lo que piensa la gente de progreso (el concejal de Cultura de Madrid) de la "España de la superioridad moral"

Un tuit de hace cuatro años de Guillermo Zapata, nuevo delegado municipal de Cultura y Deportes en el Ayuntamiento de Madrid, ha desatado la polémica y le ha pasado factura política en la red. En el mensaje del 31 de enero de 2011, el estrenado concejal, decía en Twitter: "Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero".

El chiste xenófobo y de mal gusto - yo diría más bien que típicamente neo-nazi y negacionista - le ha costado a Zapata en la red un montón de criticas. Rápidamente rectificó y pidió disculpas reiteradamente: "Algunos chistes que he hecho en mi Timeline (el histórico de mensajes) están produciendo enfado. Siento si es asi", señaló.

A continuación, el guionista cinematográfico e histórico de Ahora Madrid (la marca camuflada del grupo Podemos, extrema izquierda pro-chavista y pro-bolivariana, escribió: "El Holocausto me parece deplorable y terrible. No soy en absoluto antisemita, al contrario, siempre me ha interesado la cultura judia y no me ha gustado su criminalización jamás".

[N.P.: De hecho, podría haber dicho que le gustaba mucho Woody Allen y Barbara Streisand, o los representantes de la izquierda judía estadounidense más progresista y pro-Obama]

Ante el aluvión de mensajes volvió a subrayar en Twitter: "Siempre me ha gustado el humor negro y cruel. Lo considero una expresion sana para reirnos de los horrores que hacemos los seres humanos".

"Entiendo que no es lo mismo un tuit realizado por una persona anónima que la expresión de un representante público. Disculpas en ese sentido", reiteró por último el nuevo edil de Cultura en Twitter.

Zapata también escribió este otro chiste en 2011 referido a Irene Villa, una joven mutilada por ETA y unas niñas de Alcaser asesinadas por un asesino en serie: «Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcaser para que no vaya Irene Villa a por repuestos».