Thursday, October 15, 2015

Mitos, hechos y buenos deseos - Yaakov Amidror - Israel Hayom



La serie de ataques terroristas acontecidos en la festividad de Sucot, especialmente los brutales asesinatos de una pareja judía en Samaria y de dos hombres judíos en la Ciudad Vieja de Jerusalén, parece que se han convertido en el podio al que se han subido una gran cantidad de figuras públicas, tanto de la derecha como de la izquierda, para tratar de vender sus ilusiones. Algunas de estas personas realmente creen en lo que están diciendo, mientras que otros buscan solamente promover sus agendas personales y sus visiones del mundo, a pesar de su irrelevancia.

Estos individuos han hecho varias declaraciones en los últimos días, incluyendo las siguientes:

- "Necesitamos una iniciativa diplomática audaz y un liderazgo valiente para poner fin a la desesperación [palestina] que se expresa en estos asesinatos".

¿De verdad? Es bien sabido que en medio del proceso político que culminó con los Acuerdos de Oslo de 1993, cuando Israel cedió vastos territorios, el terrorismo alcanzó nuevas alturas. Fue cuando se firmaron los Acuerdos de Oslo y el gobierno perseguía muy en serio el proceso de paz entre israelíes y palestinos, pero también fue la época en que los artefactos explosivos y los terroristas suicidas estallaron por todo el país, matando indiscriminadamente a civiles judíos.

No hay ninguna prueba real de que "iniciativas diplomáticas", de cualquier tipo, pueden acabar con el terrorismo. Algunos incluso argumentan que provocarán todo lo contrario, más terror, sobre todo en lo que respecta a organizaciones como Hamas y la Jihad Islámica.

La reiteración del mantra de la izquierda de que "las negociaciones producen la calma" es equivalente a un ritual místico que no tiene nada que ver con la realidad, independientemente de los seguidores que crean en él.

- "La paz regional podría ser utilizada como palanca para que los estados árabes moderados presionen a los palestinos para que puedan impulsar nuestros intereses compartidos. La cooperación con los países de la región es la clave para un acuerdo de paz".

Tan atractiva como esta teoría pueda ser, no se basa en la realidad. En primer lugar, porque los países llamados "moderados" tienen pocas opiniones moderadas sobre algunas cuestiones clave, sobre todo en lo que respecta a Jerusalén. Y en segundo lugar, es claro para cualquiera que entienda el funcionamiento del Oriente Medio Oriente que, en la mayoría de los temas, estos países no tienen ningún interés en presionar a los palestinos. Ningún líder árabe que se precie renunciará a nada en nombre de los palestinos, independientemente de las maneras "moderadas" que puedan aparentar. Además, incluso si quisieran, la calle árabe evitará tales movimientos.

- "La construcción masiva de asentamientos es la única respuesta adecuada al terrorismo. Será lo que disuada a los árabes y disminuya la violencia. Es la congelación de los asentamientos la que lleva al terrorismo".

Estas declaraciones hacen que me pregunte si algunos creen en lo que dicen. Ellos saben que la construcción de asentamientos nunca ha contribuido a una disminución de la actividad terrorista, y no hay ninguna prueba - ninguna en absoluto - de que alguien haya activado un complot terrorista a causa de la congelación de los asentamientos.

Estas declaraciones sólo buscan aprovecharse de una situación difícil para promover una agenda política, que aunque legítima, es inoportuna. Aquellos que respaldan la construcción de asentamientos lo hacen sin tener en cuenta el terrorismo, y su uso en este terrible momento para fomentarla es sólo una excusa, y una muy mala.

El problema es que el ambiente en general tiene un efecto de gran alcance, y el gobierno podría encontrarse en una situación en la que esta terrible excusa puede ser considerada de alguna manera durante el proceso de toma de decisiones. Los individuos responsables, cuya visión se extienda más allá de la aprobación a corto plazo de 1.000 viviendas en Judea y Samaria, deben recordar que Israel está librando una difícil batalla en el ámbito internacional, y tomar decisiones apresuradas porque unos asesinos despreciables derraman sangre judía pueden tener ramificaciones de largo alcance.

- "El problema es la falta de una respuesta militar significativa. La disuasión ha sido erosionada y se debe permitir al ejército operar con firmeza".

Esta es la reacción emocional de aquellos que están luchando para hacer frente a la situación, y de aquellos lo suficientemente cínicos como para explotar las tensiones de seguridad para fustigar al liderazgo actual. Dudo de que ningún funcionario de Defensa crea que el problema radica en la necesidad de una reacción más contundente.

En la mayoría de los casos similares, una respuesta más contundente no resolvería nada. Por ejemplo, no se puede disparar a un árabe en las calles de la Ciudad Vieja antes de que él saque un cuchillo. ¿Qué directiva debería haberse dado a la policía, y que cambiara las reglas de actuación, que pudiera haber evitado el ataque con cuchillos cerca de la Puerta de los Leones? El terrorista supone que sería asesinado durante el ataque - la mayoría de los terroristas lo asumen -. así pues, ¿qué más podría haberlo disuadido? ¿Alguien realmente cree que si Israel hubiera matado a más palestinos estaría en una mejor posición o que el terrorismo habría disminuido de alguna manera?

Cualquier persona seria que defienda esa impresión está peligrosamente equivocada. Demasiadas bajas adicionales darían lugar a un frente incontrolable, enfureciendo a una multitud palestinos y aún más terrorismo. Contrariamente a las recomendaciones inflamatorias, Israel no puede y no debe lanzar un ataque destructivo, ya que sería a la vez inmoral e ineficaz.

Tácticas operacionales específicas, tales como francotiradores contra los manifestantes más agresivos que lanzan piedras y bombas incendiarias, pueden y deben ser utilizadas y perfeccionadas, y tropas adicionales deben ser desplegadas en ciertos puntos de inflamación, así como en las carreteras a través de Judea y Samaria, pero hay que recordar que esta implantación puede obstaculizar los preparativos para la próxima ronda de la violencia en la Franja de Gaza y el Líbano.

A diferencia de la época entre los Acuerdos de Oslo y la Operación Escudo Defensivo en Judea y Samaria de 2002, el ejército está bajo restricciones operativas. El hecho es que la solución a esta compleja situación no reside en el poderío militar, sino en una mejor inteligencia, que en algunos casos puede ser la diferencia entre un ataque frustrado y el derramamiento de sangre.

Nadie está diciendo que haya que restringir los esfuerzos de recolección de inteligencia, pero en algunos casos, sobre todo cuando se trate de auténticos "lobos solitarios" que no están afiliados a ninguna organización terrorista, incluso dicha inteligencia es inútil. Las fuerzas de seguridad no pueden estar en todas partes todo el tiempo, por lo que es la suerte y una rápida respuesta de los espectadores los que determinan el resultado de los ataques terroristas solitarios.

- "El atacante siempre toma la iniciativa y nada se puede hacer al respecto".

Los palestinos no tienen ninguna ilusión cuando se trata de la inmensa potencia que el IDF ejerce en el Oriente Medio en general y frente a ellos en particular. Algunos de ellos están dispuestos a morir luchando contra la "ocupación", especialmente cuando se trata de algo percibido como una amenaza a la mezquita de Al-Aqsa, a saber, el Monte del Templo.

Algunos de entre los palestinos están dispuestos a abusar de este celo, especialmente la rama norte del Movimiento Islámico, y algunos en el lado israelí están proporcionando un montón de excusas para sus actos nefastos, como el ataque incendiario en Duma.

Un hecho debe reiterarse: Nosotros, los judíos, somos soberanos y somos el partido más fuerte en esta lucha, y no hay ola de terrorismo, por horrible que sea, que vaya a cambiar ese elemento básico en la ecuación. Durante el mandato británico, cuando el gobierno británico estaba a menudo del lado de los manifestantes árabes, grupos de la resistencia judía como el Irgun y el Lehi utilizaron una respuesta contundente contra los asesinatos. Ahora ya no tenemos que demostrar nada. Israel es un Estado fuerte, soberano, y como tal, debe utilizar su fuerza con prudencia, sólo cuando sus resultados hayan demostrado los beneficios, y sólo como último recurso.

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