Sunday, May 08, 2016

En sus propias palabras: una inventada nación palestina - Ziva Dahl - The American Spectator



El presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas, comenzará a emitir pasaportes del "Estado de Palestina" este año. El hecho de que haya pasaportes "palestinos" confeccionados para unas personas de un Estado inventado, con su propia bandera y pasaportes, confirmarían el ardid.

Promoviendo la ficción de una población indígena palestina única, Abbas persigue una estrategia bastante simple iniciada por Yasser Arafat. Sin tener en cuenta los hechos bíblicos, arqueológicos y otros bien fundamentados, los árabes han reescrito el pasado negando 3.000 años, la conexión de los judíos con la Tierra de Israel, suplantando la historia por una una narrativa "palestina" fabricada. Aprendiendo la lección nazi que dice que si usted sostiene grandes mentiras y las repite con bastante frecuencia, la gente empezará a creerles; así se eliminará la historia judía y luego se heredará su tierra natal.

Para promover su objetivo de eliminar a Israel, la AP retrata a los israelíes modernos como carentes de cualquier conexión con los antiguos hebreos.

"El sionismo es la invención de unos ladrones que robaron Palestina a sus habitantes... cuyas mentiras no son compatibles con los restos arqueológicos... por lo que Israel no tiene derecho a existir". "Las historias de los profetas judíos son un invento enfermizo", informaba recientemente el periódico de la AP Al-Hayat Al-Jadida. En ese mismo diario oficial de la AP, el columnista Omar Hilmi Al-Ghoul comentaba: "Los hechos religiosos históricos, e incluso los hechos bíblicos, niegan cualquier conexión entre los judíos y Jerusalén o con la Palestina histórica". El comisionado de Fatah, Nabil Shaath declaró en enero que Israel es "un proyecto colonialista extranjero en nuestra tierra".

La ampliamente aceptada conexión judía con la Tierra de Israel se fundamenta en el Antiguo y el Nuevo Testamento, el Corán, la historia académica, la evidencia arqueológica, los registros históricos y la investigación genealógica genética. Los judíos tienen una lengua antigua propia, y una cultura y religión que están inextricablemente ligadas a la zona. Siempre ha habido judíos en Jerusalén, un lugar mencionado en la Biblia más de 400 veces, mientras que en El Corán no hace referencia ni a los "palestinos" ni a Jerusalén.

La fabricada narrativa "palestina" hace afirmaciones que les unen a un supuesto origen cananeo. Pero no existen pruebas, ni genealógicas ni genéticas, que conecten a los árabes con estos pueblos que dejaron de existir hace 2.800 años.

No hay por lo tanto ni antiguos sitios arqueológicos ni monumentos palestinos, ni tampoco literatura, héroes, o monedas o lenguaje palestino. La mayoría de los recién llegados "palestinos" son descendientes de árabes que  emigraron a la zona en el siglo XX por razones económicas. Su origen étnico es común a sus orígenes: Egipto, Siria, Jordania, Líbano y Arabia. Como admitió recientemente el ministro de Hamas Fathi Hammad, "Hermanos, la mitad de los palestinos son egipcios y la otra mitad son saudíes".

En enero, el director del Consejo Islámico-Cristiano de la AP, Hanna Issa, comentó que Jesús "es el primer mártir palestino", y el presidente de la AP Abbas afirmó en el 2014 que Jesús era "un mensajero palestino del amor". En este absurdo cuento, Jesús era un palestino musulmán que predicó el Islam 550 años antes de que Mahoma naciera, y todo ellos para negar que fuera un judío que predicó en la antigua Judea.

Palestina fue un término usado por la Sociedad de Naciones para una parte del Imperio Otomano denominada la Gran Siria. La Liga estableció el Mandato Británico de Palestina utilizando una versión del nombre que el Imperio Romano dio a la Judea conquistada, "Siria Palestina". Desde 1922 hasta el establecimiento de Israel en 1948, el término "palestino" se utilizó para describir a los judíos que vivían en esta zona.

Entre 1948 y 1967, cuando el "Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este" estaban bajo el control de Jordania y Egipto, no existió ningún esfuerzo por crear un pueblo "palestino" ni un estado "palestino". Los líderes árabes se referían a los palestinos como "refugiados", y los árabes de la zona se llamaban a sí mismos "árabes palestinos". La resolución 242 de las Naciones Unidas, aprobada al final de la guerra de 1967, no hace ninguna mención de "Palestina". Sólo después de la guerra de 1967, una vez que Israel controló esa área, la Organización de Liberación de Palestina (OLP) promovió la idea de una identidad nacional palestina.

En 1977, Zuheir Mohsen, miembro del Consejo Ejecutivo de la OLP, articuló los objetivos de la nueva estrategia de ese pueblo diciendo: "No existe el pueblo palestino... La creación de un estado palestino es sólo un medio para continuar nuestra lucha contra el Estado de Israel... Es sólo por razones políticas y tácticas que hablamos hoy de la existencia de un pueblo palestino diferente para oponernos al sionismo".

¿Por qué la comunidad internacional ha defendido la falsa narrativa de los llamados palestinos a expensas de los judíos, quienes anteriormente también fueron denominados así? El "pueblo palestino" se han convertido en la víctima preferida, esa que es absuelta de cualquier responsabilidad moral por sus decisiones o comportamiento. El mundo ignora su objetivo final, la destrucción de Israel, y para ello utiliza el sentimiento de culpabilidad de Occidente por su pasado colonial y su compromiso con el multiculturalismo, junto con el antisemitismo al estilo soviético que equipara el sionismo como racismo, a la "entidad sionista" como un régimen nazi y a los judíos como unos malhechores que controlan el mundo. Todo lo cual se ha traducido en una estigmatización de Israel como un supuesto proyecto neocolonialista en vez de su reconocimiento como hogar nacional del pueblo judío.

¿Acaso no nos recuerda todo esto ese otro momento en que se produjo un deseo visceral de eliminar a un pueblo que fue permitido por el resto mundo? ¿Esto no les suena familiar?

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