Saturday, August 13, 2016

Transformando a adolescentes suicidas en asesinos - Evelyn Gordon



El diario Los Angeles Times publicó un informe alucinante esta semana: De acuerdo con Kadoura Fares, jefe de del Club de Presos Palestinos, aproximadamente una quinta parte de todos los ataques palestinos contra los israelíes en los últimos meses han sido los intentos de cometer "suicidio a través de las fuerzas de seguridad israelíes". Incluso si esa estimación es exagerada, los funcionarios de seguridad israelíes coinciden en que han existido muchos de estos casos, lo cual plantea una pregunta obvia: Teniendo en cuenta que los suicidas suelen estar interesados ​​principalmente en matarse a sí mismos, ¿por qué tantos palestinos suicidas tratan de matar a otros en su acto de suicidio? Y Fares se acerca bastante a la respuesta: "En nuestra cultura, el suicidio sin motivo no es honorable. Si tratan de hacer frente a un soldado o un policía, sin embargo, se observa con más respeto''.

O para decirlo más claramente, los palestinos han creado una cultura en la que el asesinato en masa es el camino más fácil, más seguro y más rápida para la gloria. Lo que a esos angustiados suicidas palestinos se les dice por parte de su sociedad es más o menos lo siguiente: "¿Se siente como un fracasado? No hay problema. Todo lo que tiene que hacer es asesinar a un judío y usted se convertirá en un héroe. Además pasarán a ser idolatrados en programas de radio y televisión, a escuelas y torneos de fútbol se les dará su nombre, y los políticos van a cantar sus alabanzas. Y como bono adicional, también se ganará el respeto de su familia y se convertirá en un sostén familiar: Si viven, el gobierno les pagará un salario por encima de lo habitual mientras esté en la cárcel, y si muere, se le pagará a su familia una indemnización".

Para un joven angustiado, una perspectiva de redención instantánea es enormemente tentadora.

Es claro que esto es una forma de maltrato infantil: En lugar de ser animados a buscar ayuda, se anima a los jóvenes con dificultades a cometer asesinatos de israelíes, asegurándose así que o bien son muertos por personal de seguridad o bien condenados a años de cárcel. Que esta práctica sea ignorada por todos esos supuestos grupos de "derechos humanos" tan activos en Cisjordania es una buena prueba de que se preocupan bastante poco por los derechos humanos de los palestinos, tal como lo hacen con los de los israelíes.

Pero contrariamente al titular del artículo de Los Angeles Times que tituló el artículo "La política no es el único motivo que impulsa a los ataques de cuchillo palestinos contra las fuerzas de seguridad israelíes", el hecho de que muchos de los aspirantes a suicidas tratan de atacar a los israelíes sí tiene que ver con la política, no con la política de esos atacantes, sino con las de su sociedad. Porque en la sociedad palestina, el asesinato de judíos está a la altura de un logro político. Y no es necesario decir mucho más, basta con ver la campaña electoral del partido Fatah para las elecciones municipales de octubre.

La semana pasada, la página oficial de Facebook de Fatah lucía con orgullo una lista de los logros del partido. El primero en la lista era "Fatah ha matado a 11.000 israelíes". Y ¿qué pasa con el resto de logros más importantes? Pues vean, "Fatah ha sacrificado a 170.000 mártires" (el término palestino para las personas que atacaron a los israelíes); "fue la primera en llevar a cabo operaciones [es decir, ataques terroristas] durante la primera Intifada"; y "fue la primera en luchar en la Segunda Intifada", la brutal campaña terrorista que mató a más israelíes en cuatro años que todos los ataques terroristas palestinos combinados de los anteriores 53 años. De hecho, sólo hay un "logro" no violento en la lista e inclusive se relaciona con la actividad anti-Israel: "Fatah dirigió el ataque palestino contra Israel en la ONU".

En otras partes del mundo, los partidos que buscan su reelección generalmente destacan sus esfuerzos para mejorar la vida de las personas, por ejemplo, la creación de empleo, las nuevas medidas de infraestructura o de lucha contra la pobreza. Sin embargo, tales medidas no aparecen en la lista de los logros de Fatah, a pesar de que ha controlado la Autoridad Palestina durante los últimos 22 años. Por supuesto, podría estar en apuros a la hora de reivindicar tales logros incluso si quisieran, ya que precisamente han dado absoluta prioridad a lastimar constantemente a Israel más que ayudar a su propio pueblo.

Y para que nadie se olvide, Fatah es supuestamente el "partido moderado" palestino dirigido por el Presidente de la AP, Mahmoud Abbas, el supuestamente ostensible "socio para la paz" de Israel. Hamas, como he señalado antes, es por lo menos igual de sanguinario.

Esto, por supuesto, es la razón principal de que dos décadas de "proceso de paz" todavía no hayan producido la paz. Es difícil lograr la paz cuando una de las partes exalta matar a la otra como el mayor bien posible. Sin embargo, Occidente ha cerrado constantemente los ojos ante este problema en lugar de enfrentarse a él, prefiriendo en su lugar pretender que la paz se lograría mañana mismo si Israel hiciera las suficientes concesiones. Y muchos occidentales permiten de manera activa este culto a la muerte culpando no a los líderes palestinos que incitan a los jóvenes con problemas a matarse a sí mismos matando israelíes, sino a Israel, con la dudosa teoría de que de "alguna manera debe ser culpable si tantos palestinos quieren atacarlo" (si esto no les parece dudoso, simplemente traten de decir en Occidente que las mujeres deben ser culpables debido a que muchos hombres quieren violarlas).

Ni la paz entre israelíes y palestinos, ni una vida mejor para los palestinos volverán a ser alcanzables siempre y cuando esta cultura de la muerte siga dominando la política palestina. Este es un cambio que los palestinos en última instancia tiene que hacer por sí mismos, pero Occidente podría ayudar si finalmente de permanecer ciego o comprensivo.

El último informe del Cuarteto para el Oriente Próximo (los EEUU, la UE, la ONU y Rusia) dio un primer paso positivo: al menos reconocieron que la incitación palestina al terrorismo es un problema. Pero hasta que los países occidentales empiecen a condenar este comportamiento de una forma clara y coherente, y lo penalicen de forma activa, en lugar de dirigir la mayor parte de sus críticas contra Israel, los palestinos tienen todas las razones para concluir que su culto a la muerte está funcionando muy bien.

Porque en un sistema político que juzque que dañar a Israel es el logro más importante, cualquier política que anime a Occidente a volverse contra el Estado judío será un éxito, no importando cuántos jóvenes palestinos tengan que morir en el proceso.

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