Monday, December 05, 2016

Cómo combatir el terrorismo y el ejemplo de Israel: ¿Por qué en Le Monde se reprocha a las víctimas querer defenderse? - François Rachline - Slate



El redactor en jefe del área de Internacional de Le Monde, Christophe Ayad, ha firmado una crónica en este diario el 2 de diciembre titulada "La israelificación el mundo (occidental)". La frase que resume su contenido: "Occidente se ha empeñado en querer parecerse a Israel, una fortaleza sitiada, en búsqueda de respuestas de seguridad a sus problemas políticos".

Por lo tanto, no se trata de seguir viendo a los judíos como "verdugos", esa tradicional posición antisemita que permitiría "equilibrar" lo sucedido en Auschwitz y adquirir una dosis barata de buena conciencia, pero sí que permite designar a Israel como una especie de "enterrador de la civilización occidental", incapaz de reaccionar y combatir de forma "inteligente" el terrorismo ciego del que es el objetivo. Y así, Israel no está aislada en el mundo, tal como sostendría la derecha de Israel, "sino que es Occidente el que ha unido a Israel, un presagio y síntoma de lo que está por venir".

Israel como enterrador de la civilización occidental

Atención, buenas gentes de Occidente, no es el terrorismo el que nos amenaza, es seguir el ejemplo y poder convertirnos en Israel. Defenderse ante la violencia, tal como hacen los israelíes cuando quieren matarles, está muy mal. Los israelíes no han comprendido nada. Piénselo de nuevo: ellos buscan increíblemente evitar los asesinatos. Pero harían mejor cambiando el método. Por supuesto, el periodista de Le Monde no propone ninguno.

Las dos columnas publicadas sobre este tema ilustran muy bien el tipo de culpabilidad que sienten algunos occidentales de cara a los que les niegan y odian. Su pensamiento utiliza pocas palabras: el Estado de Israel ha sufrido una violencia terrorista bastante antes que los países occidentales y ha reaccionado defendiéndose como ha podido (barrera de separación, puestos de control, permisos de trabajo, etc.), hasta el punto de instalar una vigilancia que va hasta investigar el ordenador de una joven palestina por sus proyectos de asesinatos. Pero nuestro autor se lamenta de ello criticando al Estado judío, como al mundo occidental al que habría contaminado, por "su negativa a plantear la única pregunta que valdría la pena formular: ¿por qué una todavía adolescente llega a proyectar apuñalar a soldados o civiles en vez de ir a clase?" [N.P.: por cierto, tal como se ha demostrado, muchos de estos ataques han constituido realmente intentos de suicidio como consecuencia de problemas personales y familiares]

Por supuesto, nuestro reportero quiere, como todos los demás, que el conflicto palestino-israelí se resuelva "de una manera realista y racional". Pero no nos dice cómo.

La obsesión por el odio

Pero tiene razón después de todo, ¿por qué? ¿Por qué estudiantes franceses de secundaria parten a Siria para formarse en la violencia ciega? ¿Por qué no logramos erradicar de su cerebro esa obsesión por el odio? Lean el artículo: la sombra de la respuesta se perfila a su pesar detrás de sus líneas. Quizás porque la joven palestina no soporta la presencia de Israel. Tal vez porque ella prefiere matar judíos que ir a clase, como los yihadistas franceses que odian tanto a Francia que quieren sobre todo matar a franceses sobre su suelo (ver el libro "Les Revenants", de David Thomson, del cual Le Monde publicó un anticipo).

Quizás, después de todo, porque nosotros les proporcionamos las razones de su odio. !Ah, que víctimas más cabronas! Por último, cabe reconocer que si se desata el terrorismo contra Israel, como contra muchos países occidentales, eso significa que todos somos culpables. ¿De qué? Sí, ¿de qué exactamente?

Culpable por querer vivir

¿Cuando se viola a una mujer por llevar una minifalda, es ella la que se lo ha buscado? ¿Es esto lo que nos quieren decir? Ella, la víctima, sería la culpable. Si se vistiera de una manera diferente eso no le ocurriría. ¿Cuando un niño obeso es golpeado y se abusa de él por parte de sus compañeros, tendría que reconocer que su aspecto sería exasperante para ellos?. ¿Cuando se decapita a un rehén, no se ha expuesto él mismo a esta barbarie al negarse a someterse a las reglas de sus asesinos potenciales? Y por supuesto, no se trata solamente de los occidentales, sino de todos los seres humanos que viven en la tierra.

¿De qué son culpables todas las víctimas del terrorismo? Pues simplemente de querer vivir. Todos tienen el derecho a vivir como quieran, sin poner en peligro la vida de los demás. Y eso vale para Occidente, como para Israel. Por supuesto, nuestro redactor quiere, como todos los demás, que el conflicto palestino-israelí se resuelva "de una manera realista y racional". Pero él no dice cómo, de si, cansados de este conflicto, los israelíes deberían renunciar a vivir como desean para así asegurarse de que los terroristas cesen de asesinarlos. Lo que él llama el "problema político".

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