Tuesday, April 07, 2009

El verdadero Avigdor Lieberman - FresnoZionism


©Dry Bones

(Los gritos: Largate, Matad al monstruo, Monstruo, Fuera)

- El pack anti-Israel se ha abstenido de atacar a Netanyahu como "racista", "extremista de derechas", "amante de la guerra" y "enemigo de la paz mundial" ...
- a causa de que ahora tienen a Lieberman para atacarle, difamarle, calumniarle, deslegitimarle y demonizarle

Los grandes medios de comunicación de la Fraternidad de Aborrecedores de Israel ha dado a esa demonización una nueva dirección, la ha centrado de lleno en el Ministro de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman.

Adjetivos como "racista", "fascista", "ultranacionalista", "matón" (todos estos son los más recientes que aparecen en las noticias y artículos de los principales medios) le son alegremente aplicados junto con los habituales "halcón" y "extrema derecha". Además de estos abusos más "personales", a Lieberman se le acusa de renunciar a los acuerdos anteriores con la Autoridad Palestina, de no ayudar a una solución de dos Estados, y de abogar por la expulsión de los árabes de Israel. Todo esto es manifiestamente falso. Aparentemente se puede decir cualquier cosa sobre el Sr. Lieberman.

¿Qué hizo él para merecer esto?

Comencemos con la renuncia a los acuerdos y a la solución de dos Estados. Esto es lo que Lieberman afirmó en su discurso de investidura como Ministro de Asuntos Exteriores:

Hay un documento que nos liga y no es la Conferencia de Annapolis, la cual no tiene ninguna validez. Cuando redactamos las directrices de los fundamentos políticos del gobierno, dijimos que sin duda honraríamos todos los acuerdos y compromisos de los gobiernos anteriores. La continuidad del Estado es respetada en Israel. He votado en contra de la Hoja de Ruta (Road Map), pero es el único documento aprobado por el Consejo de Ministros y por el Consejo de Seguridad - creo que fue la Resolución 1505 -. Se trata de una resolución vinculante y también obliga a este gobierno.

El gobierno israelí nunca aprobó Annapolis, ni el Gobierno ni la Knesset, por lo que cualquier persona que quiera divertirse puede continuar haciéndolo. He visto todas las propuestas realizadas tan generosamente por Ehud Olmert, pero no he visto ningún resultado
.

Lo que sucedió realmente - o no ocurrió, para ser exactos - en la conferencia de Annapolis es que Israel y la Autoridad Palestina no pudieron llegar a un acuerdo porque la Autoridad Palestina se negó a reconocer a Israel como un Estado judío, insistió en el derecho de retorno para los descendientes de los refugiados palestinos, y exigió la totalidad de Jerusalém oriental.

La "Hoja de ruta" se basaba en el logro de una solución permanente de dos Estados para el conflicto israelo-palestino, lo que fue aceptado por el gobierno de Sharon (aunque con ciertas reservas) y conduce directamente a un Estado palestino en su fase final. Asimismo demanda ciertas exigencias a la Autoridad Palestina en la primera fase, incluida la eliminación de la violencia, el terrorismo y la incitación contra Israel, y el establecimiento de un aparato de seguridad eficaz para reprimir elementos terroristas.

A lo que Lieberman se opone - y a lo que la mayoría de los partidarios del "proceso de Annapolis" apoyan - es el cortocircuito de la primera fase de la Hoja de Ruta, es decir, que los palestinos tengan realmente algo más que hacer que solicitar la ayuda de la UE y los EEUU, y una aceleración de las últimas fases en las cuales Israel se retiraría y el Estado palestino sería creado. Lieberman quiere, en otras palabras, mantener el orden y el cumplimiento de las fases de la Hoja de Ruta .

Ahora vayamos al "racismo". Lieberman es famoso por haber llamado, medio en serio, a todos los ciudadanos israelíes a realizar un "juramento de lealtad". Por supuesto que está destinado a los árabes israelíes - a pesar de que yo dude firmemente de que todos los miembros judíos de la junta editorial del Haaretz honestamente firmarían tal documento -, pero sólo basta mirar las acciones de algunos radicales árabes israelíes para comprender por qué lo ha dicho.

También está, según ellos, a favor de la "transferencia" o incluso de la expulsión de los árabes israelíes de Israel. Bueno, exactamente no es así. Lieberman propuso un intercambio de territorio y de población por el cual zonas dentro de Israel con una población mayoritariamente árabe pasarían a formar parte de la Autoridad Palestina, mientras que zonas de Cisjordania con una gran población de judíos pasarían a formar parte de Israel. Los árabes israelíes se han opuesto con vehemencia a tal idea, y no solamente por las ventajas económicas y de libertades que se derivan de ser israelíes. Una razón más importante es que opinan que lo que llamamos Israel realmente les pertenece sólo a ellos, y deben seguir formando parte de ello, pero eso sí, en tanto que mayoría en el poder en lugar de sólo una minoría. En cualquier caso, si la propuesta es una buena idea, no es nada racista.

Debo añadir también que las afirmaciones de la Autoridad Palestina, cuya posición es que no pueden vivir judíos en zonas palestinas, y de Hamas, cuya posición es que los judíos deben ser asesinados, no suscitan apenas acusaciones de racismo.

La posición básica de Lieberman - con la que estoy totalmente de acuerdo - es que nuevas concesiones adicionales por parte de Israel no acercarán más a la paz, sino que en realidad la alejarán. Aquí hay más de su discurso inaugural:

Creo que hemos denigrado muchos conceptos, y que todos hemos demostrado un gran desdén por la palabra "paz". El hecho de que repitamos la palabra "paz" veinte veces al día no la traerá más cerca. Ha habido dos gobiernos que han tomado medidas de gran alcance: el gobierno Sharon y el gobierno Olmert. Tomaron medidas dramáticas y realizaron propuestas ambiciosas. Hemos contemplado la desconexión de Gaza y la Conferencia de Annapolis.

Yisrael Beiteinu no formaba parte entonces de la coalición, Avigdor Liberman tampoco era ministro de Asuntos Exteriores y, aunque hubiera querido, habría sido incapaz de impedir la paz. Pero ninguna de estas medidas ambiciosas han traído la paz. Al contrario. Hemos visto que después de todos los gestos que hemos hecho, después de todos los pasos dramáticos y de todas las propuestas ambiciosas que hemos presentado, en los últimos años este país ha pasado por la Segunda Guerra del Líbano y por la Operación Plomo Fundido, y no porque lo deseáramos. Yo no he visto aquí ninguna paz. Es precisamente cuando hemos hecho todas las concesiones cuando veo el desarrollo de la Conferencia de Durban, con dos países del mundo árabe rompiendo relaciones repentinamente y llamando a sus embajadores - Mauritania y Qatar -, y Qatar convirtiéndose de repente al extremismo.


También estamos perdiendo terreno cada día ante la opinión pública. ¿Alguien cree que las concesiones y el estar constantemente diciendo "estoy dispuesto a conceder", y utilizando cada dos por tres la palabra "paz", dará lugar a algo? No, sólo invitará a más presión, y a más y más guerras. "Si vis pacem, para bellum" - si quieres la paz, prepárate para la guerra, se fuerte.


Queremos la paz, pero la otra parte también es responsable. Hemos demostrado nuestra voluntad de paz más que cualquier otro país en el mundo. Ningún país ha hecho concesiones de la manera que lo ha hecho Israel. Desde 1977, hemos renunciado a un territorio que representa tres veces el tamaño del Estado de Israel. Y lo hemos aprobado.


El proceso de Oslo comenzó en 1993. Dieciséis años han pasado desde entonces, y no veo que estemos más cerca de un arreglo permanente.

Creo que Lieberman entiende la razón de todo esto: las concesiones sólo pueden extraer algo de las dos partes cuando haya algún lugar en el medio en el que puedan estar de acuerdo. Hoy en día no existe tal lugar. Los palestinos no pueden aceptar que exista un estado judío.

Israel, comprensiblemente, nunca podrá aceptar llegar el sólo hasta ese lugar, por lo que las concesiones sólo sirven para dañar la seguridad y hacer la guerra más probable.

Estas no son las ideas de un "ultranacionalista", de un "matón" o de un "racista". Estas son las ideas de un pragmático que, a diferencia de muchos políticos israelíes, es capaz de ver la situación tal como es - y desde luego no es alentadora - y no se siente obligado a reiterar fórmulas sin sentido que gustan tanto a la ONU, la UE o al Departamento de Estado de los EEUU.

Fuente: FresnoZionism

1 comment:

  1. Y a mi que este Lieberman cada día me cae más simpático...

    ReplyDelete