Friday, January 27, 2006

El futuro de Israel - Rafael L. Bardají - ABC

La estrategia instaurada por Sharón se basa en un principio muy simple: lo que necesita Israel para vivir en paz son una fronteras defendibles y si esto no se puede lograr mediante la negociación, se debe intentar unilateralmente. No otro es el fin último de la retirada de Gaza. El resultado de las elecciones palestinas y el aumento del extremismo islámico debería preocupar, no obstante, a los israelíes. Lo que pasa dentro de los territorios palestinos sí sigue afectándoles. Particularmente si avanzan por el camino de la radicalización. Es verdad que la comunidad internacional no se lo ha puesto fácil ni a Israel ni a las fuerzas moderadas palestinas.

La fijación europea por Arafat y la Autoridad Nacional Palestina -cuyo mejor exponente es nuestro ministro de Exteriores Miguel Angel Moratinos- ha llevado a que el grueso de la ayuda se pierda en clientelismos, consolidando un sistema corrupto en su naturaleza, y que los reformistas y demócratas palestinos, que los hay, se encuentren solos y prácticamente abandonados. Aún peor, sumidos entre quienes se benefician del sistema y los radicales islámicos que sí son ayudados desde el exterior con fondos iraníes y saudíes, entre otros. Nunca los occidentales hicieron tan poco por gente que comparte sus valores. Natan Sharansky, ex ministro del Likud, ex prisionero del Gulag soviético y autor del afamado ensayo «En defensa de la democracia», siempre lo ha advertido: lo importante no es un Estado palestino, sino que éste sea democrático.

En todo caso, la cuestión palestina no es la única preocupación de los israelíes. Su supervivencia también depende de otros factores. Entre ellos, la estabilidad del vecino reino de Jordania, que aparte de sus tensiones internas, se ve ahora como objetivo prioritario para la estrategia de Al Qaida. En la medida en que no pueden con los americanos en Irak, Al Zawahiri llama a sus acólitos a castigar a sus vecinos, a fin de extender la inestabilidad en toda la región, comenzando por Jordania.

Si Al Qaida tuviera éxito, a Israel se le abriría un nuevo frente con el que ahora no cuenta. Y lo mismo vale para la evolución de Siria y su influencia sobre el destino del Líbano. Y claro está, la cuestión iraní y la posibilidad de que los ayatolás de Teherán se doten de armamento nuclear es algo bien preocupante para Israel, una nación apenas a cuatro minutos de vuelo de un misil iraní y para quien los efectos de una sola bomba nuclear en su suelo equivaldría a su práctica desaparición, a un nuevo Holocausto.

Las elecciones de ayer en los territorios palestinos son muy importantes. Pero posiblemente no sean un asunto vital para el futuro de Israel por muy obsesionados que estemos con ellas los europeos. Hay otros riesgos cerniéndose sobre el horizonte.

1 Comments:

Blogger Fabián said...

Ayer publiqué un comentario en un blog en el que me reía de lo último que pasaba con la victoria del Hamás. Son patéticos! No tienen la menor idea de qué hacer. Dicen en público (en sus propias manifestaciones) que no querían ganar las elecciones. Hablan de que buscan un estado islámico mundial y no son capaces de manejar ni siquiera Palestina. Me hacen recordar a los trostkistas que no saben que hacer con el poder.
Y lo más gracioso fue lo que escuché que uno del Hamás decía que lo primero que iban a hacer era ingresar a la OLP! O sea, quieren ser nuevamente minoría en una organización en la que reciban órdenes para poder oponerse a las mismas.

Son unos payasos. Dale 2 días y los palestinos se van a dar cuenta de a los idiotas que han votado, si es que no se han dado cuenta ya.

1:01 PM  

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