Saturday, February 18, 2006

(Malos tiempos I) - Adelante, el barco de los tontos - Ari Shavit - Haaretz

Ya hemos sido tontos antes. Fuimos tontos en 1967, cuando dejamos de considerar la maldición de los territorios; y en 1973, cuando dejamos de ver el acercamiento de la guerra del Yom Kippur. Fuimos tontos cuando creamos los establecimientos, cuando invadimos Líbano, cuando creímos que Oslo significaba el fin de los días del terror, y cuando esperamos que Camp David registrará el final del conflicto. Dicho esto, parece que nunca hemos sido antes tan tontos como ahora - tontos conscientes, que deciden no saber, que deciden ignorar la clase de tormenta que se precipita sobre el barco en que navegan.

La victoria de Hamas del 25 de enero, es un acontecimiento histórico bajo dos perspectivas. Por una parte, nos ha llevado 30 años atrás, hasta los días de pre-diálogo " palestino israelí", hasta los días de una verdadera exigencia del derecho al retorno para los refugiados palestinos, y de un deseo de una aniquilación total. Nos ha llevado hasta los días donde Gamal Abdel Nasser y Ahmed Shukeiri hablaban, con términos olvidados, amenazantes y semejantes a los usados hoy por Mahmoud Ahmadinejad, Mahmoud a-Zahar y Khaled Meshal.

Por otra parte, la victoria de Hamas nos ha puesto en una posición en la cual nunca habíamos estado antes. Cuando el representante de los palestinos no es un nacionalista secular, sino un religioso fundamentalista, una pesadilla se materializa. El conflicto ya no se centra en la ocupación de 1967, o en la catástrofe de 1948. Este es ahora un conflicto religioso y cultural de la clase más tenebrosa. Este no es un conflicto sobre Gush Katif; este es un conflicto sobre Al-Aqsa - un conflicto entre creyentes e incrédulos, entre combatientes por la Yihad y 'cruzados'.

Mientras los fundamentalistas todavía pueden ser una minoría en la sociedad palestina, esta minoría está ahora en el poder, y representa a todos los palestinos. Y aunque pueden haber voces diferentes dentro de Hamas, con algunos de sus líderes caracterizados por un pragmatismo táctico, Hamas no reconoce y no reconocerá el derecho de Israel a existir. Y mientras el determinismo puede no existir en la historia - y quizás en unos años los palestinos rechazarán la oferta de Hamas y volverán a ser unos políticos racionales que busquen una solución - por el momento, hasta otro aviso adicional, la realidad es como es: nos levantamos con un vecino palestino cuyo semblante ha cambiado más allá del reconocimiento; y él nos exige partir, no estar más aquí, dejar de existir.

El Israel del s.XXI tiene un futuro complicado a la hora de digerir esta realidad. Es difícil para nosotros contemplar la confrontación en curso, directa, considerar la posibilidad que realmente, profundamente, no haya nadie a quien dirigirse. Es difícil aceptar el hecho de que ahora, cuando hemos aceptado finalmente la idea de dos estados, los palestinos la rechazan. No sabemos que hacer cuando nos enfrentamos a unos palestinos que exigen todo, del río Jordan al mar.

Y tenemos otra dificultad adicional: asistimos a un futuro complicado comprobando que los nuevos palestinos, los fundamentalistas, lo incrementarán. Ellos son quién han recibido Gaza, y ellos están a punto de conseguir gracias a nosotros Cisjordania sin ser capaz por nuestra parte de fortificar nuestra existencia dentro de las fronteras enmendadas de 1967. Tenemos un futuro complicado al reconocer que ellos nos fuerzan a una retirada gradual a las líneas de Clinton sin conseguir a cambio cualquiera de las promesas de Clinton - paz, desmilitarización, ningún derecho de retorno. En resumen tenemos un futuro difícil comprobando que estamos siendo determinados por el fundamentalismo palestino.

Después de una largísima guerra terrorista, Hamas está a punto de establecer un estado palestino hostil, sin tener aseguradas Israel unas fronteras defendibles en un estado judío reconocido. Hamas está a punto de empujar a Israel detrás de las proximidades de la Línea Verde sin ser obligado a renunciar a una sola de sus demandas contra Israel.

Esta parece ser la situación eventual. Este es el corral en el cual Israel se encuentra. ¿Y con la situación así, la pregunta no es cómo llegamos aquí, sino a donde vamos? ¿Adelante a dónde? ¿Cómo nos abstenemos de convertir la siguiente retirada israelí en un fracaso aplastante? ¿Cómo tratamos con la maldición de la ocupación sin generar un crecimiento del malévolo fundamentalismo? ¿Cómo nos retiramos de la Tierra de Israel sin hacer temblar los fundamentos de la existencia del Estado de Israel?

Estas preguntas son existenciales. Ellas requieren un nuevo pensamiento, una nueva estrategia, un nuevo discurso. Ellas requieren un debate público serio, profundo. Estas preguntas deberían estar en el centro de la campaña electoral, a cuyo termino esta una decisión profética. Pero el público israelí y la élite de Israel han decidido no hacer estas preguntas - no realmente, no seriamente. Después de todo, se celebra al nuevo 'dandy', y el "partido del house" está en plena efervescencia. Y en la cubierta superior del barco, con la música del DJ, los peces gordos celebran a un nuevo capitán. Y el nuevo capitán se divierte con los peces gordos..

Y más que nunca antes, decidimos ignorar el Mar Negro sobre el cual navega nuestro barco de tontos . Decidimos no ver las olas crecientes. Adelante, bailamos. Adelante, llamamos. Adelante, barco de tontos.

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