Monday, May 15, 2006

Hable por usted, A.B. Yehoshua - Uri Dan (JPost) - (Ecos de la controversia Yehoshua II)

A.B. Yehoshua no vaciló en declarar en una conferencia en la que participó en Washington la semana pasada, que él es un verdadero judío porque vive en Israel, mientras que los judíos que viven en los Estados Unidos no pueden desarrollar unas existencias verdaderamente judías.

En la arrogante,"> presuntuosa y pretenciosa arenga, antes del simposio celebrado a causa del centenario del Comité Judío Americano, Yehoshua añadió, "el Judaísmo fuera de Israel no tiene ningún futuro. Si usted no vive en Israel [...] su identidad judía no tiene ningún sentido en absoluto."

Por supuesto los anfitriones judíos americanos de Yehoshua, entre quien estaban algunos intelectuales genuinos, fueron ofendidos profundamente por Yehoshua: ¿Cómo entender el desafío de Yehoshua de pretender ser un mejor judío que ellos? Otros se preguntaron en voz alta si Yehoshua no expresaba, quizás, lo que la mayoría de los israelíes piensan.

Por suerte, no lo es. Esta no es la primera vez que Avraham B. Yehoshua ha hablado largo y tendido y ha dicho tonterías a diversos públicos. Para ser absolutamente honesto, nunca he leído ninguno de sus libros. Pero he seguido la adopción por parte de Yehoshua de una postura - invariablemente hacia una incorrecta y hasta peligrosa dirección – que le "auto situaba" como conciencia nacional de Israel.

Hace veinte años, la OLP bajo Yasser Arafat, trató de organizar un crucero que implicaba un barco de refugiados palestinos que llegaría hasta las orillas de Israel, en una pobre repetición de la historia del Éxodo. En otras palabras, como en 1947, cuando un barco lleno de supervivientes del Holocausto judío se abrió camino ante el bloqueo británico en su camino hacia Eretz Yisrael, la OLP organizaría un espectáculo que implicaría un barco lleno de cientos de palestinos que llegarían hasta una playa israelí a fin de “demostrar” su constante demanda del retorno de cientos de miles de refugiados palestinos a Israel - que de ser aceptado marcaría el final del estado judío.

Naturalmente, varios izquierdistas israelíes se ofrecieron para asistir a Arafat en Túnez, después de que él fuera expulsado en 1982 de Beirut, y contribuir a organizar el espectáculo y la propaganda. Las autoridades israelíes anunciaron que no permitirían al barco acercarse a orillas israelíes.

Pero un grupo de autores israelíes - en nombre del humanismo y la justicia universal, por supuesto - se ofreció con entusiasmo para esperarlos en una playa israelí y dar la bienvenida al "barco de refugiados palestinos."

Uno de los miembros de aquel grupo era Avraham B. Yehoshua, del cual la Radio de Ejército informó que ya estaba en camino a la playa.

Fue el Mossad quién salvó a Yehoshua de aquella infamia. El barco palestino se había dirigido de Pireo a Chipre para recoger a los refugiados del Líbano. Pero entonces, mientras el barco estaba aun anclado en Chipre, los medios locales relataron que agentes del Mossad y comandos navales hicieron detonar un"> explosivo en el fondo del barco, que hizo que los organizadores anularan el plan palestino.

Más tarde, entre libros, Yehoshua encontró otra vez tiempo para guiar el destino del estado judío. A.B. Yehoshua estaba, por supuesto, entre aquellos que ciega y entusiásticamente apoyaron los acuerdos de Oslo con Arafat en el momento de su firma hace 13 años.

No hay nada que temer, explicaba Yehoshua: Si Arafat no honra el acuerdo y renueva el terror, las tropas y"> tanques del IDF ocuparán de nuevo Cisjordania en un santiamén."> Un auténtico mariscal de campo este A.B. Yehoshua.

Ahora sabemos el resultado: más de 1.500 personas asesinadas en Israel, más de 5,000 heridos, los soldados del IDF empleados en una guerra incesante en Cisjordania durante los últimos cinco años para contener el impacto terrible del terrorismo generado por los Acuerdos de Oslo.

Por eso no estoy sorprendido de la estupidez de los comentarios de Yehoshua en Washington, en particular en el mismo momento en que el estado judío necesita, más que otras veces, apuntalar y reforzar sus lazos con el pueblo judío americano, la comunidad judía más importante en el mundo, y minimizar las fricciones entre ambas comunidades.

El verdadero problema no está en América; está aquí, en Israel. Aquí, hay muy pocos intelectuales genuinos, sólo unos cuantos con pretensiones intelectuales que sé auto promocionan con el título "de autores" "y de profesores".

Muchos de ellos trabajan para unas universidades que viven de las contribuciones generosas realizadas por los judíos americanos. Son estos pseudo intelectuales quienes plantean la mayor amenaza para el futuro del estado judío, aún mayor que el planteado por la bomba iraní. Como la mayor parte de ellos no son sólo post-sionistas,"> muchos quieren suprimir la identidad judía de Israel y hasta cambiar su himno nacional.

Quizá A.B.Yehoshua debería escribir un libro sobre este fenómeno enfermizo, y quizás entonces yo podría leerlo.

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