Tuesday, June 27, 2006

Aprender a su costa – Moshe Arens

No soy partidario, en absoluto, ni del inmovilismo, ni del status quo y menos de comentarios personales como este, tan alejado fisicamente de esa realidad.
Y reconozco los beneficios que el unilateralismo puede aportar a Israel: de toma de iniciativa, beneficios diplomáticos, de seguridad y económicos, etc …
Pero en esta materia también me parece reconocer síntomas muy alarmantes de cierto espíritu de fatiga que recorre a ciertas elites y la consiguiente premura y falta de reflexión en ciertas políticas, en un enroque que ignora la realidad que no desea ser contemplada por molesta (la autodestrucción ajena, puede llegar a serlo y mucho).
El artículo de Moshe Arens ahonda en esas contradicciones.
Olmert ya las expreso al New York Times, no hace mucho: "Estamos cansados de combatir, estamos cansados de ser valientes, estamos cansados de vencer e infligir derrotas a nuestros enemigos".
En una guerra de desgaste como es esta, donde la otra parte parece preferir el martirio como política a la construcción de su porvenir, esa mentalidad de abandonar y dejar atrás, como sea y cuanto antes, la realidad estúpida que cada vez representan con más ahínco los dirigentes y la causa palestina (ya no constructores de ella, sino mártires de su propia causa o paniaguados de la ajena, ya sea siria, iraní, …), no se puede ignorar la importancia de medir los pasos aunque no se deje atrás tan deprisa como se quisiera el sin sentido y la erótica de la destrucción que domina al otro lado, aunque sólo sea para reducir la factura a pagar o regularla en diversos plazos.
A fin de cuentas, el fracaso palestino, para ciertas mentalidades occidentales que han abrazado su causa (auto justificadora y exculpadora de otras opciones y comportamientos, a menudo propios y en su propio ámbito, decepcionantes), siempre tendrá como culpable a Israel, ya que, la víctima, "nunca podrá tener un comportamiento auto destructor ni suicida", aunque vaya estrechamente ligado a ciertas mentalidades religiosas y haya ejemplos más que sobrados de ello.
Si obviamente no hay que entrometerse en el camino del suicida (el que no cree ya en su destino y prefiere dedicar su futuro a destruir al otro), ni tratar de salvar su vida a costa de la nuestra, tampoco hay que permitir que este cumpla con su objetivo determinando lo más posible el nuestro, el de la vida.
Por eso, este artículo, bien podría haberse titulado: ¿Para cuando el mea culpa y la reflexión en ciertos dirigentes israelíes?.


Aprender a su costa – Moshe Arens - Haaretz 22 de Junio.

"Aunque Israel sea suficientemente fuerte y que tenga reservas para compensar los repetidos errores de sus dirigentes, tenemos el derecho de esperar que ellos saquen las lecciones de sus errores, a fin de minimizar las consecuencias para los ciudadanos. Aun así, se comprueba que ellos aprenden a sus expensas y que muchos israelíes pagan el precio.
Y es el turno de los residentes de Sderot, de Ashkelon y de las comunidades de los alrededores. Desde que las fuerzas del Tsahal se retiraron del Líbano Sur, se ha clamado (¿profetizado?) que las retiradas unilaterales sobre unas "líneas de mayor legitimidad" incrementan la fuerza de disuasión de Israel respecto a los actos de terrorismo contra sus ciudadanos.
Como sí la respuesta militar de Israel contra el terrorismo de Hezbollah no estuviera lo suficientemente justificada cuando el Tsahal estaba desplegado en el sur del Líbano. Como sí, una vez replegado el Tsahal sobre la frontera internacional, sus respuestas contra las acciones del Hezbollah serían sin duda mejor comprendidas por el resto del mundo.
¿Quién puede olvidar las terribles advertencias de Ehoud Barak, entonces primer ministro, amenazando infligir severas respuestas contra el Líbano sí el Hezbollah continuaba con sus ataques después de la retirada de las tropas?
Se llamó a los cascos azules de la ONU para demostrar al mundo entero que Israel no ocupaba un centímetro cuadrado del territorio libanés. Pero nos encontramos que los que debían recibir esas advertencias, el jeque Nasrallah y el gobierno libanés, no están impresionados por nuestras amenazas. Los ataques han continuado, la respuesta israelí ha resultado ser letra muerta y la disuasión en la frontera norte se ha derrumbado.
No se ha aprendido nada de esta lección. Nuestros dirigentes han continuado con la misma retórica: sí Israel se repliega sobre la línea verde de 1967 en la banda de Gaza entonces los terroristas verán lo que no han visto jamás sí continúan atacando a Israel. Y añadiendo que el mundo entero comprendería toda respuesta israelí a los actos de terrorismo, sea cual sea su alcance devastador.
El auto castigo que se ha infligido Israel con la retirada de Gaza, es decir la evacuación forzada de 8000 residentes, la destrucción de sus casas y el abandono de sus tierras, habría debido convencer a los palestinos, así como a los amigos y enemigos de Israel, que a partir de ese momento ya no habría excusa para los ataques terroristas.
Y ese mensaje ha sido largamente difundido por los jefes militares y políticos a fin de que no haya ningún malentendido. Pero los cohetes Qassam continúan llegando, con mayor frecuencia y alcanzando zonas sensibles de Ashkelon. Teniendo sus raíces, sin duda, en alguna parte de la aldea legendaria de Chelm (aldea famosa por los cuentos que relatan la ingenuidad y simpleza de algunos de sus habitantes), nuestros dirigentes han decidido que la respuesta a los lanzamientos de cohetes Qassam sería una cortina continua de artillería sobre campos vacíos.
Ahora bien, esos golpes artilleros han impedido dormir a los habitantes de Ashkelon pero no han impedido a los cohetes seguir cayendo. Al contrario, con sus ‘daños colaterales’, esos estúpidos tiros de artillería han provocado criticas por todas partes. La disuasión de Israel, nuevamente, se ha derrumbado una vez más. Y los terroristas son cada vez más osados.
Así pues, repitan conmigo, "toda retirada unilateral debilita la disuasión de Israel".
Con argucias del tipo "los Qassam ya caían sobre Sderot bastante antes de la retirada de Gaza", "nadie ha resultado asesinado por un cohete Qasam", nuestros dirigentes rechazan admitir que la retirada de Gaza ha resultado ser un gigantesco fiasco.
Además de que al insistir, estúpidamente, para que esa retirada comprendiera también el norte de la banda de Gaza y las localidades de Nitsanit, Dugit y Alei Sinai, para alcanzar las líneas de 1967, todo ello ha aproximado las zonas de lanzamiento de cohetes a la ciudad de Ashkalon.
Así, mientras que los residentes de Sderot se encuentran resguardados en refugios subterráneos, nuestros dirigentes se estrujan la cabeza para saber que hacer mañana.
Israel esta a la cabeza de las naciones en tecnología de interceptación balística, pero la trayectoria de los Qassam es demasiado corta para que esa interceptación sea posible.
Por el momento no hay otra solución más que reocupar "unilateralmente" una parte del norte de Gaza, la cual fue abandonada estúpidamente el pasado agosto. ¿Y sí es, sin embargo, tan simple esa solución, por qué no se hace? Ustedes no me creerán, pero nuestros dirigentes tienen vergüenza de reconocer sus errores de evaluación."

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