Monday, June 26, 2006

Pensar lo impensable - Amnon Rubinstein

Un ojo para un ojo

La diversa recepción que Irán personificó por la oferta europea de paralizar su enriquecimiento de uranio a cambio de una "cesta de golosinas" despertó la esperanza de que los líderes de Irán anularían sus proyectos ‘satánicos’.

Sin embargo, esta noticia llegó al mismo tiempo que unos informes que demuestran como Irán suministra misiles de largo alcance a Hizbullah.

Las ofertas europeas son excelentes, pero detrás de la retórica hay una realidad basada en dos verdades: sí no acepta las ofertas europeas, Irán tendrá capacidad de fabricar armas nucleares y misiles de largo alcance que pueden alcanzar Israel; segundo, el presidente iraní Ahmadinejad ha adoptado una política nazi según la cual a la vez que niega el Holocausto quiere completarlo borrando a Israel del mapa.

Mientras los profesores americanos John Mearsheimer y Stephen Walt en su artículo sobre "el Lobby de Israel" aseguran a sus lectores que Israel no está en verdadero peligro porque "Irán está a cientos de millas" los hechos, más que nunca, demuestran el sentido del humor de los eruditos de Harvard y de la universidad de Chicago. Por el contrario, aquellos que carecen de un sentido del humor tan desarrollado consideran que el crecimiento del poder de Irán, cuyos tentáculos han alcanzado ya áreas al norte y al sur de nuestro país, es una preocupación grave.

Los hechos, en efecto, son serios: parece no haber ninguna señal de que la presión internacional, incluso una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, tendrá éxito en la prevención de una nuclearización de Irán. Aunque aquellos que tratan de tranquilizarnos digan que se trata de un tipo primitivo de armamento nuclear - esa clase pasada de moda que bombardeo Hiroshima y Nagasaki - somos bien conscientes que una única bomba, pasada de moda, bastaría para herir mortalmente a nuestra diminuta y densamente poblada nación.

¿Podría la disuasión mutua, del tipo de la que protagonizó la Guerra Fría, proteger a Israel?

Es improbable, porque lo que conduce a los líderes de Irán es una profunda creencia religiosa de que la destrucción del estado de Israel es encomendada por el Islam, y que a fin de realizar esta misión religiosa vale la pena hacer grandes sacrificios.

El hecho es que Ahmadinejad no tiene miedo de amenazar la existencia de Israel aunque él sepa que un ataque nuclear también mataría decenas de miles de árabes que viven en Israel y los territorios.

Además, a pesar de la ambigüedad de la política nuclear de Israel, los líderes de Teherán son seguramente conscientes de que cualquier tentativa de destruir Israel conduciría a un ataque contra Irán, y si ellos no lo supieran, Shimon Peres se lo recordó.

La realidad consiste en que en Irán - aunque no sólo allí - la ‘buena voluntad’ Islámica de suicidarse a fin de asesinar ha sido elevada al nivel de la política nacional.

¿Qué se puede hacer? La retórica de nuestro gobierno es que la respuesta debe venir de la comunidad internacional porque un Irán nuclear pone en peligro al mundo entero. Esto es verdad, pero sabemos cual es el objetivo primero y principal de la bomba iraní. Israel no puede, aun si fuera deseable, tomar por su cuenta la decisión de bombardear las ocultas instalaciones nucleares de Irán.

¿Entonces, que puede hacer Israel?

Primero, debe prepararse para un guión de lo peor, como hizo Suecia durante la Guerra Fría, y puso en práctica un plan completo de construir y renovar refugios nucleares para proteger a la nación.

La preparación de refugios subterráneos para proporcionar protección contra la radiación, sus consecuencias y el poder destructivo de un dispositivo nuclear es una tarea enorme. Es también importante a largo plazo porque la posibilidad de armamento nuclear en manos de los estados árabes e islamistas es sólo cuestión de tiempo. La ausencia de una defensa pasiva sólo aumentará el apetito iraní por realizar un ataque.

Segundo, debemos aprovechar nuestras relaciones con la actual administración en Washington para conseguir que Israel se una a una alianza defensiva, preferentemente en el contexto de la OTAN. Tal alianza serviría de aviso a Teherán. Entonces, y sólo entonces, sería el momento para dar paso a lo prioritario- no por Israel, sino por una coalición temerosa de un Irán nuclear.

Este artículo habla de lo impensable. Pero la historia del siglo XX, sobre todo aquella que afectó al pueblo judío, nos ha demostrado que lo impensable puede suceder cuando los dictadores llenos de odio tienen los medios para realizarlo

1 Comments:

Blogger Klovs said...

Siempre con la tan excelente seleccion de articulos

5:47 AM  

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