Friday, August 18, 2006

Günter GraSS : pourquoi maintenant ? o Un santo laico en las Waffen SS

Uno de los numerosos santos laicos de la izquierda europea, reserva moral europea, ha dado a conocer un pequeño detalle de su adolescencia.

Hablamos del señor Grass, azote de la conciencia alemana y del sistema capitalista occidental (de hecho se instaló, huyendo de la perversión occidental, durante unos meses en la India, pero la influencia corruptora capitalista le obligó a regresar, a su pesar claro).
Grass reconoce que el episodio de su vida que acaba de revelar le provocó «un sentimiento de culpa que he venido lastrando como una vergüenza».

Realmente es una lastima que otros afamados moralistas de la izquierda, como el ínclito Saramago (su contribución al conflicto bélico del Libano ha sido una breve carta al Director en el diario el País, en donde afirmaba textualmente "el holocausto palestino continua"), famoso y reconocido estalinista durante casi toda su vida, no haga una revisión similar, quiza porque es un hombre especialmente vanidoso, consciente de su 'inestimable valia personal', oráculo en estos infames tiempos y patrocinador de 'brillantes y originales ideas' para superar la deficiente democracia liberal.

Existe una novela, "Turistas del ideal", de Vidal Foch, donde retrata inmisericordemente a estos intelectuales de izquierda y sus viajes de 'apoyo revolucionario' (Cuba, Chavez, los zapatistas y ¿para cuando una visita al camarada de Corea del Norte, añadimos nosotros?).

Para Vidal Folch, los auténticos intelectuales al estilo de Víctor Hugo ya no existen, y han sido sustituidos por "mandarines culturales" que predican sus ensueños revolucionarios mientras disfrutan de una realidad acomodada y burguesa.

Aunque el autor asegura que sus personajes son fruto de la imaginación, en 'Turistas del ideal' se pueden reconocer a algunos de estos 'mandarines culturales' "atrapados en la contradicción" como un cantautor canalla y noctámbulo, con afición a la cocaína y las mujeres, o un refinado escritor portugués reciente premio Nobel, que asiste a la víspera de la revolución desde la cómoda terraza de un hotel, un cineasta hollywoodiense con vocación radical, un cocinero francés antihamburguesa, miembros de varias ONG y algunos grupos antisistemas.

"Estos intelectuales están atrapados en una contradicción; por más que quieran ser Verlaine, muriéndose en su buhardilla, son unos rentistas con más o menos ingenio", comentaba el autor, cuyo libro nació para denunciar la ceguera de la sociedad ante este tipo de intelectuales".

En definitiva, la novela es una sátira contra "revolucionarios apoltronados" y "demagogos de buenas intenciones", exponiendo a la luz las miserias de estos intelectuales: su narcisismo, su incapacidad para describir la realidad y su inanidad" (por cierto, no tan buenas intenciones, añadimos nosotros, estas gentes con capacidad de decisión son de lo más peligroso que puedas hallar).

Günter GraSS : pourquoi maintenant ? - Pierre Assouline

"Lo más extravagante en el affaire del enrolamiento voluntario de Günter Grass en las Waffen SS, es la hipotesis que nadie parece haber formulado hasta el presente. En efecto, desde hace dos días, es menos ese alistamiento que el momento de su revelación pública lo que se debate en Alemania.
Todo el mundo se pregunta porque, el escritor, conciencia de la izquierda desde decenios, a tardado tanto en confesarlo: desde la publicación del Tambor de Hojalata (1961) notablemente, y la adaptación cinematogrica de Volker Schlöndorff, hasta la reciente publicación de "El cangrejo" (2002), no han faltado las ocasiones. Grass sostiene que el momento había llegado, ahora y no antes, porque el esperaba a tener que escribir alguna cosa "directamente autobiográfica".
Poco convincente. Y lo es más cuando confiesa a duras penas que esta verdad, él, no había podido extraerla de sus tripas en tanto que era compleja, dolorosa e inaceptble.
Otros, observan, que no es necesario más que aplicar con cinismo una ley elemental del marketing que se llama el "teasing": este consiste en excitar al lector entregándole un pequeño scoop en previsión de la publicación en las próximas semanas del libro del Memorias del que han salido.
Pero hay una tercera hipotesis que no ha atraido casi la atención: sabiendo que, por su propia confesión, Michaël Jurgs, el biografo autorizado de Grass, no sabía nada de este affaire (y resulta difícilmente imaginable que tal secreto puediera permanecer mucho más tiempo), el escritor, ¿no ha tratado de desactivar la publicación próxima de una investigación periodística, o de una nueva biografía, revelando ese pasado oculto?.
Esa anticipación a una revelación anunciada es completamente plausible, sobre todo desde la reciente divulgación de un gran número de dossiers de los archivos recuperados en las ruinas de la Alemania nazi, y largo tiempo conservados al abrigo de las miradas en la ex Unión Soviética y en los paises del este, notablemente la ex RDA.
Sea lo que sea, las tradicionales lecciones de moral de Günter Grass a la consciencia colectiva alemana van a devenir inaudibles. Por ejemplo, cuando se piensa, entre otras, en su condena sin apelación de Reagan y Kohl, cuando habían osado visitar el cementerio de Bitburg, cerca de la frontera belga, con el mótivo de que allí estaban enterrados Waffen SS cerca de soldados alemanes y americanos ..."

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