Tuesday, September 12, 2006

Una 'musiquilla fúnebre' (Une petit musique de mort) - Georges Bensoussan

A los jovenes de hoy, el conflicto del Oriente Próximo les parece eterno. Tienen la visión de que antes de 1967 (dentro de poco, 40 años ...), la paz reinaba en la región hasta que la guerra de los Seis Días (junio de 1967) llegó y terminó con ella, destruyendo, de paso, al estado palestino que, imaginan, existía en Cisjordania y Gaza. Ese 'potaje' de ignorancia alimenta una opinión que ha convertido este conflicto en el corazón del mundo, a imitación de las profecías apocalípticas que, antaño, situaban en Jerusalem la redención de la humanidad. Para estos, sera difícil oir la 'pequeña música de muerte' (la musiquilla funebre) que se incrementa, a pasos agigantados', desde hace años y parece redoblar su vigor este verano. Esa música nos dice que el 'Estado creado en 1948' esta en el origen de 'todos los problemas de la región'.

Incluso de más allá. Otros hablan de una 'anomalía histórica' llamada a desaparecer. En Francia, por ejemplo, en las esferas dirigentes del Estado: Dominique de Villepin, actualmente primer ministro y entonces secretario general del Eliseo, se preguntaba, en 2001, si, a traves del curso de la historia, Israel, no sería mas que una peripecia; o en el Quai d'Orsay (ministerio de Asuntos Exteriores): un embajador de francia calificaba por esas fechas a Israel como un 'pequeño estado de mierda'.

Etapa por etapa, la 'musiquilla' funebre desligitima a Israel (estado 'excesivo') sobre la tierra. Nos dice que Israel fue fundado en 1948 (ex nihilo?), 'consecuencia' de la Shoah, compensación ofrecida a los judíos, por Europa, a y sobre las espaldas de los árabes. Olvidando que las estructuras del estado de Israel estaba en funcionamiento antes de 1940, desde el sistema de salud (1920) y la central sindical Histadrout (1920) hasta la red de transportes públicos (1935); desde el primer liceo hebraíco (1906) hasta la universidad del mismo nombre (1925); desde la fuerza de defensa (Haganah, 1920) hasta la radio nacional (1934); y que la 'colonia' de Tel - Aviv (1909) tiena ya casi un siglo de existencia. Esa 'músiquilla' hace olvidar que el origen de esta violencia sin fin esta en el rechazo sin fin del estado judío. Ella enmascara el hecho de que la respuesta militar 'desproporcionada' se hace eco de una negación desproporcionada al derecho a existir de un estado judío. Hezbollah y, detrás, la 'calle árabe', hablan de 'entidad usurpadora' y de 'estado transitorio', ignoran a Israel en los mapas locales y designan a sus ciudades y aldeas como 'colonias'.

Todo se negocia salvo el derecho a existir. Si las armas de las milicias y grupos terroristas callan, la violencia cesará. Si las armas de Israel renuncian a la desproporción, sera el fin del estado de Israel. A esta desproporción en las apuestas, muchos, en Occidente, permanecen sordos. Como antaño los 'compañeros de ruta' y los camaradas habían permanecido sordos cara a la catastrofe soviética.Como antes los 'Muniqueses" permanecieron sordos, "para salvar la paz", sís se trataba de sacrificar los paises pequeños. Pero ahí vuelven, retomando a media voz la música de funeral, la que permite hacer olvidar que el rechazo de la existencia de Israel, de cualquier modo que se disfrace, a la moda nasseriana, baasista o hezbollesca, constituye la genesis de la violencia.Por otro lado, basta que el ejército israelí se debilite y que los centros urbanos del país sean tocados para que la aparente aceptación del hecho israelí salté en pedazos. Entonces, la calle pasa por encima de esa pretendida 'aceptación' y, con ella, el populacho huele la sangre. En Oriente, nadie ignora las llamadas a la masacre que son proferidas. En Occidente, se prefiere pudicamente ignorarlas, viendo solamente 'lirismo oriental' y 'excesos verbales', a pesar de su constante repetición. El deseo de muerte hacía Israel es el único 'afrodisiaco' tolerado (decía el rey de Marruecos Hassan II) en un mundo árabe que, con la Africa Negra, permanecen las zonas más regresivas del planeta.

"Destruir Israel", dicen. Y se trataría de una figura retórica? Desde hace siglos, las figuras retoricas estan empapadas de la sangre de los demás. Es una apelación al genocidio, explicita, subliminal, la que susurra la 'pequeña música funebre'. Y los millones de 'idiotas útiles' la retoman en Occidente, insconcientes de las apuestas, cegados por la ilusión de una fuerza militar que no tendrá más que una 'temporada'. Hace más de cuarenta años ya que Hannah Arendt escribía a una amiga (11 de junio de 1963):"Se. o creo saber que sí una catastrofe debiera alcanzar a este estado judío, por cualquier razón que sea (e incluso sí se tratase por su propia locura), eso sería sin duda la catastrofe final para el pueblo judío, sean cuales sean las opiniones que tengamos"

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