Wednesday, October 25, 2006

Una música fúnebre - Georges Bensoussan

A los jóvenes de hoy, el conflicto del Oriente Próximo les parece eterno. Tienen la visión de que antes de 1967 (dentro de poco 40 años...), la paz reinaba en la región hasta que la guerra de los Seis Días (junio de 1967) llegó y terminó con ella, destruyendo, de paso, al estado palestino que, imaginan, existía en Cisjordania y Gaza. Esa ignorancia alimenta una opinión que ha convertido este conflicto en el corazón del mundo, a imitación de las profecías apocalípticas que, antaño, situaban en Jerusalem la redención de la humanidad. Para ellos, será difícil oír la 'pequeña música fúnebre' que asciende, a pasos tenues, desde hace años y parece redoblar su vigor este verano. Esa música nos dice que el 'Estado creado en 1948' esta en el origen de 'todos los problemas de la región'.

Incluso de más allá. Otros hablan incluso de una 'anomalía histórica' llamada a desaparecer. En Francia, por ejemplo, en las esferas dirigentes del Estado: Dominique de Villepin, actualmente primer ministro y entonces secretario general del Eliseo, se preguntaba, en 2001, sí, a través del curso de la historia, Israel no sería mas que una peripecia; o en el Quai d'Orsay (ministerio de Asuntos Exteriores), donde no hace demasiado un embajador de Francia calificaba a Israel como un 'pequeño estado de mierda'.

Etapa por etapa, la pequeña música fúnebre deslegitima a Israel (estado 'excesivo' y problemático).
Ella nos dice que Israel fue fundado en 1948 (ex nihilo?), 'consecuencia' de la Shoah, compensación ofrecida a los judíos por Europa, a espaldas de los árabes. Olvidando que las estructuras del estado de Israel estaban en funcionamiento antes de 1940, desde el sistema de salud (1920) y la central sindical Histadrout (1920), hasta la red de transportes públicos (1935); desde el primer liceo hebraico (1906) hasta la universidad del mismo nombre (1925); desde la fuerza de defensa (Haganah, 1920) hasta la radio nacional (1934); y que la 'colonia' de Tel - Aviv (1909) tiene ya casi un siglo de existencia. Esa 'musiquilla' hace olvidar que el origen de esta violencia 'sin fin' esta en el rechazo sin fin del estado judío. Esa 'musiquilla' enmascara el hecho de que la respuesta militar 'desproporcionada' se hace eco de una negación desproporcionada al derecho a existir de un estado judío. Hezbollah y, detrás, la 'calle árabe', hablan de una 'entidad usurpadora' y de un 'estado transitorio', ignorando a Israel en los mapas locales y designando a sus ciudades y aldeas como 'colonias'.

Todo es negociable salvo el derecho a existir. Si las armas de las milicias y de los grupos terroristas callan, la violencia cesará. Si las armas de Israel renunciarán a la 'desproporción', sería el final del estado de Israel.
A esa desproporción en las apuestas y a lo que se juega Israel, muchos, en Occidente, permanecen sordos. Como antaño los 'compañeros de ruta' y los camaradas permanecieron sordos cara a la catástrofe soviética. Como los 'Muniqueses" permanecieron sordos, "para salvar la paz", al sacrificio de pequeños países como Checoslovaquia. Pero ahí vuelven, retomando a media voz la música fúnebre, la que permite hacer olvidar que el rechazo de la existencia de Israel, de cualquier modo que se disfrace, a la moda nasseriana, baasista o hezbollesca, constituye la génesis de la violencia.

Por otro lado, basta que el ejército israelí se debilite y que los centros urbanos del país sean alcanzados para que la aparente aceptación del hecho israelí salté en pedazos. Entonces, la calle retomará la delantera y, con ella, el populacho que huele la sangre. En Oriente, nadie ignora las llamadas proferidas a la masacre.
En Occidente, se prefiere ignorarlas púdicamente, viendo solamente en ellas 'lirismo oriental' y 'excesos verbales', a pesar de su constante repetición. El deseo de muerte hacía Israel es el único 'afrodisiaco' tolerado (según el rey de Marruecos Hassan II) en un mundo árabe que, con la Africa Negra, permanecen las zonas más regresivas del planeta.

"Destruir Israel", dicen. ¿Y se trataría de una figura retórica? Desde hace siglos, las figuras retóricas nos encharcan de sangre. Es una apelación al genocidio, explícita, subliminal, la que susurra la 'pequeña música fúnebre'. Y los millones de 'idiotas útiles' la retoman en Occidente, inconscientes de las apuestas, cegados por la ilusión de una fuerza militar que no tendrá más que una 'oportunidad'. Hace más de cuarenta años ya que Hannah Arendt escribía a una amiga (11 de junio de 1963):

"Sé o creo saber que sí una catástrofe debiera alcanzar a este estado judío, por cualquier razón que sea (e incluso sí se tratase por su propia locura), eso sería sin duda la catástrofe final para el pueblo judío, sean cuales sean las opiniones que tengamos".

1 Comments:

Blogger Iojanan said...

Y el principio del fin de la cultura de occidente. Es un análisis certero y mesurado el tuyo y además inteligente.
Israel se ha formado en el siglo que ha definido el futuro mundial, antes hasta hoy ningún país podía por sí mismo destrozar la tierra, hoy sí, el peligro que suponen los focos de incultura y de pobreza son la amenaza más real jamás vivida en la tierra. Israel es absolutamente necesario como estado y nos va la vida en ello a los europeos también. El mundo analizará con amargura la no solución de esta barbaridad que es dar alas a los elefantes y armas a los descerebrados. El islám es la muerte, no uno a uno los musulmanes, pero sí como masa.
Son movimientos animales los que describen esas mismas masas aculturizadas. No es sólo a Israel a quien odian, no, envidian también al resto de la humanidad por sus progresos, sólo que Israel esta a mano y a los europeos les viene muy bien, se sacuden sus conciencias echando culpas a los judios. Quien mejor que ellos, occidentales, pero al fin y al cabo deicidas. Israel es la garantia de que Europa no caerá en manos musulmanas. Y lucharemos, que lo sepan los asesinos.

9:46 PM  

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