Saturday, December 23, 2006

Zizek y la alianza nazi-sionista - Sever Plocker

¿Cuál fue el acontecimiento más importante en la historia del antisemitismo de nuestros días, el acontecimiento que "alguien interesado en la investigación del antisemitismo" debe recordar? ¿El día en que Auschwitz fue creado? ¿El día en que fue liberado? ¿El día en el cual los más importantes intelectuales judíos fueron asesinados por Stalin? Ninguno de ellos.
La fecha decisiva en la historia del antisemitismo fue el 26 de septiembre de 1937. En aquella fecha, Adolf Eichmann subió a un tren en Berlín camino a Palestina, a fin de encontrar al activista clandestino del Haganah, Feivel Polkes y discutir con él "de una inmigración masiva de judíos alemanes a Palestina."
La reunión ocurrió finalmente en El Cairo debido a los controles del Mandato británico. Y de todos modos, este acontecimiento, por lo visto, sirve como un testamento del sumo interés común entre los nazis y los judíos: poner en práctica un tipo de limpieza étnica que cambiaría fundamentalmente la proporción de los grupos étnicos de la población.

Ahí la tienen, la última fabricación histórica y la llave que desvela el secreto del estado judío: la alianza oscura entre los judíos y el nazismo.
A diferencia de una impresión inicial, esta exposición no se encuentra en los discursos del presidente de Irán; esta incluida en el nuevo libro del filósofo izquierdista de moda, Slavoj Zizek, uno de los favoritos entre la muchedumbre "postmodernista".
El libro de 440 páginas se titula "la Visión paralela" e intenta reanimar el pensamiento dialéctico, pueda él descansar en paz. Una sección entera del libro esta dedicada a la denuncia del "anti-antisemitismo."

El anti-antisemitismo, según Zizek, es uno de los peligros más graves que se ciernen sobre el pensamiento libre dondequiera que este, porque no permite – o el filósofo lo cree así – criticar severamente a Israel sin ser acusado de antisemitismo.
Sí, esto le pasó a Slavoj, como comenta en su libro, pero un hombre como él no capitulará.
Él se ha liberado de las cadenas del anti-antisemitismo y en su libro podemos encontrar las declaraciones siguientes: el sionismo actual, como el manifestado por la política del estado de Israel, es antisemítico, es decir, esta conformado por fundamentos ideológicos antisemíticos.

Más expresamente: es un hecho que el sionismo es uno de los tipos de antisemitismo. Debemos golpear a los sionistas con el genuino espíritu cosmopolita judío. ¿No es la idea de establecer un estado nación para los judíos algo parecido a acabar con el judaísmo? Por lo tanto, no es sorprendente que los nazis apoyaran este plan.
La identificación del sionismo con el antisemitismo y el nazismo no es exclusiva de Zizek. La comparación fue levantada en los procesos estalinistas en la Europa del Este en los años 1940 y 1950, y en los acontecimientos de 1968 en Polonia.
Lo que es sorprendente es la nueva cobertura verbal y filosófica de esta tesis infundada, ofrecida a los lectores de Zizek y repleta de expresiones de doble y triple sentido y de venenosas, artificiales y sorprendentes combinaciones y juegos de palabras.

Israel nacido en pecado

Aún detrás del velo de las expresiones filosóficas y de las citas históricas seleccionadas, una declaración familiar surge: Israel es un país nacido en el pecado y sigue existiendo por medio del delito.
(A fin de desbaratar cualquier duda, "la reunión" arriba mencionada entre Eichmann y el emisario del Haganah falló miserablemente y no condujo a nada, como informó el profesor Saul Friedlander en su libro ya clásico "La Alemania nazi y los judíos."
Del lado judío, el objetivo de la reunión era poner en práctica el acuerdo que permitió que 20.000 Judíos ricos sacarán de la Alemania nazi algo de sus activos, pagando un rescate.)

En el pasado, Slavoj Zizek no tenía posiciones tan radicales anti-Israel. En una colección de artículos traducidos al hebreo, él todavía predicaba por una solución de dos estados y escribía que los árabes no sólo tendrían que reconciliarse con la existencia del estado de Israel, sino también con su existencia como un estado judío.
Aún así, en el último artículo de la compilación, Zizek ya expresó opiniones más ásperas, observando que, aparentemente, Israel parece que sólo responde a los ataques terroristas palestinos, pero bajo la superficie sigue su empresa "colonialista".
En su siguiente libro político, "Iraq: la caldera prestada," Zizek ya se acercó a la idea de un estado binacional, elevó la visita de Eichmann al nivel de un acontecimiento crucial, y sostuvo que la única lealtad genuina a la memoria del Holocausto se encuentra en el reconocimiento de la injusticia hecha a los palestinos.

Un lector israelí agravíado puede preguntarse ahora: ¿Por qué me hace perder mí tiempo hablando de este Slavoj ZIzek? ¿Por qué debo preocuparme de lo qué él piensa de nosotros?
Aquí está mi respuesta: Slavoj Zizek es uno de los intelectuales más prominentes en lo que afecta el discurso ideológico y cultural en el mundo. Sus palabras son conscientemente leídas por sus leales y sus estudiantes.
Él influye en las percepciones de los estudiantes, de los conferenciantes, y de los miembros de la élite en muchas universidades de países en vías de desarrollo y desarrollados.
Que a oídos israelíes todo eso suene a una combinación de ideas absurdas y de falsedades, no impide que dentro del universo intelectual del 2006 las palabras de este gurú intelectual resuenen como fuente de legitimidad.

http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-3337805,00.html

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