Friday, February 23, 2007

Antisemitismo, anti antisemitismo y anti anti-antisemitismo - Shmuel Rosner - Haaretz


Alvin H. Rosenfeld, el malo de la película

¿Son los judíos "progresistas" colaboradores del antisemitismo? ¿Y sí lo son, por qué hacerlos callar? ¿Es la AJC imparcial? Preguntas (y respuestas) sobre 'el affaire Rosenfeld.'

Este podría ser un enorme error, pero voy a profundizar en el debate sobre ¿"los judíos progresistas animan el antisemitismo"?. He evitado este sujeto durante un tiempo, pensando que ya tenía suficiente sobre el antisemitismo para un mes. He estado siguiendo el debate aunque, y ahora ya es tarde, no vaya a repetir todo lo que ha sido dicho hasta ahora, sólo hacer algunos comentarios. Aquí están:

1. Primero, si usted todavía tiene que familiarizarse con la historia por sí mismo, brevemente, esta es: el catedrático Alvin Rosenfeld, de la Universidad de Indiana, publicó un artículo en la página web del AJC (Comité judío americano) donde culpa a los judíos progresistas, y a sus críticas de Israel, de animar el antisemitismo, sin practicar ellos, exactamente, el antisemitismo. La controversia que siguió incluyó una portada en el NYT y muchos otros artículos, comentarios, diatribas y respuestas enojadas.

2. Rosenfeld culpa a los intelectuales judíos de proporcionar munición a los antisemitas, pero no estoy convencido de que este sea un buen razonamiento. Digamos que Rosenfeld tiene razón en el sentido de que las opiniones de Tony Judt realmente animan a los antisemitas. ¿Deberían él (y otros judíos progresistas, y anti Israel) dejar de expresarlas? Judt, por suerte, no es un líder; ni tiene ninguna circunscripción electoral, sólo es es responsable estrictamente de sus opiniones. Si otras gentes deciden usar sus palabras para justificar su propio antisemitismo - bien, vergüenza para ellos. Él debería ser criticado por sus argumentos, no por su mal uso por parte de otros.

3. Rosenfeld, es evidente, no criticaba a la gente que puede discrepar con las políticas de Israel, sino mejor dicho, aquellos que cuestionan el derecho de Israel a existir. ¿Le ayudó esto de algún modo? ¡No! La gente siguió criticándolo por tratar de hacer callar el debate político. ¿Y usted sabe por qué hicieron esto? Para marcar puntos y presentarse ellos mismos como mártires. Es más fácil para ellos discutir sobre una presunta "censura" que sobre los argumentos de Rosenfeld.

4. Y hablando de censura, realmente ya es el momento de abandonar esa queja ridícula, patética. Rosenfeld, correctamente, indica que "Israel es apuntado, más que cualquier otro país en el mundo, para condenas inexactas y unilaterales por sus presuntos abusos de los derechos humanos y para campañas de desinversión y boicot." El victímismo "de la censura" es sólo otra manera de deslegitimar a Israel y sus partidarios - y, a propósito, también es una tentativa de hacer callar a Rosenfeld, que también tiene derecho de expresar su crítica y rechazo de esta gente que cuestiona a Israel.

5. Uno se puede preguntar: ¿por qué se molestó Rosenfeld? ¿Cuál es el significado de que algunos intelectuales judíos, sumamente radicales, cuestionen el derecho de Israel a existir? ¿Son Israel y el sueño sionista tan débiles que no pueden resistir un ataque de tales "figuras"?

6. Sin embargo, uno puede hacer la misma pregunta al otro lado. ¿Por qué están los intelectuales anti-Israel, y sus defensores, tan enojados y nerviosos con el artículo de Rosenfeld? ¿Se preocupan ellos porque es una gran mentira - o porque sienten que algunos lectores podrían descubrir ciertas verdades en los argumentos de Rosenfeld?

7. Por lo visto, el insulto último es llamar a la gente antisemita. ¿Pero, por qué no es suficientemente malo llamarla anti-Israel?

8. El AJC es el verdadero perdedor del affaire Rosenfeld, perdiendo un poco de su credibilidad como organización imparcial. Ya cierta gente comenzó a insultarlos comparándolos al AIPAC (¿acto reflejo por llamar a alguien antisemita?). Freedman escribió que para el AJC, el asunto Rosenfeld es "una herida autoinfligida". Stanley Kutler, declaró que "la dirección actual del AJC ha financiado con un apoyo vigoroso las políticas en el Oriente Medio de la administración Bush. ¿Puede haber un pecado mayor?

9. Hay una acusación muy interesante en un artículo de John Judi: "ellos [Rosenfeld, AJC, AIPAC y compañía] demandan a los intelectuales judíos americanos una cierta lealtad a Israel, a las políticas israelíes, al sionismo como obligación por ser judíos. Haciendo eso promueven una lealtad dual inevitable entre su país e Israel", y escribiendo eso, John Judi toca una de las tendencias más inquietantes que uno puede descubrir entre algunos de los judíos más liberales de América: la tendencia (y no digo que él la tenga) de sentirse cansados por la obligación de defenderlos sin poder ejercer de "liberales o hermanos sofisticados" de otras partes del mundo.

10. Y mi reacción a esta queja será de modo fastidiosamente franca: Sí, los intelectuales judíos, y los restantes judíos, deberían demostrar un poco de lealtad especial a la complicada situación de los judíos de Israel (pero no a las políticas de Israel), porque sentir cariño por los judíos es una parte importante del ser judío. Es decir, si ellos dicen ser unos buenos judíos, tal como la mayoría dicen ser.

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