Sunday, February 11, 2007

Excavaciones, mentiras y la rampa de Mugrabi - Nadav Shragai - Haaretz












La gente que propuso el plan de construir la rampa de Mugrabi puede averiguar pronto que la histérica e infundada campaña musulmana "para salvar la Mezquita Al-Aqsa del peligro" es la menor parte de sus problemas.

Los atajos en los proyectos a veces resultan ser muy caros y pueden prolongar el proceso. El plan de construir el nuevo puente de Mugrabi debería haber sido presentado al público correctamente, como parte de un plan urbano detallado, que acepta sugerencias y puede ser reformado. Esto es requerido por la ley, así como por la razón. Después de todo, este es un cambio polémico, significativo, del paisaje en un punto único que afronta el Monte del Templo y sus muros. Incluso aquellos que apoyan el plan dicen que es un mal menor. Claramente el plan nunca se habría materializado sí la rampa Mugrabi no hubiera sufrido un colapso. Pero no está nada claro si la opción de renovar la vieja rampa ha sido considerada y razonada de forma suficiente y creativamente.

De todos modos, una cosa buena ha pasado realmente. El plan de la rampa de Mugrabi expone el gran desmentido musulmán - el desmentido de la relación judía con Jerusalém, el Monte del Templo y el Templo mismo. El Dr. Yitzhak Reiter describió la historia en su estudio "De Jerusalém a La Meca y vuelta atrás", una lectura obligatoria para cualquiera que quiera entender las raíces del comportamiento musulmán, hasta en el asunto de la rampa de Mugrabi - por desgracia su trabajo no tuvo repercusión más que como estudio académico, sin que una campaña de relaciones públicas apropiada por parte de Israel lo hiciera popular. Ahora el público recibe otra demostración.

¿Quién de entre nosotros sabe, por ejemplo, que en el caso de la mezquita Al-Aqsa, que según estudios contemporáneos fue construida hace aproximadamente 1.400 años, se sostiene ahora haber sido construida en el momento de la creación del mundo, durante los días de Adán o Abraham? ¿Y quién es consciente del hecho del incremento de académicos y líderes religiosos musulmanes que afirman que existió antes de Jesús y de Moisés y que el Islam precedió al Judaísmo en Jerusalém?

Hoy, miles de documentos, publicaciones y fuentes islámicas niegan las raíces judías con Jerusalém y sus sitios santos. Ellos afirman que el Templo no existió en Jerusalém, sino que estaba localizado en Nablus o en Yemen. Una declaración legal islámica (fatwa), en la página web de la Waqf (administración religiosa musulmana de Jerusalem), dice que el rey Solomon y el rey Herodes no construyeron el Templo en absoluto, sino simplemente restauraron una estructura existente que había estado allí desde los días de Adán. Hoy, muchos musulmanes llaman el Templo "el mayor delito de fraude de la historia" y muchos jueces musulmanes unen la palabra "llamado" a "Templo".

En la página web del movimiento islámico del sur, Mohamed el Khalaikah cita a arqueólogos israelíes en apoyo de su teoría de que no hay ningún rastro del Templo de los judíos. Él deforma las obras de estos arqueólogos, cuyas investigaciones de las fuentes bíblicas confirman y corroboran la existencia del Templo.

Las figuras religiosas musulmanas intentan retratar la presencia judía en Jerusalém como a corto plazo. El Muro Occidental es un sitio musulmán, aseguran, y la relación judía con él fue inventada para objetivos políticos y se pone de moda sólo en los siglos XIX y XX. Su objetivo es refutar la posición central de Jerusalém en el judaísmo. Sobre todo acentúan "la precedencia y la supremacía del Islam sobre el Judaísmo, el cual contamina el carácter musulmán de la ciudad."

Los líderes religiosos musulmanes, con el apoyo académico al menos parcialmente, vuelven a escribir hoy la historia de Jerusalém e introducen nuevos términos y contenido en el discurso musulmán y palestino. Estos términos son tonterías totales, hasta para historiadores musulmanes conocidos como Al-Makdessi (quién vivió en el s. XI). En años recientes, esta nueva terminología también ha penetrado el discurso de los políticos palestinos y musulmanes. Ehud Barak, Shlomo Ben-Ami y los miembros de la delegación israelí estuvieron horrorizados al oírla en la cumbre de Camp David de 2000 por parte de Yasser Arafat y los miembros de su delegación.

Es por lo tanto fácil entender por qué los musulmanes tienen tanto miedo a que los arqueológicos excaven, no sólo en el Monte del Templo sino también alrededor de él, aunque estas excavaciones saquén también a la luz la historia musulmana de Jerusalém. Los musulmanes temen estas excavaciones, no porque pongan físicamente en peligro los cimientos de Al-Aqsa, sino porque minan el tejido de mentiras que proclaman que los judíos no tienen ningunas raíces históricas válidas en la ciudad y en sus sitios santos.

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