Friday, February 23, 2007

Un historiador da crédito a los libelos de sangre (Haaretz y JPost)


Libelo de sangre contra los judíos


Profesor Ariel Toaff

Tema sumamente delicado y escabroso, que saltó a las páginas de los periódicos israelíes hace dos semanas y del que publicó una síntesis de las noticias iniciales recogidas en Haaretz (por Ofri Ilani) y en el JPost (por Lisa Palmieri-Billig).

Por supuesto, la naturaleza del tema ha desencadenado una seríe de artículos muy interesantes en ambos períodicos, que tendrán próxima publicación. En uno de ellos se apuntaba del peligro que suponía elaborar hipótesis sin pruebas definitivas que las respalden, no tanto por su repercusión en el antisemitismo europeo, sino en el creciente antisemitismo árabe, donde estas historias, importadas de Europa, son muy populares y vigentes.
To be continued, pues


Un historiador de la universidad de Bar-Ilan ha levantado una tormenta alegando en un nuevo libro que algunos libelos de sangre - las acusaciones de que los judíos mataron a cristianos durante asesinatos rituales para añadir su sangre a la matza y al vino de la Pascua de los judíos - pueden estar basadas en verdaderas ceremonias en las cuales la sangre de los cristianos pudo ser utilizada y que, en algún caso, pudo ser una verdad histórica dicha acusación que durante siglos incentivó pogromos contra los judíos en todas las partes de Europa.

El libro de Toaff, editado sólo en Italia, “Pascuas sangrientas de los judíos: los judíos de Europa y los asesinatos rituales”, logró además grandes alabanzas de otro historiador judío italiano, Sergio Luzzatto, en su artículo en Corriere della Sera: "Aquellas Pascuas sangrientas de los judíos."

Luzzatto describe el trabajo de Toaff como "un magnífico libro de historia... Toaff cree que desde 1100 hasta aproximadamente 1500 ... varias crucifixiones de niños cristianos sucedieron realmente, causando venganzas contra comunidades judías enteras - masacres punitivas de hombres, mujeres y niños. Ni en Trent en 1475, ni en otras áreas de Europa en la última Edad Media, las víctimas judías fueron siempre inocentes."

"Una minoría de fundamentalistas ashkenazis ... realizaron sacrificios humanos," prosiguió Luzzatto.

Toaff ofrece como ejemplo el caso de Simonino de Trent. En marzo de 1475, poco después de que el cuerpo del niño fuera encontrado en un canal cercano al área judía de Trent, los judíos de la ciudad fueron acusados de asesinar a Simonino y usar su sangre para elaborar los matzot.

Después de un proceso judicial en el cual las confesiones fueron extraídas mediante tortura, 16 miembros de la comunidad judía de Trent fueron ahorcados.

Toaff revela que las acusaciones contra los Judíos de Trent "podrían haber sido verdaderas". Toaff se refiere a descripciones cabalísticas de usos terapéuticos de la sangre y afirma que "un mercado negro prosperó a ambos lados de los Alpes, con comerciantes judíos que vendían sangre humana, con la certificación rabínica del producto - sangre cosher."

El libro ha impresionado a la pequeña comunidad judía del país - en parte porque el autor es hijo de Elio Toaff, el rabino que dio la bienvenida al Papa Juan Pablo II en la sinagoga de Roma hace dos décadas, en una visita histórica que ayudó a mejorar las relaciones entre ambas comunidade, y ha despertado su temor de que abastezca de combustible al antisemitismo.

El autor, que es considerado un experto internacional sobre el pueblo judío italiano, profundiza en esas acusaciones que generaron torturas, procesos, ejecuciones, y comunidades judías europeas periódicamente devastadas.

Los historiadores han calificado hace ya mucho tiempo esas acusaciones como racismo, pero las historias de libelos de sangre permanecieron muy populares en la literatura antisemítica.

Eruditos judíos y católicos han denunciado el trabajo de Toaff, diciendo que simplemente reinterpretó documentos ya conocidos - y ha dado crédito a confesiones extraídas bajo tortura.

En una entrevista con el periódico italiano "La Stampa", Toaff respondió furiosamente a sus críticos, diciendo: "Mi investigación muestra que en la Edad Media, un grupo de judíos fundamentalistas no respetó la prohibición bíblica y usó la sangre como medio de curación. Este fue el caso de un solitario grupo de fanáticos judíos, que pertenecieron a las comunidades que sufrieron las persecuciones más severas desde las Cruzadas, con masacres continuas y conversiones forzadas. De este trauma vino una pasión vengantiva que en algunos casos condujo a variadas respuestas, entre ellas el asesinato ritual de niños cristianos" . Eso podría haber provocado "las acusaciones" del libelo de sangre de que los judíos utilizaban la sangre de los niños cristianos para sus rituales.

El padre de 91 años de Toaff dijo que tenía ganas de leer el libro de su hijo y el examen de los documentos, pero acentuó que según la Torah y la tradición, el consumo de sangre de animal esta estrictamente prohibido, y, desde luego, la humana.

En los últimos días, sin embargo, Toaff ha dicho que "fue entendido mal" . En una entrevista el viernes con la Associated Press, Toaff dijo que no tuvo la intención de afirmar que los asesinatos rituales ocurrieron realmente.
"Creo que los asesinatos rituales nunca ocurrieron" y "No hay ninguna prueba de que los judíos cometieron tales actos", aseguró el profesor Toaff. Pero añadió que las confesiones sostienen realmente alguna verdad – como las liturgias anticristianas utilizadas principalmente en la Pascua de los judíos, cuando la liberación de los israelitas de Egipto se convirtió en una metáfora de la esperanza de que el judaísmo se liberará de su sufrimiento a manos de los cristianos.

"Estas fórmulas litúrgicas en hebreo no pueden ser proyecciones de unos jueces cristianos que no podían conocer estas oraciones, ajenas a los ritos italianos, pero propias de la tradición ashkenazi”.

Toaff de 65 años, un rabino que posee la ciudadanía italiana e israelí, afirmó que "quise ver como los judíos se sintieron en este clima de odio."

El doctor Amos Luzzatto, antiguo presidente de la Unión de Comunidades judías italianas, manifestó a su vez: "yo esperaría a una declaración más seria sobre lo que podría haber de cierto." También expresó su consternación por el sensacionalismo con el cual el Corriere della Sera, principal diario italiano, trató la cuestión.

Eruditos judíos y católicos han criticado el trabajo de Toaff, diciendo que simplemente reinterpretó documentos ya conocidos - y ha dado crédito a confesiones que fueron extraídas bajo tortura.

Los rabinos italianos publicaron una declaración recordando que la ley judía siempre ha prohibido la ingestión de sangre o su utilización para rituales. "Es totalmente inadecuado utilizar declaraciones arrancadas hace siglos bajo tortura para reconstruir tesis históricas extrañas y desviadas" , declararon 12 de los principales rabinos de Italia en un comunicado de prensa que refuta las tesis de Toaff. "La única sangre derramada en estas historias fue la de tantos judíos inocentes, masacrados debido a acusaciones injustas e infames".

La ciudad de Trent, cerca de la frontera austriaca, conmemoró "el martirio" de Simonino durante cinco siglos, hasta que, en 1965, el Vaticano publicó el Nostra Aetate, que apuntó a la extirpación del antisemitismo de la doctrina católica. El Obispo de Trent firmó un decreto que proclama que el libelo de sangre contra los judíos de aquella ciudad era infundado.

El monseñor Iginio Rogger, un historiador de la iglesia que en los años 1960 condujo una investigación sobre el asesinato de Simonino, de 2 años, en Trent, en cuyo proceso 16 judíos fueron ahorcados, señaló que muchos eruditos han llegado a la conclusión de que esas confesiones eran completamente no fiables.

"Yo no querría estar en los zapatos [de Toaff], respondiendo de esto ante historiadores que han documentado seriamente este caso", aseguró. "Los jueces usaron torturas horribles, hasta el punto de que un acusado suplicó: 'dígannos lo que ustedes quieren que digamos.'"

Alessandro Martinelli, el delegado de la Iglesia Católica para el Diálogo Interreligioso en la Diócesis de Trent, recuerda la bien documentada monografía histórica del historiador Diego Quaglioni que refuta la responsabilidad judía en la muerte de Simonino. Una placa que la comunidad ha erigido conmemora la tragedia de los judíos que fueron martirizados llamando a la expiación y reconciliación entre Católicos y Judíos, unidos en su adhesión a la verdad histórica.

El historiador de la Universidad Hebrea, Israel J. El Yuval, un experto en libelos de sangre, comentó que, "según la información que he recibido, la interpretación del profesor Toaff parece inventada".

La Universidad Bar-Ilan comentó que ordenaría que el profesor explicara la investigación sobre la que trata su nuevo libro , condenando cualquier tentativa de justificar "los libelos de sangre."

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