Thursday, June 21, 2007

La casa del Mesías (Sabbatai Tsevi) en ruinas - Jay Michaelson - Zeek












Todas las fotos son obra de Barry Kapandji


Hay una casa, o las ruinas de ella, en el 920 Agora Girisi, en la vieja parte de Izmir (antes Smyrna o Esmirna), Turquía, que los creyentes dicen que era la casa de Sabbatai Tsevi. Hoy aparece abandonada, esperando la demolición - y así esta. Pero los pocos fieles ma'aminim (creyentes) que permanecen en Turquía, durante los tres siglos pasados, la han venerado como un lugar sagrado. Se dice haber visto a ancianas encender velas, y a aparentes musulmanes cantar himnos en ladino. Nunca podremos saber si estos creyentes persistentes, los herederos de la secta secreta de cripto-judíos, a veces llamados los "doenmeh" (traidores), nos dicen la verdad, pero ciertamente son fieles.

Hace unos meses, recibí un correo electrónico de uno de estos fieles. "La casa de Sabbatai Tsevi en Izmir destruida", decía sustancialmente. Él había conseguido mi dirección de uno de los pocos eruditos que estudian a los Doenmeh, y, en una conversación telefónica, muy preocupado, me contó el plan de la municipalidad de Izmir de arrasar la casa para hacer un camino para un parque. (La casa no está lejos de viejo agora romano, e Izmir espera que el viejo sitio arqueológico atraiga a turistas.) No había un minuto que perder, me dijo; la casa había sido ya muy dañada.

Finalmente, mi contacto con este hombre, que me comentó que me refirierá a él como "Barry Kapandji", un seudónimo, condujó a un primer artículo en el Forward, finalmente titulado (no por mí) "El lugar sagrado del falso Mesías de Turquía será destruido". En los cuatro meses entre que Kapandji se puso en contacto conmigo y la publicación del artículo, Kapandji había logrado persuadir a la municipalidad de Izmir de que detuviera la demolición y pensará en conservar la casa. Aunque lo que muestran las fotos es que la mayor parte de la demolición ya ha terminado y el futuro de lo que resta es incierto.

¿Por qué me tomó tanto tiempo escribir el artículo? Principalmente, porque quise que alguien verificará la autenticidad de la casa, o al menos me proporcionará alguna probabilidad de que fuera auténtica. Kapandji pareció ofendido por el hecho de que dudará de su credibilidad - pero aun así quise asegurarme. Encontré realmente algo más, por medio de Cengiz Sizman, graduado en Harvard. Muy documentado en Sabbateanismo, Sizman no podía darme una prueba absoluta, pero realmente me proporcionó algunas pruebas convincentes: una continuada tradición de veneración, los detalles arqueológicos justos y algunas viejas historias que parecieron indicar que esta era, en efecto, la casa del Mesías.

La razón principal de su incierto futuro es que nadie la quiere. Para la diminuta comunidad judía de Izmir, esta es la casa de un hereje - y en un país donde el antisemitismo es todavía una verdadera amenaza (la sinagoga de Estambul fue atacada sólo hace unos años), desenterrar la historia de un grupo de falsos musulmanes que eran realmente judíos secretos, no es exactamente un mensaje positivo a enviar sobre la población judía. Para los doenmeh - o mejor dicho, sus descendientes, la mayor parte actualmente seculares y no demasiado fieles - el sitio es parte de un oscuro secreto de familia. Muchos de los principales ciudadanos de Turquía son de familias doenmeh, y su situación es una especie de secreto a voces, pero casi nadie quiere admitirlo abiertamente. Incluso Kapandji me dijo que la utilización de su verdadero nombre era "totalmente inadmisible." Temía por la seguridad de su familia. (A propósito, no sé quién es el hombre que aparece en las fotografías.) ¿Posiblemente, la municipalidad de Izmir podría capitalizar el valor de la casa para turistas y peregrinos? ¿Pero, realmente, cuántos de ellos permanecen? Probablemente no tantos como los que disfrutarían del parque del agora.

De este modo, por el momento, la casa se debate entre un limbo legal y el abandono físico. Mirando estas imágenes, me recordaron aquellas líneas irónicas del "Ozymandias" de Shelley:

"¡Contemplad mis obras, poderosos, y perded la esperanza!.
Nada más queda. Alrededor de la decadencia
de las ruinas colosales, desnuda e ilimitada
la arena solitaria y nivelada se extiende en la distancia."

En el soneto, las palabras tratan sobre la vanidad y el deseo de poder. Aquí, podría decirse con otras palabras: "Contemplad mi casa, librepensadores" - porque los judíos se han convertido en especialistas en borrar los nombres de sus enemigos. Es lo que les ocurre a quienes se separan.

Y, al mismo tiempo, hay una belleza poética en estas ruinas. Me pregunto quién encendió velas en estos lugares, lo que pensaban, y en que soñaban. Me pregunto en lo que deben haber creído todos estos años.


Este artículo aparece en la edición de junio de la revista de pensamiento y cultura judía Zeek

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1 Comments:

Blogger Rafael V. Rabinovich said...

Interesante. En 1666 Shabtai Tzví cruzó el Mar de Mármara para hacer que el Sultán le diera el dominio sobre las provincias del Mediterraneo sud-oriental, en donde habría de construir el reino judío de Israel.

Su casa está en ruinas, y poquísimos son los donmé que aun creen que era el Mashíaj. Pero ya a nadie se le arresta por cruzar el estrecho de Dardanelos exigiéndole a los turcos que entreguen Eretz Israel a los judíos. Es más, el embajador turco en Tel Aviv con gusto firmaría con su nombre y sello oficial un documento declarando que esa es la tierra de los judíos, y que los turcos no tienen más poder alguno sobre esta.

9:56 AM  

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