(Obama, el nuevo Santo Varón... de la izquierda) Humor, año cero - Élisabeth Lévy
Ya no solamente no se puede uno reír de nada sino que, además, es preciso indignarse a la mínima con todo el mundo. Sépanlo de una vez: el uso del segundo grado está prohibido a escala planetaria. La polémica suscitada por la caricatura del New Yorker representando a Obama como un militante islamista y a su mujer, Michelle, kalachnikov en bandolera, en terrorista(*1), y entre ellos un retrato de Ben Laden y una bandera americana ardiendo en la chimenea, debe servir de advertencia para todos.
Hechos simples y directos. Hablen sin rodeos ni ironías. Precisamente, la ironía era lo que hacia interesante el lenguaje. Bajo el reinado del primer grado y del espíritu de lo serio, el lenguaje es verdaderamente cada vez más inútil, puesto que ya no pretende ceñirse a lo real. Defendamos pues la broma, el ilusionismo, el equívoco. En resumen, defendamos la risa. Como le gusta decir a mi amigo Basile : « hay gente que parecen muertos…”
Saben, cuando he visto la caricatura, he comprendido inmediatamente que la revista denunciaba lo que mostraba: esa caricatura de la pareja Obama agitada y manipulada por los medios de la extrema derecha. Y no es que yo posea un cerebro más veloz que la media. Todo se debe a un viejo truco llamado contexto. Un cerebro humano lo suficientemente ágil puede percatarse de la verdadera intención de la caricatura, solamente observando que no está publicada en un semanario de extrema derecha ni favorable a la actual administración republicana, sino por un semanario afecto a la intelligentsia (N.P.: con doble sentido, referente a la mera inteligencia y al grupo de intelectuales generalmente situados en posiciones de izquierda), y deducir instantáneamente que es afecta al primer grado.
Pero…., parece necesario creer que no ha sido así. Más hoy en día. “Me pregunto cuales hubieran sido las reacciones si [revistas conservadoras como] Weekly Standard o la National Review hubieran publicado esta caricatura”, se interrogaba Jake Tapper0, editorialista político de la cadena de televisión ABC y citado por Liberation. Lo que resulta francamente inquietante es que sea necesario explicar como el sentido de esa caricatura sí hubiera sido diferente en publicaciones de ese cariz.
Pero…, inmediatamente, el corazón de las vírgenes se ha desgarrado contra esa « ofensiva caricatura”, denunciada no solamente por el entorno del candidato Obama, sino también por su rival republicano en persona. Y nadie ha enarbolado la libertad de prensa, ni siquiera el Liberation que consagra un artículo “mitigado” a la caricatura que ha “desatado el escándalo”.
El interés de este affaire proviene de que las protestas más ruidosas no vienen de ajados reaccionarios ni de evangelistas iluminados, sino del "campo del Bien", muy a menudo llamado “la izquierda” en nuestros predios. Además del destierro del segundo grado, las fuerzas vivas del progresismo han decretado que Barack Obama, su nuevo ídolo, forma parte de esos sujetos de los que no se bromea, ni donde es posible el equivoco o la burla. Al igual que la violencia contra las mujeres, la pedofilia, el nazismo, el sida, el desarrollo sostenible, el racismo, la guerra. El humor…, ya se sabe donde puede acabar. ¿Reír, no supone eso ya justificar la burla o el equivoco? Y ya sabemos lo que ocurre: se comienza divirtiéndose y se acaba votando a Le Pen.
(*1 - N.P.: más bien con un look muy black panther. ¿Se acuerdan de los buenos tiempos, cuando la gente guapa y liberal americana, es decir, los groupies más fashionables de esa nebulosa izquierda americana, los invitaba a sus partys?
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