Tuesday, August 26, 2008

En Londonistán (perdón, Londres), una conferencia sobre el Califato atrae adeptos - Point de Bascule

El Hizb ut-Tahrir (Partido de la Liberación) se describe a sí mismo como un partido político islámico. Habría millones de seguidores en todo el mundo que militan activamente en favor de un retorno a la gloriosa época del Imperio Otomano, la abolición de las fronteras y el establecimiento de un califato transnacional. Para este grupo, los musulmanes no deben identificarse con una nacionalidad, sino unirse solamente en tanto musulmanes, dentro del marco de la Ummah, ya que los sentimientos patrióticos o nacionales no son islámicos.

Una conferencia de un día se celebró la semana pasada en Londres, con la asistencia de entre 2.000 y 2.500 musulmanes devotos y entusiastas, para discutir el restablecimiento del Califato islámico.

Para comprender la visión política detrás del proyecto del Califato islámico, reproducimos extractos de un documento en línea de un portal islámico que explica la diferencia entre el sistema democrático occidental y el sistema islámico del Califato:

El sistema democrático se opone al sistema de poder en el Islam tanto en sus fundamentos como en sus detalles. La democracia revela incredulidad (Kufr), mientras que el sistema islámico se basa en la fe (imân). Por otro lado, el estado Islámico ha garantizado la aplicación del sistema del Islam durante más de trece siglos sin tener que utilizar el término democracia ni referirse a sus conceptos.

Democracia

En una democracia, las bases de poder emanan del espíritu humano imperfecto y propenso al error. La democracia se basa en dos ideas: la soberanía pertenece al pueblo, y el pueblo es la fuente de poder. La política exterior se basa en el respeto de las fronteras estatales y de las aguas territoriales. Se considera sagrada la libertad de los pueblos para elegir sus sistemas y sus leyes.

En una democracia es posible rebelarse contra las órdenes del jefe del Estado, y demostrar y declarar el desacuerdo con respecto a su política. Además, está permitido construir partidos con principios diferentes al Islam (fundados en el laicismo, el nacionalismo, el ateísmo, etc) ..

La democracia permite - en teoría - que cualquier persona pueda pretender el puesto de jefe del Estado, independientemente de sus habilidades, de sus cualidades personales y de su religión.

En una democracia el secularismo impera. El individuo también tiene el derecho a adherirse a cualquier opinión o pensamiento. Al orador se le permite defender cualquier idea o creencia, y puede expresarse de la manera que quiera, sin que el Estado ni los particulares tengan el derecho de prohibirle nada. Por otra parte, las leyes de la democracia tienen como objetivo preservar esta libertad de expresión, avalando las opiniones que se oponen a la religión y que blasfeman en contra de ella (el libro de Salman Rushdie es un ejemplo).

Califato

En el sistema islámico los fundamentos del poder provienen de la revelación del Creador absoluto y perfecto. La soberanía pertenece a la Sharia (o ley islámica), no al pueblo o la Ummah. La política exterior se centra en la jihad por la difusión del Islam, y combate las fronteras y las barreras físicas que impiden el paso de personas que pretenden la adoración del Señor de los hombres.

El Califato no reconoce fronteras o la independencia de un país islámico en detrimento de otro. La Ummah es una única e indivisible. Hay un solo Estado, un ejército, una sola bandera. El sistema de poder islámico disuelve el nacionalismo islámico, al que sustituye el vínculo ideológico del Islam.

La obediencia al Califa es obligatoria, a menos que la orden vaya contra la ley islámica. Está prohibido formar partidos políticos distintos de los que se basan en el Islam, en su doctrina y su sistema. Sólo un musulmán, y de sexo masculino, puede ocupar la posición de Califa.

La Sharia reina, no el laicismo. Las libertades, en el sentido occidental, están prohibidas porque se oponen a las disposiciones de la Sharia. Queda estrictamente prohibido para los musulmanes cambiar de religión. Así el hadith estipula: "Matad a cualquiera que reniegue de su Islam".

En el Islam, la opinión pública no es libre, sino sujeta a la ley islámica. Existen tres tipos de opinión:

* La opinión prohibida, como la difamación, la calumnia, la difamación contra la mujer virtuosa, los ataques o insultos contra el Islam, etc.

* La opinión obligatoria, como la obligación de realizar los actos convenientes y advertir contra los actos reprensibles, pudiendo pedir cuentas a los gobernantes, etc.

* La opinión sometida a la indiferencia jurídica: decir el bien o callarse.

Los no musulmanes tendrán un estatuto "honorable" en el Califato. Serán conocidos como dhimmis (la gente del contrato, de la garantía y de la protección). (Nota del editor: La realidad que se omite mencionar es que el dhimmi está sujeto a un impuesto de capitación abrumador y que debe ser humillado).

El documento concluye de la siguiente manera: "La amalgama que algunos realizan entre el Islam y la democracia es sólo una visión superficial debido a un juicio precipitado. El análisis nos muestra que estos dos sistemas son diametralmente opuestos, tanto en los principios como en los detalles ".

(N.P.: ¿Serán una manifestación más de ese fantasmagórico y renombrado Islam moderado?)

Point de Bascule (merci UPJF)

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