Friday, December 26, 2008

Curiosidades del Center for Advanced Judaic Studies 2007-2008



- La poesía litúrgica de Yose ben Yose

Yose (hijo de Yose) es el primer poeta judío de finales de la antigüedad conocido por nosotros por su propio nombre y uno de los mejores poetas hebreos de todos los tiempos. Yose nació en algún momento de principios de siglo V d.C., en Palestina - muy probablemente en la Galilea -, y fue uno de los primeros en introducir la poesía en los servicios de la sinagoga. Esta poesía litúrgica, también conocido como Piyyut (una palabra y préstamo griego), adquirió poco a poco su prestigio cultural y se convirtió - a mediados del siglo VII - en un rasgo distintivo en el rito litúrgico palestino. Un manuscrito de la colección de Genizah del Center for Advanced Judaic Studies (Halper 247, folio 2v) conserva una bella composición que ilustra el arte de Yose. En el poema "En Lanu Kohen Gadol " (No tenemos Sumo Sacerdote) - que se cantaba en Yom Kippur - se pretende poner de relieve la crisis religiosa que siguió a la destrucción del templo de Jerusalém. Yose enumera la pérdida de los rituales del templo y lamenta la caída de Israel dentro de una brillante poética a la moda, como las siguientes líneas demuestran:

No tenemos //Sumo Sacerdote //¿Cómo seremos perdonados //por nuestra transgresión?//
El servicio del templo ha sido eliminado //cómo serviremos a Dios mientras los extraños nos dominan?//
Ya no hay más // sacrificios de corderos //¿cómo vamos a inmolar si Jerusalém está destruida?//
La oración ha cesado en la casa de oración //¿Cómo ofreceremos oraciones si Dios nos rechaza?//

Hemos pecado //!!Qué el Poderoso, nos perdone, nuestro Creador !!




- Una inscripción griega en una lápida

El Center for Advanced Judaic Studies Library posee una placa de mármol griego que contiene el epitafio de un hombre o de un niño cuya identidad judía se manifiesta por el nombre de Jeremías y la imagen de una menorah inscrita en la esquina inferior derecha de la lápida. Esta inscripción en la lápida inscripción probablemente data de los siglos IV y V d.C., posiblemente de Palestina. Entre las características notables de este breve pero enigmático texto está la aparición de dos nombres de personas anteriormente no atestiguados, ya sea en la onomástica judía o en la greco-romana: Kolokasias y el sustantivo femenino Theodotus. Se propone que la inscripción sea traducido como sigue:

"Tumba de Jeremias Kolokasias. Iose y Theodotus (han hecho esto) para su hijo".




- Cuencos arameos mágicos

Las prácticas mágicas formaban parte de la vida cotidiana en la antigüedad. Los magos realizan su oficio con muchos efectos prácticos y para el beneficio de la gente. Como la magia es ante todo una técnica pragmática, los elementos y experiencias mágicas de cada comunidad étnica han cruzado fácilmente las fronteras religiosas, especialmente en los casos en que los hechizos tenían "éxito". Por otra parte, los magos han controlado cuidadosamente sus exclusivos y particulares conocimientos. Transferidos oralmente o por escrito a través de textos, fueron incluso modificados, ya que ese conocimiento se adecua a unas normas culturales y los préstamos son asimilados a las propias tradiciones. La interacción profesional entre judíos y otros expertos en hechizos (cristianos, mandeanos, zoroastrianos y paganos) generó una tradición mágica compartida más allá de la diferenciación cultural.

Los cuencos o platos mágicos arameos, fabricados en Babilonia entre los siglos V y VII d.C., ejemplifican una de las formas en la que los judíos establecieron su propio tipo de adjuraciones de similar género a las que luchaban contra las prácticas demoníacas. El origen judío de estos encantamientos se pone de manifiesto en los versículos bíblicos y de la Mishna que citaban y por sus referencias a la mística judía y a las tradiciones litúrgicas. Al mismo tiempo, sugieren poderosamente un toma y daca en las relaciones entre los judíos y sus vecinos en este ámbito de la religión popular. Por un lado, dioses babilónicos, persas y otras entidades espirituales son invocados en algunos de estos cuencos (junto con Jesús) con el fin de expulsar a perniciosos demonios y hechicerías malignas de las casas y del cuerpo de las personas para quienes estos cuencos estaban destinados. Por otro lado, los nombres de las personas mencionadas en estos cuencos testifican que de hecho muy a menudo no eran judíos ellos mismos.

Por lo tanto, es evidente que a finales de la antigüedad, en Babilonia, todos los judíos expertos en magia estaban literalmente muy familiarizados con la tradición de sus antepasados, empleando varias clases de "conocimientos beneficiosos" tanto de origen judío como no judío. El hecho de escribir encantamientos en cuencos de arcilla que buscan curar y proteger a sus propietarios de nocivos demonios y perniciosas hechicerías atendía a una comunidad mucho más amplia que la propiamente judía.

Textos e imágenes de Jewish & Other Imperial Cultures in Late Antiquity - Center for Advanced Judaic Studies

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4 Comments:

Anonymous Anonymous said...

No tenemos //Sumo Sacerdote //¿Cómo seremos perdonados //por nuestra transgresión?//
El servicio del templo ha sido eliminado


De esto hablamos el otro día en una pausa de estudios bíblicos.

Sin templo el judaismo está cojo, no es así?

El perdón de los pecados se lleva a cabo durante el Yom Kippur, no obstante, éste no es nada más que un apaño del ser humano que contraviene la ley mosaica.

Un ayuno no se puede comparar a un sacrificio de sangre puesto que según la ley, No hay remisión de pecados sin derramamiento de sangre...

3:56 AM  
Blogger Fabián said...

No sería "Lanu Lo Kohen Gadol"?

Lanu Kohen Gadol es "Tenemos Sumo Sacerdote".

"Sin templo el judaismo está cojo, no es así?"

No, se ha desarrollado y embellecido.

10:11 AM  
Blogger José Antonio said...

Ok Fabián, era: En Lanu Kohen Gadol (We Have no High Priest)

10:50 AM  
Anonymous Anonymous said...

Fabián:
No, se ha desarrollado y embellecido

No, sin ley mosaica el judaismo está cojo, sin derramamiento de sangre no hay auténtica remisión de pecados.

Cada vez veo más al judaismo como al catolicismo: una serie de reglas humanas que sustituyen a las leyes divinas.

Mientras unos en vez de tener en el centro de estudio la Torah, colocan el Talmud, otros desplazan el Nuevo Testamento con el catecismo de la iglesia católica...

Es trágico.

1:26 PM  

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