Un disparate suicida - Salvador Sostres - El Mundo
Berlusconi expresó en su visita a Tierra Santa que su mayor deseo es que Israel ingrese en la Unión Europea. Las primeras voces de resistencia ya se han oído. La vieja judeofobia sigue recorriendo Europa como un fantasma. No dudo de la buena intención del premier italiano, y naturalmente sería un honor formar parte de cualquier asociación o club del que el pueblo elegido formara parte.
Pero de ninguna manera le aconsejaría a Israel que ingresara en la Unión Europea. Esta Unión sin valores claros y sin ninguna determinación. Esta Europa que, de no ser por Estados Unidos, habría sido sonoramente derrotada por Hitler, derrotada moral y militarmente. Esta Europa colaboracionista, esta Europa Halifax. Esta Europa que meció pasmada los cadáveres en Bosnia hasta que una vez más, América llegó para salvarnos. Esta Europa áspera y cansada, incapaz de cualquier regeneración, frívola, y que manifiesta un creciente desprecio por la vida. Si Israel ingresara en la Unión, multitud de reuniones se convocarían para establecer hasta qué punto llega su derecho de defenderse y qué es una respuesta proporcionada. Si Israel ingresara en Europa, el antisemitismo atroz de Moratinos sería algo más que el siniestro rumor que es ahora y tal vez resultaría vinculante en alguna desgraciada ocasión.
En Israel se libra una guerra crucial. Israel es el resumen de la libertad y si ella cae, caeremos todos los demás. La Unión Europea, con su vergonzoso pasado de cobardía y de equivocación, es en gran parte responsable de la soledad en que se encuentra Israel y de la impunidad de los ataques terroristas que casi cada día sufre, y ha contribuido con total irresponsabilidad a la propaganda victimista de Palestina. Lo de Francia no tienen nombre, en este sentido. La España de Zapatero -y de Moratinos- es también un lamentable espectáculo de ignorancia y de crueldad.
Tengo la absoluta certeza de que el mejor pueblo de la historia de la humanidad, el que más ha sufrido y el que una mayor lección ha dado de supervivencia y orgullo, vive y vivirá mucho más libre y seguro decidiendo él mismo su destino con la complicidad, cuando la requiera, de Estados Unidos. Sería un funesto error, de consecuencias impredecibles, que Israel tuviera que poner en consideración de la Vieja Europa su derecho de defenderse, su derecho a vivir en democracia y en paz. Nos jugamos demasiado en ese conflicto histórico, fundamental. No basta con ir alargando la agonía, no basta con la fatua estabilidad: hay que ganar, porque la libertad retrocede cuando no avanza.
La Unión Europea, teniéndolo todo a favor para liderar el mundo, siendo la cuna de la única civilización de la historia, ha desarrollado durante todo este tiempo un penoso papel de comparsa, sin ninguna valentía y sin ninguna dignidad. Que Israel mantenga intacto su ejemplo de coraje y de capacidad de comprometerse por lo que cree. Que Israel mantenga heroica la altura de su vuelo y que no permita que nadie vuelva a arrastrarla en la inmoralidad y la apatía. No dudo de la buenas intenciones, y hasta de la ternura de Berlusconi. Pero lo de que Israel ingrese en la Unión es un disparate suicida para uno de los pocos pueblos, junto a América, que en la lucha por la libertad mantiene altos los estandartes y aún no se ha rendido. Si Italia quiere ayudar, que venda armas a buen precio. Esto es una guerra y tenemos que ganarla los buenos.
Pero de ninguna manera le aconsejaría a Israel que ingresara en la Unión Europea. Esta Unión sin valores claros y sin ninguna determinación. Esta Europa que, de no ser por Estados Unidos, habría sido sonoramente derrotada por Hitler, derrotada moral y militarmente. Esta Europa colaboracionista, esta Europa Halifax. Esta Europa que meció pasmada los cadáveres en Bosnia hasta que una vez más, América llegó para salvarnos. Esta Europa áspera y cansada, incapaz de cualquier regeneración, frívola, y que manifiesta un creciente desprecio por la vida. Si Israel ingresara en la Unión, multitud de reuniones se convocarían para establecer hasta qué punto llega su derecho de defenderse y qué es una respuesta proporcionada. Si Israel ingresara en Europa, el antisemitismo atroz de Moratinos sería algo más que el siniestro rumor que es ahora y tal vez resultaría vinculante en alguna desgraciada ocasión.
En Israel se libra una guerra crucial. Israel es el resumen de la libertad y si ella cae, caeremos todos los demás. La Unión Europea, con su vergonzoso pasado de cobardía y de equivocación, es en gran parte responsable de la soledad en que se encuentra Israel y de la impunidad de los ataques terroristas que casi cada día sufre, y ha contribuido con total irresponsabilidad a la propaganda victimista de Palestina. Lo de Francia no tienen nombre, en este sentido. La España de Zapatero -y de Moratinos- es también un lamentable espectáculo de ignorancia y de crueldad.
Tengo la absoluta certeza de que el mejor pueblo de la historia de la humanidad, el que más ha sufrido y el que una mayor lección ha dado de supervivencia y orgullo, vive y vivirá mucho más libre y seguro decidiendo él mismo su destino con la complicidad, cuando la requiera, de Estados Unidos. Sería un funesto error, de consecuencias impredecibles, que Israel tuviera que poner en consideración de la Vieja Europa su derecho de defenderse, su derecho a vivir en democracia y en paz. Nos jugamos demasiado en ese conflicto histórico, fundamental. No basta con ir alargando la agonía, no basta con la fatua estabilidad: hay que ganar, porque la libertad retrocede cuando no avanza.
La Unión Europea, teniéndolo todo a favor para liderar el mundo, siendo la cuna de la única civilización de la historia, ha desarrollado durante todo este tiempo un penoso papel de comparsa, sin ninguna valentía y sin ninguna dignidad. Que Israel mantenga intacto su ejemplo de coraje y de capacidad de comprometerse por lo que cree. Que Israel mantenga heroica la altura de su vuelo y que no permita que nadie vuelva a arrastrarla en la inmoralidad y la apatía. No dudo de la buenas intenciones, y hasta de la ternura de Berlusconi. Pero lo de que Israel ingrese en la Unión es un disparate suicida para uno de los pocos pueblos, junto a América, que en la lucha por la libertad mantiene altos los estandartes y aún no se ha rendido. Si Italia quiere ayudar, que venda armas a buen precio. Esto es una guerra y tenemos que ganarla los buenos.
Labels: Prensa
posted by José Antonio at 7:18 PM
3 Comments:
El Mundo se ha salido del tiesto..! estupendo análisis y de claras consecuencias, nos descubre algo que muchos sabemos, Europa es merde.
Me parece interesante el comentario, cada uno idealiza el país que quiere, tenga o no razón. Me sorprende la comparación entre los EEUU y la Unión Europea. Igual deberíamos ver también las diferencias, y luego volver a juzgar las cosas.
Los EEUU disfrutan de una geografía equivalente a la de toda Europa, donde todos hablan un idioma, siguen las pautas de un solo gobierno, y cuentan con un solo ejército. La historía del país no llega a los 250 años, y solo tuvieron una guerra civil. Europa, por otro lado, es bastante mas vieja, ha tenido bastantes mas conflictos internos que los EEUU, y Unión Europea o no, sigue habiendo decenas de países que hablan distintos idiomas y que defienden sus propios intereses. Con lo cual, aunque desde mi punto de vista es innegable que la unión europea ha tenido y tendrás sus beneficios, me parece irrisorio compararla a los EEUU en algo que no sea el ámbito económico, que de por sí, tampoco es comparable al 100%. Tiene que haber tantos partidos políticos en toda Europa como ciudades hay en Estados Unidos con el nombre de Springfield. En fin, me ha parecido entretenida la comparación, la próxima vez, igual puede comparar Israel a Euskadi, y seguimos con el entretenimiento.
http://rebolloa.blogspot.com/
"igual puede comparar Israel a Euskadi"
Sinceramente, veo a las euskaldunes muy poco amenazados por Irán y el Islam "moderado", y por la buena conciencia europea.
Respecto a yankilandia y a eurocomoda, hay que reconocer que para la primera se trata de mantener su estatus más o menos imperial, y que la segunda también va por ahí (un estatus secundario pero fundamental), pero el peligro lo tiene bastante mas cercano, de hecho en algunos países sureños está a escasas decenas de kilómetros, pero también hay que reconocer que parte de su élite apostó por el contubernio de progreso(como solución de mano de obra, demográfica, etcétera...) y ahora se está dando de bruces con las crías de cuervos.
Suerte que con la buena conciencia europea y su alta consideración de si misma (por su facilidad a la hora de exportar y exigir normas y actitudes a los demás - independientemente del lugar, de la historia...-, y la facilidad que las matizará y obviará cuando empiecen a afectarle.
Bendito Schengen
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