Wednesday, January 26, 2011

Palestinian Papers - Los medias occidentales a cara descubierta


No podía faltar, Al-Jazeera es "sionista". Raro me parece que no hayan dicho aún que es una sucursal del Mossad.

La Oficina de Relaciones Exteriores británica, la BBC y la Europa liberal y progresista devastada ante las revelaciones sobre los asentamientos israelíes. The Guardian furioso ante el débil y cobarde liderazgo palestino - Robin Shepherd

Game over. No hay vuelta atrás. Un edificio entero construido sobre la demonización de Israel se ha convertido definitivamente en un montón de chatarra, y ya nunca podrá ser reciclado de nuevo [N.P.: que ingenuidad la de Robin Shepherd. Los edificios de la izquierda suelen convertirse rutinariamente en chatarra y sin embargo ahí están levantándose de nuevo, como únicas fuentes de verdad y de justicia]. Este es el mensaje sin concesiones que se extrae de las revelaciones sobre las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos. Para horror de una intelectualidad política europea que se ha mantenido firme hasta el punto de desembocar en el fanatismo en lo que respecta a su oposición a los "asentamientos israelíes" en el este de Jerusalén, los dirigentes palestinos - ahora lo sabemos - aceptan desde hace tiempo la gran mayoría de esos asentamientos israelíes hasta considerar que sería legítimo que se convertirían en parte de Israel en cualquier acuerdo de paz razonable.

Esto es completamente devastador, ya que al mismo tiempo demuestra que desde la Oficina de Relaciones Exteriores británica a la BBC, desde la Comisión Europea y a las ONG apasionadamente anti-israelíes de la Unión Europea, todos ellos han venido adoptando una posición significativamente más inflexible en la cuestión de los "asentamientos" que los propios dirigentes palestinos, además de evidenciar que para el propio liderazgo palestino las llamadas "fronteras" de 1967 - el cliché de platino de prácticamente todos los críticos anti-israelíes - son irrelevantes para las perspectivas de una paz duradera.

En uno de sus más columnas mas resentidas desde hace años, The Guardian tiene un ataque de apoplejía no tanto con Israel, sino con una dirección palestina que efectivamente ha dañado gravemente y sin rodeos la credibilidad del propio mantra del Guardian sobre el Oriente Medio. Los dirigentes palestinos, clamaba el diario, han demostrado ser "débiles" y "cobardes". Sus concesiones llegaron hasta la "entrega de la tierra en la que los palestinos han vivido durante siglos". Y esas palabras parecían acercarse alarmantemente a la posición adoptada por Hamás, "La Autoridad Palestina puede continuar como un gestor, pero a partir de ahora mismo, su legitimidad como negociadores ha terminado para todos en la calle palestina". Esta es una manifestación de auténtico rencor.

El liderazgo palestino acepta lo que cualquier persona razonable hubiera sido capaz de aceptar durante décadas. Pero para Guardian se trata de unos cobardes perdedores (...)

Pero esto se pondrá peor. La única manera concebible de salir de esta decepción para la comunidad anti-israelí es darlo la vuelta y sostener - como ya están realizando diversos analistas y periodistas en la BBC - de que todo esto, lo que realmente nos muestra, es la extensión de la "intransigencia" de Israel: los palestinos ofrecen todas estas concesiones y aún así los israelíes dicen que no! Esta fue la línea adoptada por Paul Danahar, el jefe de la oficina de la BBC en el Oriente Medio, quien casualmente afirmó que, "Los israelíes groseramente rechazaron importantes concesiones". Menos mal que en la BBC nadie toma partido.

De manera tragicómica, no quieren abrir los ojos. Privada y moralmente, el liderazgo palestino parece contemplar que no hay nada ilegítimo o incluso especialmente problemático en la mayoría de los "asentamientos", (lo que bastantes observadores razonables en el Oriente Medio han estado diciendo durante años). Esto lo sabemos por propias pérdidas. Sin embargo, pública y políticamente no pueden vender tales concesiones a su propia gente. Esto lo sabemos porque están tratando de distanciarse de las filtraciones, y debido a que ellos mismos educan a su propio pueblo en un rechazo implacable que se extiende a la propia "moderada" Autoridad Palestina cuando glorifica a los terroristas suicidas y a otros terroristas dando sus nombres a calles y plazas.

Como es lógico y razonable, la respuesta de Israel es ver las "concesiones" por lo que realmente son: buenas intenciones en la medida en que pudieran ir adelante, pero imposibles de aplicar en la práctica. Aparte de la cuestión del control de Gaza por Hamas, los palestinos han estado jugando el mismo viejo juego de decir una cosa a una audiencia externa (negociadores israelíes, medios occidentales, etcétera) y otra cosa a la sociedad palestina. No son por lo tanto un socio creíble para la paz, y los israelíes no necesitan "rechazar groseramente esas importantes concesiones” para entender esto.


The Guardian se embrolla a si mismo - Melanie Phillips - Spectator
(…)

Mucho más importante, ¿acaso resulta probable que los palestinos hayan ofrecido aceptar la "asentamientos" como un hecho consumado e incluso renuncien a casi todas sus reclamaciones sobre Jerusalén para vivir en paz junto a Israel? Después de todo, ellos siempre insisten en que los asentamientos son el gran obstáculo para continuar las negociaciones, que Jerusalén es su capital y que nunca, jamás, podrán aceptar a Israel como estado judío. Y dado que se parece tanto a lo que Israel ofrecía bajo el Primer Ministro Ehud Olmert, ¿cómo puede ser que esta oferta palestina con tanta concordancia con la de Olmert no diera lugar a un acuerdo?

Y aquí está la clave de todo esto. Lo que me sugiere a mí todo esto es que se ha invertido este escenario (el ofertante). La oferta era la de Olmert a Abbas, al igual que el intercambio de territorios y la división de Jerusalén. La oferta realizada en secreto y rechazada por los palestinos era la del primer ministro israelí. Por ejemplo, el diario Los Angeles Times la resumió así:
"Al-Jazeera dice que los documentos también revelan que los palestinos estaban dispuestos a dividir la Ciudad Vieja, limitar el retorno de los refugiados palestinos a 100.000 personas y reconocer a Israel como un estado judío"
Voila, esa fue, más o menos, la posición israelí (la esbozada por Ehud Olmert en 2008).

Ahora bien, la inversión de la realidad para que la atribución de las actitudes o el comportamiento real se achaquen a la otra parte es una típica variante islámica de las permitidas por la práctica religiosa de la taqiyya (un mandato que permite mentir o falsear para ayudar a la causa del Islam). El mundo islámico constantemente la utiliza en contra de Israel y los judíos, por ejemplo, negando el Holocausto mientras se afirma que Israel está perpetrando un holocausto o un genocidio en Gaza, o solicitando un "derecho de retorno" imitando la Ley de Retorno de Israel. ¿Acaso no resulta una extraña coincidencia que los supuestos ofrecimientos palestinos que mencionan esos papeles se parezcan tanto a las concesiones ofrecidas por Ehud Olmert?

Hay una persona que no encuentra extrañas estas "coincidencias". Es alguien como el presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas. Según informa la BBC en su página web:
"Abbas, quien tiene previsto celebrar conversaciones sobre el proceso de paz este lunes con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, dijo que las negociaciones habían sido llevadas a cabo abiertamente, y que sus amigos los líderes árabes estaban al tanto de su contenido. "Lo que se pretende crear (con los Palestinian Papers) es confusión. Lo que se ha presentado ayer como proposiciones palestinas son israelíes..., por lo tanto ha existido intencionalidad (de equivocar y dañar)", dijo en El Cairo en declaraciones citadas por Reuters
Más ejemplos. El jefe negociador palestino, Saeb Erekat, quien es citado en estos documentos como diciendo que "hemos ofrecido la mayor Yerushalayim [Jerusalén en hebreo] de la historia judía", dijo más tarde a Al-Jazeera:
"En varias ocasiones he dicho en Al-Jazeera que nosotros, la Autoridad Palestina, nunca renunciaremos a ninguno de nuestros derechos. Si hubiéramos ofrecido realmente a Israel los barrios judío y armenio de Jerusalén Este y la Yerushalayim más grande ofrecida tal como se dice, entonces ¿por qué Israel no firmó un acuerdo sobre el estatuto final?", se preguntó. “¿No resulta extraño que nosotros hubiéramos ofrecido todas esas concesiones que Israel nos exige y sin embargo aún no exista un acuerdo de paz?

Palestinian Papers: Un 99% de autobombo publicitario y un 1% de noticias - Noah Pollak - Commentary

Ustedes no esperarían otras cosa de Al-Jazeera y del diario británico The Guardián sino que estiraran al máximo los "Palestinian Papers", esas transcripciones filtradas recientemente sobre las negociaciones entre palestinos, israelíes y funcionarios americanos durante el gobierno de Bush. Y por lo que han obtenido, al día de hoy, se aprecian ciertos shock en algunos “expertos en política exterior”. De hecho, un editor de la revista Foreign Policy fue tan lejos como para declarar en Twitter que la "solución de dos Estados estaba muerta" como resultado de estas revelaciones.

Pero la realidad de estos supuestos documentos resulta ser muy aburrida. Sí, durante los meses cercanos a la cumbre de Annapolis en 2008 hubo negociaciones sobre esas cuestiones. Sí, estas negociaciones trataron de las fronteras, Jerusalén, los refugiados, la seguridad, y los asentamientos. Sí, las dos partes discutieron intercambios de territorio que permitieran a Israel conservar los grandes bloques de asentamientos. Sí, los palestinos reconocieron en privado que el barrio judío de Jerusalén no les sería entregado y que Israel no daría su consentimiento a ser inundado con millones de refugiados árabes. Sí, en privado los negociadores se trataron con amabilidad y respeto. No, las conversaciones no tuvieron éxito. ¿Esto es una noticia?

Sin embargo, los "Palestinian Papers" dejan en mal lugar a la actual líder de la oposición en Israel, Tzipi Livni, quien por aquel entonces, con el primer ministro Ehud Olmert, era la ministra de Asuntos Exteriores de Israel y uno de los dramatis personae de las negociaciones. La responsabilidad política de Livni resulta tan cuestionada que muchos israelíes temen que no sea lo suficientemente fuerte como para ser primera ministra. Ella tiene la tendencia a denigrar a su propio bando como forma de congraciarse con un público hostil. A día de hoy, las fuertes críticas que ha realizado a su propio país y a su gobierno antes audiencias extranjeras le han proporcionado bastante poco afecto en Israel (véase su reciente aparición con Christiane Amanpour en la cadena americana ABC). Parece que ella piensa que así gana puntos por su imparcialidad.

Los “Palestinian Papers" parecen mostrar que esa actitud también la repite en privado, ofreciendo connivencia con los palestinos para inventar pretextos para liberar a terroristas de la cárcel y desestimar la presencia de Israel en los Altos del Golán ("Les estamos dando el Golán - a los sirios -"). Estas indulgencias pueden fijarse en las mentes de los votantes en Israel y hacer que sea mucho más difícil para ella disipar los temores que suscita en caso de llegar al puesto de primer ministro.

Sin embargo, el mayor perdedor por lo que se refleja en los “Palestinian Papers" es alguien que ni siquiera estaba en la escena en ese momento, el Presidente Obama, quien optó por hacer de los asentamientos israelíes la pieza central del proceso de paz. Los documentos muestran que una de las escasas áreas en la que las partes parecían haber llegado cerca de un acuerdo fue en la aceptación de los canjes de territorios como una solución a la controversia de los asentamientos. Hoy, a instancias del propio Obama, los palestinos insisten en una congelación completa de la construcción en los asentamientos antes de comenzar las conversaciones - incluso en aquellas zonas que hace dos años se había acordado que pasaría de facto a formar parte de Israel. Con su actitud, Obama hizo dar marcha atrás al reloj en uno de los pocos puntos de consenso y de progreso entre ambas parte. El Jerusalem Post capta perfectamente lo absurdo de la situación:

Con la Autoridad Palestina convirtiendo en un incidente internacional todos los planes para la construcción en los barrios judíos de Jerusalén más allá de la Línea Verde, estos 1.600 documentos procedentes en su mayoría del propio equipo negociador palestino, nos muestran que en 2008 la Autoridad Palestina estaba dispuesta a reconocer el eventual control israelí sobre todos esos barrios con la excepción de Har Homa.

Pero achacárselo ahora a los palestinos es realmente injusto. Ellos no hicieron de la construcción en los barrios judíos en Jerusalén un "incidente internacional". La culpa es de Obama, quien ha criticado la construcción en esos barrios en varias ocasiones. No hay muchas noticias más en los “Palestinian Papers” para cualquier persona familiarizada con las negociaciones de Annapolis de la época. Sin embargo, sí proporcionan otro ejemplo de lo mal que ha manejado el el proceso de paz la administración Obama.


PD. Las cosas de los corresponsales del Global:

Por cierto, el último corresponsal del Global deja traslucir que sufre por las mismas heridas que sus antecesores. Tras criticar indirectamente a la Autoridad Palestina por el presunto contenido de lo publicado por Al-Jazeera, como la cabra tira al monte, se ve en la obligación de criticar a Israel, of course, y lo más increíble, a un Netanyahu que durante las negociaciones de 2008 no pintaba nada:
Pero también habrá daño para Israel. Los papeles de Palestina demuestran que Israel ha mentido cuando se ha escudado en la "falta de interlocutores" y que desde 1991 ha mantenido una posición maximalista: o se aceptan todas sus exigencias, o se vuelve al punto de partida. La posición de Benjamín Netanyahu no se refuerza por la filtración, sino al contrario.
Veamos alma cándida del Global, de qué sirven unos supuestos "verdaderos interlocutores" que a la hora de la verdad no sólo no informan a su pueblo del contenido de unas negociaciones sino que lo niegan. Me informa por favor cómo lograrían que su pueblo aceptara un acuerdo cuyo contenido de cara al público han estado negando repetidamente una y otra vez. ¿Acaso les gusta quedar con el trasero al aire y "donde dije digo, digo Diego".

¿Se refuerza acaso la posición de unos interlocutores palestinos que, en el mejor de los casos, están retomando las ideas de la proposición de Ehud Olmert de 2008, pero que luego, cuando "salen a la luz", las niegan fervorosamente? ¿Ese es un indicio de confianza, cuando todo queda por hacer para informar a su pueblo?

Me temo que es otra vertiente de esa idea tan occidental y políticamente correcta que afirma que las "víctimas" perennes de Occidente no cometen errores, y si lo hacen es culpa de Occidente (el "buen salvaje" siempre es inocente al no estar "contaminado" por la decadente civilización capitalista occidental, y algo de eso parece desprenderse de la falta de críticas y de esa especie de tutela y suficiencia paternalista que sobre sus hechos y acciones manifiestan las "bellas almas" de progreso). Ya sabemos que las "bellas almas" occidentales prefieren las revoluciones a distancia, con su "mando" dador de lecciones presto para ayudar a la configuración de los canales.

Marchando una de penitencia occidental políticamente correcta para el corresponsal del Global.

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