Sunday, February 27, 2011

"Una rosa en el desierto". La revuelta árabe tiene poco glamour para el Vogue





En un blog del Foreign Policy aparece un aspecto muy curioso sobre la revuelta árabe: la misma prensa occidental que ahora se deshace en elogios por la lucha por la libertad y contra los tiranos árabes, no duda en deshacerse en elogios por las clases autarquicas gobernantes. Mientras estén en el poder, claro está.
Es difícil imaginar que el editor del Vogue no se despierte esta mañana y considere que sería sumamente embarazoso publicar un reportaje tan pelota y azucarado justamente en estos momentos, cuando se experimenta la mayor agitación conocida en las dos últimas generaciones en el Oriente Medio, acerca de la familia gobernante de Siria. Pero eso parece ser exactamente lo que ha sucedido.

El artículo no menciona ni una sola vez las protestas en curso en el Oriente Medio, incluyendo las manifestaciones dispersas que se producen en Siria. En cambio, el artículo se centra en la primera dama siria, Asma Assad, la "más fresca y magnética de las primeras damas árabes", dotado de unos bellos "ojos marrones oscuros, un bello y marcado mentón, un largo pelo ondulado, un estilizado cuello y una gracia energética".

En un momento en que otras primeras damas del Oriente Medio, en particular la ex primera dama de Tunez Leila Trabelsi [por no hablar de la contestación que genera entre las tribus jordanas la primera dama jordana], han sido el blanco de la ira de los manifestantes, esto puede no ser el mejor momento para que Asma al-Assad haga alarde de su glamour.

Uno sólo puede suponer que los Assad accedieron a ser entrevistados para este reportaje antes de que las actuales revueltas y disturbios lo convirtieran en un hecho embarazoso para ellos, y también para Vogue. Sin embargo, algunos de los daños causados a Asma al-Assad son autoinfligidos. En una anécdota, Asma hace una visita a uno de los centros dependientes de su ONG particular, Massar, en la ciudad portuaria siria de Latakia, y en su encuentro con los escolares les anuncia subitamente el cierre de la fundación.

"He sido informada de que tenemos que cerrar este centro con el fin de abrir otro nuevo en otro lugar", les anuncia a los escolares la primera dama. Las bocas de los niños se cierran temerosas. Algunos reprimen algunas lágrimas. Otros están furiosos. Un niño elige el altruismo: "Eso está bien. Ahora nosotros sabemos cómo hacerlo, iremos a ayudarles".

A continuación, la primera dama les anuncia: "Lo que les dije no era cierto. Yo sólo quería comprobar lo mucho que les preocupa e importa Massar" (la ONG que le distrae y le facilita bellos reportajes para la prensa occidental).

Para los fanáticos de las "celebrities", ya sean autócratas o sumamente solidarias, aquí está el reportaje del Vogue

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