Saturday, November 17, 2012

The New York Times elude los hechos para culpar a Israel - CAMERA


Los editoriales del The New York Times están escritos por un grupo de periodistas que se adhieren a una fórmula idéntica cuando escriben columnas sobre Israel. Consiste en tres principios:
- De boquilla, conceden a Israel el derecho a defenderse.
- Pero inmediatamente llegan los "peros", y dedican la mayor parte de la columna para condenar las acciones de defensa propia de Israel, cualesquiera que sean.
- Ignoran los hechos inconvenientes, las estadísticas o cualquier otra cosa que pueda ofrecer a los lectores un entendimiento más profundo, o mayor simpatía, de las acciones de Israel.
Así que no fue realmente nada sorprendente que, el día después de que Israel lanzara una operación militar defensiva contra los terroristas de Hamas y sus instalaciones bélicas, el editorial utilizara la misma receta para vituperar a Israel por lo que calificó como "uno de los ataques más feroces contra Gaza desde la invasión hace cuatro años".

No importaba que el blanco del ataque aéreo israelí, Ahmed Jabari, fuera el comandante de las Brigadas Izz ad-Din al-Qassam, catalogadas como una organización terrorista por la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón, y el Reino Unido. No se tenía en cuenta que se vio involucrado en varios ataques terroristas contra civiles israelíes, entre ellos un ataque en 1998 contra un autobús escolar en el que murieron dos niños. Se ignoró de paso el hecho de que comandara la operación en la que Gilad Shalit fue secuestrado y asesinados dos soldados del IDF. Y se olvidaba que ordenó el lanzamiento de cohetes contra las ciudades israelíes.

De todo esto nada se mencionó. En cambio, The New York Times describía engañosamente a Jabari como un simple "comandante militar".

Tampoco importaba que, desde el final de la última incursión militar de Israel y el comienzo de su actual operación en Gaza, el número de cohetes lanzados contra Israel había ido en constante aumento, desde más de 650 en 2011 y más de 800 en 2012. Estas estadísticas no se citan. En cambio, el periódico engañosamente insistía en que Hamás se "había adherido principalmente a un cese del fuego informal con Israel después de la guerra del invierno de 2008-09".

La columna incluía una lista de diversos motivos, ajenos e irrelevantes en su mayoría, por los cuales la operación de Israel era supuestamente errónea:
- "Ha provocado nuevas oleadas de condena contra Israel en los países árabes".
- "Desvía la atención de lo que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha descrito en varias ocasiones como la mayor amenaza de seguridad de Israel: el programa nuclear de Irán"
- La última operación de Israel "fue ampliamente condenada internacionalmente" y "no resolvió el problema".
- "La decisión de Netanyahu de ordenar la operación está conectada con las elecciones en enero".
- "Había otras opciones disponibles... Israel podría haber pedido a Egipto que mediara para un alto el fuego permanente".
- "Israel podría haber evitado los asesinatos de alto perfil mientras atacaba a los escuadrones de lanzamiento de cohetes, los edificios vacíos de formación y las fábricas de armas".
Estas razones ocultan las verdades incómodas que los editorialistas del NYTimes se niegan a reconocer: "que la población civil de Israel ha sido atacado cada vez más desde Gaza con la bendición, aliento y participación de Hamas, que Hamas ha manifestado en repetidas ocasiones que no cree en un alto el fuego permanente, que atacar los edificios vacíos de formación no ha disuadido a los terroristas de Gaza, sino que por el contrario les convence de que pueden seguir atacando a Israel con la impunidad".

En un ejemplo de lógica confusa y contradictoria, el editorial reconocía oblicuamente que, después de la última operación militar de Israel en Gaza, los palestinos detuvieron el lanzamiento de cohetes (aunque fuera temporalmente) y que Israel tiene derecho a defenderse, pero al mismo tiempo insistía en que el primer ministro Netanyahu debe abstenerse de todo lo que pudiera provocar la ira o la crítica árabe (traducción: debe abstenerse de cualquier tipo de operación).

Y cuando se sugería que Israel debería haberse limitado a atacar a los escuadrones de lanzamiento de cohetes y a las fábricas de armas, se negaba a reconocer que estos escuadrones y estas fábricas se ubican deliberadamente por Hamas en zonas pobladas, por lo tanto las acciones recomendadas por el NYTimes sería aquellas mismas que provocarían la condena, incluyendo la de los editoriales del NYTimes.

Con todos sus evasivas sobre la situación y sus demandas poco realistas a la moderación por parte de Israel, el editorial desmentía su afirmación de que Israel tiene derecho a defenderse. De hecho, deja claro una cosa: que no importa cual sea la realidad, a los ojos del consejo editorial del NYTimes, Israel siempre tendrá la culpa.

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