Thursday, April 18, 2013

Siete cosas que los judíos de la diáspora deben tener en cuenta durante el Día de la Independencia de Israel - Shmuel Rosner



Es el Día de la Independencia. Y siempre existe la tentación de decir algo nuevo sobre la naturaleza de Israel, o de atribuir un significado especial a su 65 aniversario, uno que aún no existía en su 64 aniversario, o preocuparse solamente de combatir a los que sólo se preocupan del Día de la Independencia para tener la oportunidad de decir algo desagradable sobre
Israel. Pero este año me he decidido a resistir todas esas tentaciones y quiero decir algo sencillo.

Es el Día de la Independencia de Israel, y como el Jewish Journal es leído en su mayoría por judíos estadounidenses, voy a enumerar siete cosas que los judíos estadounidenses [N.P.: y los judíos del resto de la diáspora y los amigos de Israel] deberían tener en cuenta cuando piensen en Israel.

1.- Israel les necesita, aunque no siempre les comunique sus necesidades de manera que puedan entender. Y les necesita porque está más bien solo. Les necesita porque ustedes son sus parientes y amigos más cercanos. Ustedes son su familia. Les necesita no sólo por el apoyo político o financiero, sino también por tener a alguien con el que mantener una conversación seria acerca de las cosas que importan, sobre lo que significa ser judío. Pero atención, una conversación no significa necesariamente que siempre habrá un acuerdo, pero por el contrario siempre se espera un cierto grado de influencia mutua. Y veo mucha influencia dondequiera que vaya.

2.- Ustedes también necesitan a Israel. Por mucho que a algunos de ustedes odien admitirlo, un judío americano desconectado de Israel estará más apagado. Un judío americano alejado de Israel también estará más solo.

3.- Apoyar y mantener a Israel es un negocio serio. Israel es un país con mucha gente, y aún con más problemas, pues vive en un barrio muy difícil. Israel no es un laboratorio en el que las ideas se pueden probar y volver a probar sin riesgos. Israel es un lugar donde la gente educa a sus hijos, va a trabajar y vive la vida con la esperanza de poder llegar a viejos. El margen de error es pequeño, los riesgos son muchos. Esto significa que no siempre podrán ajustarse a los ideales judío-americanos nacidos en unas circunstancias muy diferentes. Los israelíes, si quieren ser inteligentes, deberán perdonar a aquellos de ustedes que tienen puntos de vista ingenuos acerca de la naturaleza de Israel, y a su vez, ustedes deberían perdonar que ellos no sean capaces de estar a la altura de las expectativas que ustedes les adjudican.

4.- Ustedes tienden a pensar en Israel como si se tratara de una nación torpe porque parece soler elegir los procesos menos adecuados para el logro de sus propios objetivos. Es cierto que Israel puede mejorar, pero por favor, recuerden que ha logrado mucho en sus 65 años, utilizando para ello unos procesos que para los estadounidenses pueden resultar difíciles de entender. Desde la otra parte: los israelíes también tienden a pensar que ustedes son los últimos restos de una diáspora agonizante. También se debe recordar el hecho de que la diáspora judía americana es única en su clase, una que el mundo judío nunca ha visto antes. Los israelíes deben respetarla por sus grandes logros.

5.- No se pierdan entre los acalorados debates internos de Israel. Los israelíes tienden a ser muy francos y utilizan una retórica muy dura cuando defienden sus opiniones. Esto a menudo da lugar a exageraciones y a una tendencia a escandalizarse por  trivialidades y a ver las cosas en blanco y negro, evitando los necesarios matices. Tomen las afirmaciones israelíes como un grano de sal, especialmente cuando debaten entre sí sobre asuntos de política.  Y no, Israel no está gobernado por una coalición belicista,  ni está gobernado por fanáticos religiosos, o por los colonos, y tampoco es cada vez menos democrático, ni racista, ni inmoral – no es menos moral (y posiblemente incluso lo es más) que la mayoría de los otros países -.

6.- Israel es todavía muy joven. El hecho de que su carácter no está aún escrito en piedra no es un problema, solo es una realidad, y se debe esperar.

7.- Israel también poco a poco se está haciendo mayor. Ya no representa únicamente una solución temporal para aquellos judíos en peligro o fuera de lugar. Ya no es solamente el sueño imposible de unos excéntricos visionarios. Pienso en toda la historia judía y me siento bendecido de vivir aquí: poder llegar a ver un Estado judío soberano, próspero y libre con tus propios ojos.

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