Friday, May 17, 2013

Antisemitismo de primavera (árabe) - Iannis Roder - Causeur



La Cultura de las imágenes y la Imagen de la cultura”, ese era el tema del Salón Internacional de la Edición y del Libro (SIEL) de Casablanca, el cual tuvo lugar del 29 de Marzo al 7 de Abril. No es necesario decir que representaba una forma singular de ver la cultura a través de las obras presentadas por los editores llegados de los principales países del mundo árabe.

Ciento cincuenta stands marroquíes, treinta libaneses, veinte sirios, diez egipcios, cinco saudíes, dos palestinos y uno libio han propuesto sanas y abundantes lecturas que se podían clasificar en tres categorías: libros que defienden las tesis conspiradoras más increíbles (y donde todo es culpa del sionismo, del sionismo americano, del complot judeo-masónico o de ese otro complot judeo-americano-masónico, etcétera), obras clásicamente antisemitas o negacionistas y esos otros “trabajos” que tratan de rehabilitar a Adolf Hitler.

Si me permiten, personalmente tengo una cierta debilidad por estas dos: “La Malicia de los judíos”, de Saïd Muhammad Sayd Al-Sanari y “Las reglas de los Rabinos de Lucifer”, de Majdi Kamel.

Esto representa un cierto cambio que deja un tanto de lado a los eternos “Protocolos de los Sabios de Sión” y a esos otros títulos del genero como, por ejemplo, “El Gran Complot” de Hasan Latsh, en cuya portada aparece una estrella de David sobre un mapa de Afganistán, o por hablar de “obras sabias”,  “Los Judeo-francmasones en las revoluciones y las constituciones” de la casa editorial Madbuli Press y “La otra cara de Hitler”, todo esto sin olvidar, por supuesto, a clásicos indispensables como el Mein Kampf.

Podemos verificar, por lo tanto, como la cultura aproxima a los hombres. Desde ese punto de vista, la bella “Primavera árabe” ha mantenido sus promesas: las peores, claro está. Con esas libertades conquistadas por los pueblos al derribar a sus déspotas, se diría que la libertad de ser antisemita goza de una estupenda salud y se sitúa en una privilegiada posición.

Por cuarto año consecutivo, el Centro Simon Wiesenthal ha estudiado las incitaciones al antisemitismo en el SIEL. En su informe, que denuncia estos llamamientos al odio, precisa que todos estos textos han sido aprobados por las autoridades del Salón.

Esto sucede en el país árabe del que se dice que más evita el odio a los judíos.

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