Saturday, June 01, 2013

¿Es posible cumplir con los Mitzvot (mandamientos) sin creer? - Itzjak Sprung - ThinkJudaism


Con todo el debate existente últimamente sobre la "ortopraxis", pensé en añadir algo interesante que decir sobre el tema. Para aquellos de ustedes que no lo sepan, "ortodoxia" se refiere a nuestra creencia personal con respecto a la creencia en general, en nuestro caso se trataría de la creencia judía ortodoxa – con respecto al judaísmo -, y la "ortopraxis" se refiere a nuestra forma actuar con respecto a la práctica general, que en nuestro caso se refiere al mantenimiento y cumplimiento de los mitzvot.  Las personas que practican la ortopraxis tienen sus propias razones para mantener su cumplimiento de los mitzvot, pero muchas veces en realidad no creen en lo que están haciendo o practicando.

Encontré una carta en "Quería preguntarle Profesor Leibowitz: Cartas para y de Yeshayahu Leibowitz", donde se aborda esta cuestión exactamente, así que pensé publicar una versión traducida de ella. La traducción es mía, y me disculpo por cualquier error que pudiera cometer. También quiero señalar que Leibowitz no es considerado como un gran pensador dentro de la corriente principal del judaísmo ortodoxo, algo que puede llegar a ser evidente a partir de esta carta. No obstante, creo que el intercambio es muy interesante y vale la pena leerlo.

Para el honorable profesor R' Yeshayahu Leibowitz, 
Al venerado y distinguido                             9  Shvat  5750 (25/10/1990) 
Desde hace algún tiempo una cuestión me preocupa profundamente en lo que respecta a cuestiones de fe, y para la cual no tengo una respuesta, y aunque sé que su persona está extraordinariamente ocupado en muchas cosas, y conociendo además lo ocupado que está respondiendo a las numerosas personas que como yo se dirigen a usted en busca de consejo, no he podido encontrar a nadie que me pueda responder a excepción de usted, por lo que le pido perdón por las molestias que pueda ocasionarle. 
Mi pregunta es muy personal, y me sería muy feliz si recibiera una respuesta personal. El ambiente donde me crié y donde he vivido toda mi vida es el Valle de Jezreel, y he observado que su estilo educativo nos ha llevado a nuestra segunda y tercera generación a estar completamente cortados de todo lo que mínimamente tenga que ver con el judaísmo. Cualquier persona que no haya vivido en este entorno le costará mucho creerlo, pero es mi sentimiento que solamente el camino que tomaron nuestros abuelos y sus antepasados puede preservar el futuro del pueblo judío, y no necesariamente un Estado judío, pero a pesar de ello me cuesta creer en la existencia de una recompensa y un castigo final, y  en un mundo por venir (en el que no creo en absoluto).  
Por ejemplo, yo estoy convencido de que una mezuzá debe figurar en todas las puertas de un hogar judío, pero a la vez no puedo creer en los beneficios que pueda conllevar, o Dios no lo quiera, en las cosas terribles que sucederían en el caso de que no la hubiera. 
Acepto por mí mismo la obligación de mantener y respetar los mitzvot y las otras prohibiciones en aras de preservar el judaísmo, de la misma manera que acepto pagar el impuesto sobre la renta, por ejemplo, pero ¿cómo puedo convencer a otros de ello, algunos de los cuales afirman que "¿por qué todo este aislamiento, y los problemas que conlleva, cuando realmente no existen las recompensas ni en este mundo ni en el siguiente?”. Y lamento que algunos de ellos ni siquiera sepan lo que se han perdido y lo que las futuras generaciones se perderán. Y encima los hay que se aferran a las creencias más pequeñas e insustanciales, mientras que menosprecian el Shabbat y el Yom Kippur y cualquier otra cosa santa, y piensan qué lo mejor es optar por las cosas propias de nuestro tiempo y lugar (es decir, abandonar los mitzvot). 
Le estaré infinitamente agradecido si usted querido profesor tiene la bondad de dedicar algo de su valioso tiempo a mi petición sería dejar de lado algo de tiempo para mí, proporcionándome una respuesta u orientación para mis dudas, y una respuesta escrita que, desgraciadamente, aún no he podido hallar.
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Con mi deseo de que disfrute de una vida larga y prospera, y con todo mi agradecimiento.
S '

Para S 'Shalom U'Brakha                          16 Shvat 5750 (02/11/1990) 
Realmente he valorado mucho su carta, la cual refleja por completo la honestidad con la que usted está considerando los asuntos de la fe, y la forma en que se relacionan la fe y la observación de los mandamientos. Incluso le incluyo un artículo que escribí hace tiempo y que se ocupa de este gran problema, y posiblemente encontrará algo de valor en él. 
Quiero destacar un par de cosas sobre los principales puntos de su carta. La Torah, en la que la fe y los mitzvot se sustentan la una a los otros, no es un medio para la conservación de (la nación) Israel. Para los fieles que aceptan el yugo de observar los mitzvot, ese es un objetivo en sí mismo y no una ayuda para lograr o conseguir algo, y ese es el verdadero objetivo del servicio a Dios: La aceptación del yugo del Reino de los Cielos.  
Desde la perspectiva de la fe religiosa, no hay que contemplar la religión como un útil que satisfaga los intereses humanos, ni los intereses nacionales de la nación de Israel. La religión, contemplada como una satisfacción de nuestras necesidades e intereses, no tiene ningún valor en absoluto. 
La mezuzá es un mandamiento de los mitzvot de la Torah, y la mezuzá en el umbral de la puerta de una casa judía da testimonio de la gente que vive en ella, permitiendo reconocer el significado de la realización de los mitzvot. Aquel que contemple la mezuza como un medio para defender una casa y a sus moradores, menosprecia la religión y ha sido atrapado por la idolatría, algo que está completamente rechazado desde la perspectiva de la fe en Dios y en su Torah. 
La fe en Dios no depende de nuestra creencia en la existencia de una recompensa y un castigo, y una persona verdaderamente fiel reconoce que la propia fe es la verdadera recompensa. 
En cuanto al mundo venidero, le remito a Rosh Hashaná y a Yom Kippur, que dan expresión a la forma más elevada de conciencia religiosa, estando la conciencia más elevada en el Musaf de Rosh Hashaná y la oración de Neila en el Yom Kippur. Y sepa que ahí no hay mención o insinuación de un mundo venidero.  
Yom Kippur no se ocupa de los asuntos que pertenecen al ámbito posterior a la muerte, sino que propone una pregunta: ¿Es usted, el hombre que vive en  Olam HaZe (este mundo), consciente de su posición ante de Dios, y lo qué esa posición le obliga en vida? 
La aceptación del yugo del cielo y de la Torah y de los mitzvot representa una gran decisión moral para el hombre, y no puede ser racionalizada con razones externas. Y sé que esta debe ser la norma para cualquier decisión que este ligada a los valores.  
Si un hombre se pregunta: “¿Por qué debo ser justo y honrado cuando puedo ser despreciable y beneficiarme de ello?”, no existe una respuesta aceptable a este dilema que no sea la proposición de que la justicia es un valor en sí mismo.  
Si un hombre se pregunta: “¿Por qué debería aferrarme a mi pueblo y a su tierra si saliendo de Israel puedo mejorar mi situación?”, no hay otra respuesta que no sea decir que se aferra a la nación y a la tierra porque ambos representan unos valores por los que se deberá pagar un precio.  
Y por eso hay quienes ven en el yugo del cielo y de la Torah y de los mitzvot como el valor más elevado, incluso si se trata de una carga y no representa la promesa de un futuro bienestar. 
Con mis mejores y más sinceros deseos, 
Yeshayahu Leibowitz

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