Monday, August 26, 2013

Contestando "Cuanto más inteligentes, menos creyentes"



 La gente no es muy buena pensando en términos de probabilidades y tendencias estadísticas. Es parte de cómo funcionan nuestras mentes; categorizamos las cosas por pedazos. Es por eso que la gente se ofende desesperadamente cuando aparecen unos estudios que sugieren que, por ejemplo, las mujeres en general están menos interesadas ​​en la ingeniería que los hombres, y entonces ven surgir artículos horribles que dicen "bueno, yo soy un hombre, y aunque no me gusta la ingeniería, poseo una mente más científica" o lo que sea. Mentalmente, visualizamos "hombres" y "mujeres" como dos masas discretas, una de los cuales está "por encima" de la otra en ese espacio marcado por el "interés por la ingeniería".

En realidad, por supuesto, "hombres" y "mujeres" son vastas poblaciones de individuos dispersas al azar alrededor de su interés por la ingeniería. Y aunque puede darse el caso de que exista una ponderación, que haya más hombres situados en esa parte del espacio que define un mayor interés por la ingeniería, esa estadística no dice nada sobre un hombre o una mujer en particular. Quienquiera que seas, y tan interesado como estés en la ingeniería, pueden existir estadísticas y ser casi una certeza que miles y miles de mujeres puedan estar más interesadas que tú, un hombre, por la ingeniería.

Puede que lo planteado sea un hecho obvio, pero vale la pena repetirlo regularmente, ya que podríamos estimar aproximadamente que si alrededor de las tres cuartas partes consideraría con displicencia que "el Grupo X tiene una diferencia estadísticamente significativa con el Grupo Y en lo referente a la actividad Z", también sostendrían que "todos los miembros del grupo X son mejores que todos los miembros del grupo Y en lo que respecta a la actividad Z".

La razón de lo que digo viene dada del interés desatado recientemente en Internet por un meta-análisis, publicado en la revista  Personality and Social Psychology Review, que considera que los ateos tienen un coeficiente intelectual más alto, de promedio, que los religiosos. Basan esta suposición en una revisión de 63 estudios, pero, como dicen los autores, esta noticia no es nueva. La evidencia ha estado circulando durante cierto tiempo.

Hay varias razones, incluyendo la sugerencia de que cuanto más inteligente eres, más probabilidades hay de que necesites razones empíricas y lógicas para creer en algo, y, curiosamente, que las cosas que la religión hace por las personas (ayudar a retrasar la gratificación relegándola a una mayor recompensa futura, proporcionar un "ancla" para la vida en tiempos difíciles), parecen ser menos necesarias para las personas inteligentes, o bien debido a que utilizan otros métodos. Es un estudio interesante.

Sin embargo, lo que ya no lo es tanto es cierto griterío ateo celebrándolo. Porque, ya ven, no se trata de decir "Qué guay, algunas personas que no creen en lo mismo en lo que yo no creo son, de promedio, más inteligentes que ese grupo de personas que si creen". O, mejor dicho, les hacen llegar a decir cosas parecidas, lo cual no es mucho logro. (Además, hay todo un debate sobre el coeficiente intelectual y su ponderación sesgada culturalmente hacia el razonamiento abstracto, lo cual es fascinante - ver el efecto Flynn -).

Hay sin duda una tendencia para que haya más ateos en ese espacio gráfico que refleja "una mayor inteligencia". Pero eso es absolutamente insuficiente como para que seamos capaces de deducir y creer que esa persona religiosa específica que tengo frente a mí es menos inteligente que yo.

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