Wednesday, July 30, 2014

El fiasco del alto el fuego en Gaza: Kerry y Obama dan a ambas partes razones para seguir luchando - WJS



La pregunta que nos viene rutinariamente a la mente respecto a la política exterior actual de los EEUU es la siguiente: ¿en qué demonios estaban pensando? La última perplejidad ha sido el fiasco de este fin de semana en el que el presidente Obama y John Kerry presionaron por un alto el fuego que es probable que extienda la guerra entre Hamas e Israel.

Cuando la incursión terrestre de Israel en Gaza entra en su tercera semana, el objetivo del principal aliado de Estados Unidos en la región resulta evidente: degradar a Hamas como fuerza militar y política en la mayor medida posible.

Eso significa la destrucción de los cohetes del grupo terrorista que aún no han sido utilizados contra Israel y, especialmente, el colapso de la red de túneles utilizados para el contrabando de armas y la infiltración en Israel. El primer ministro Benjamin Netanyahu es consciente del elevado número de víctimas civiles palestinas a la hora de mantener el apoyo nacional e internacional, pero una victoria requiere el logro de esos objetivos estratégicos.

La mayor ironía es que los vecinos árabes inmediatos de Israel desean privadamente que tenga éxito. Jordania no quiere formar parte de un Estado palestino dirigido por Hamas, y tampoco lo quieren los saudíes o el gobierno militar de Egipto. La facción palestina Fatah, que dirige Cisjordania, también quiere Hamas emerja más débil. Sin duda, la Casa Blanca lo sabe.

Sin embargo, durante el fin de semana el secretario de Estado Kerry cometió un grave error en este conflicto al promocionar el alto el fuego promovido por Turquía y Qatar, el cual está muy cerca de los términos exigidos por Hamas. Los EEUU no han dado a conocer los detalles, pero la prensa israelí ha publicado lo que dice ser un resumen de una página. El documento llama a Israel a negociar con las "facciones palestinas", es decir, a unas conversaciones directas con Hamas, así como a finalizar la campaña militar de Israel otorgando concesiones a Hamas en los cruces fronterizos y en los pagos externos. En resumen, poner fin a la guerra dejando a Hamás en condiciones de reconstruir su economía del terror.

Obama no apoyó el plan de Kerry per se. Pero en un resumen de su llamada telefónica del domingo a Mr. Netanyahu, el comunicado de la Casa Blanca afirma que "sobre la base de los esfuerzos del Secretario Kerry, el presidente Obama dejó en claro el imperativo estratégico de la institución de un alto el fuego humanitario inmediato e incondicional que termine con las hostilidades", y que conduciría a un acuerdo basado en el alto el fuego de noviembre de 2012. Es decir, ese acuerdo que dejó abierta la posibilidad de que Hamas se rearmase.

La reacción de Israel fue una oposición rayana en el desprecio. Ari Shavit, el conocido columnista del diario de centro-izquierda Haaretz, escribió que "la decisión de Mr. Kerry de ir de la mano de Qatar y Turquía, y de formular un marco increíblemente similar al marco pretendido por Hamas, fue catastrófica. Su fórmula ponía el viento en las velas del líder político de Hamas Khaled Meshal, permitiendo a los extremistas de Hamas superar a los moderados, y daba nueva vida a la debilitada alianza regional de la Hermandad Musulmana".

También agregaba que "la administración Obama demostró una vez más que es el mejor amigo de sus enemigos, y el mayor enemigo de sus amigos". Y deberían escuchar lo que dicen los halcones derechistas de Israel.

Ahora se nos dice que Mr. Kerry está molesto por haber sido criticado públicamente por un aliado, pero Israel es una sociedad libre y los EEUU no han llegado a imponer una ley de mordaza.

El resultado del plan Kerry-Obama es que Hamas considera que aún tiene menos razones para acordar un alto el fuego porque, tarde o temprano, "los americanos obligarán a Israel a retirarse". E Israel tiene todas las razones para presionar con una ofensiva aún más agresiva, ya que sabe que no puede confiar en la administración Obama. La diplomacia de EEUU ha logrado lo contrario de lo que supuestamente era su intención.

Decimos que "supuestamente" porque es difícil saber lo que esta administración Obama está tratando de lograr más allá de su perenne llamada a poner fin a la violencia. Desde Irán a Siria, y desde Irak y ahora a Gaza, esta administración parece creer que “simplemente con enunciar buenas intenciones se producirán buenos resultados. No es de extrañar que produzcan más guerra”.

La influencia diplomática real proviene de la confianza y la credibilidad. La confianza viene de ser un socio de confianza, especialmente hacia sus aliados más cercanos. Esta administración Obama ha pasado cinco años expresando desconfianza pública y privada hacia Israel, algo que Israel no ha pagado sorprendentemente en especie.

La credibilidad viene de hacer efectivas las amenazas y promesas, como las "líneas rojas" en Siria o afirmaciones de que tal o cual líder "tiene que irse". Esta administración ha pasado cinco años dibujando líneas en la arena del Oriente Medio que se verán borradas con el próximo ciclo de noticias.

Si el presidente Obama y Mr. Kerry realmente quieren hacer retroceder la marea de la guerra, he aquí una sugerencia: Olvídense de la cháchara sobre un alto el fuego y de que ambas partes tienen la misma obligación de poner fin a las hostilidades. Hacer declaraciones donde apoyan el derecho de Israel a defenderse y que dejen muy clara la forma en que Hamas puede detener las incursiones de Israel, supondrá detener el terrorismo de Hamas contra civiles en Israel y Gaza. Eso también podría ser el comienzo, pero sólo un comienzo, de la restauración de la influencia de los EEUU en el Oriente Medio.

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