Wednesday, July 02, 2014

Israel mira nerviosamente hacia el este, hacia Jordania - Shmuel Rosner - Jewish Journal



Israel se prepara para dos posibles décadas de agitación en el Oriente Medio, según me comentó un alto funcionario hace unos pocos días. Los EEUU, me confirmó un diplomático estadounidense, es muy consciente de que tal escenario - las dos décadas de agitación - está lejos de ser descabellado. También me confirmó que esto vuelve poco probable una renovada ronda de negociaciones de paz entre Israel y los palestinos en un futuro próximo. El gobierno de Obama tendrá que lidiar primero con Irak y evitar que su "mayor logro en política exterior" comience a desintegrarse (ese "logro" es la retirada de Irak). Tener que reengancharse de nuevo a Irak sería un problema para la administración. Y tener que hacerlo a la fuerza es un problema aún mayor. Sin embargo, los forjadores de las políticas americanas tienen que comprender que dejar que las fuerzas rebeldes (ISIS) ganen en Irak se convertirá aún más rápidamente en un problema aún mayor para los Estados Unidos, ya que esas gente no es exactamente el tipo de personas que van a contener a sí mismos en un área determinada. Para ellos, su triunfo es un trampolín para la siguiente batalla.

Así que los EEUU tendrán que centrarse en Irak, y debido a Irak, también tendrán que centrarse en Siria, y a causa de ambos tendrá que lidiar con Irán, y posiblemente tendrá que hacer intercambios con Irán. Y mientras Jerusalén quiere que los EEUU se dediquen a Irak, pero no quiero que a cambio tenga que hacer concesiones con Irán. Y mientras los EEUU no quieren que Israel interrumpa sus relaciones con Irán, ya que podría necesitar la ayuda de Israel si surge la necesidad de defender a Jordania de los rebeldes del ISIS.

Eli Lake reveló la semana pasada en el The Daily Beast que funcionarios del gobierno estadounidense informaron a los senadores sobre el desarrollo de la crisis y les dijeron que "si los jordanos se encontrarán seriamente amenazados por el ISIS, es casi seguro que supondría la incorporación de Israel y los EEUU en la guerra que ahora envuelve al Oriente Medio". Para los estudiosos de la historia de Oriente Medio, o para las personas con la suficiente buena memoria, esto puede sonar como un escenario familiar. En 2007, escribí un artículo en el que destacaba el hecho de que Jordania siempre ha sido un país en constante necesidad de ayuda. Erase una vez, Jordania siempre ha necesitado de ayuda debido al poder de intimidación de sus vecinos, ese fue el caso cuando Israel amenazó con atacar a Siria tras la invasión siria de 1970 de Jordania.

Mientras que en esa época Jordanía tuvo problemas para lidiar con una potente Siria, ahora tiene problemas para lidiar con una débil y frágil Siria que no puede asegurar adecuadamente la frontera sirio-jordana. También tiene un problema con el debilitamiento de Irak. En el pasado, Jordanía fue eximida de unirse a la coalición contra Sadam Hussein - ante su temor a las posibles consecuencias, lo cual fue bien entendido por la administración de George HW Bush -, pero más tarde tuvo que hacer frente a las hordas de refugiados iraquíes huyendo de la guerra civil iraquí. Hoy en día tiene que tratar, una vez más, con la posibilidad de una ola de refugiados iraquíes (añadidos a los sirios) y con la posibilidad aún más grave de futuros ataques del ISIS.

Cuando las voces para una retirada de Irak se hicieron más fuertes, los jordanos se apresuraron a hacer sonar las campanas de alarma, tal como informé en 2007. "Los líderes demócratas escucharon las advertencias de Jordania. Algunos estaban impresionados, y otros pensaron que el impacto potencial sobre Jordania no era una razón suficiente para mantener el rumbo. "Son como ese niño en Navidad con ganas de conseguir un pony", me dijo una fuente del Congreso la semana pasada. "Y el pony, los Estados Unidos, se quedarán donde están en Irak. Pero si no pueden conseguir ese pony, pueden tener algo más". Hoy en día, también podrían tener que conseguir "algo más", y el Primer Ministro de Israel, Binyamin Netanyahu insinuó el otro día que Israel podría tener que ser ese "algo más", o al menos parte de ello.

La mayoría de los titulares sobre los comentarios de Netanyahu en el INSS de Tel Aviv se centraron en su apoyo a la independencia kurda. "Una nación de combatientes que han demostrado un compromiso político y que son dignos de la independencia". Su mensaje sobre Jordania fue más matizado y más cercano a casa, y tuvo una doble vertiente:

- En primer lugar, el Primer Ministro explicó explícitamente que los acontecimientos en Irak sólo refuerzan su creencia de que Israel tendrá que ser, en un futuro previsible, el garante de la frontera con Jordania. Esto significa que sin un acuerdo con la Autoridad Palestina o bien con un futuro estado palestino, nadie podrá convencerlo de colocar a las fuerzas de Israel a distancia del río Jordán. Israel - y esto debería ser comprensible incluso para aquellos que apoyan fuertemente un Estado palestino - tiene que tener un especial cuidado acerca de permitir que solamente las fuerzas palestinas estén a cargo de la prevenir que fuerzas como las del ISIS entren en Cisjordania. Por supuesto, podrían proponer otras soluciones como unas fuerzas internacionales, pero no creo que Israel vaya a permitir eso. Si quieren saber por qué, miren cómo respondieron las fuerzas austriacas cuando la guerra civil en Siria se convirtió en peligrosa. Netanyahu también se refirió a la necesidad de "una barrera de seguridad en nuestra frontera oriental", es decir, la frontera con Jordania. "Esa barrera", comentó, "no impedirá una infiltración herméticamente, ni impedirá disparar a través de la barrera como vimos trágicamente hace apenas una semana, ni impedirá las andanadas de misiles sobre ella, o la excavación de túneles por debajo. Pero sí reducirá dramáticamente que sea fácilmente permeable" la frontera de Israel.

- Su otro mensaje acerca de Jordania no fue tan específico, pero no menos importante, y de hecho podría ser más importante. Netanyahu dio a entender que él no quiere que al ISIS se le detenga en la frontera de Jordania con Cisjordania, sino que quiere que se le detenga en la frontera con Irak y Jordania. "Jordania es un país estable, moderado, con un poderoso ejército que puede defenderse", dijo el primer ministro de Israel. Estable y moderado, es decir, un país que no sufre en la actualidad el tipo de turbulencias que se esperan en las próximas dos décadas. "Es especialmente debido a esto", continuó Netanyahu, "que estos esfuerzos internacionales son dignos de apoyo". Israel quiere que la comunidad internacional, o los EEUU, o tal vez las fuerzas locales, "construyan un eje para la colaboración regional". Un eje que no vaya a escoger a uno de las partes, es decir, entre los extremistas sunitas de Irak y Siria, o los chiitas extremistas de Irán. Esos dos campos, ambos, "son enemigos de los otros pueblos".

Por "otros pueblos" se refería a Jordania, entre otros. Israel puede centrarse en su frontera oriental y guardarla por si mismo, o puede hacer eso y también formar parte de un esfuerzo de colaboración contra el extremismo, un esfuerzo de colaboración que algunos líderes en Jerusalén todavía esperan que sea orquestado fundamentalmente por los EEUU, pero que otros, como escribí hace dos semanas , tienen grandes dudas de que se pueda organizar.

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