Friday, September 05, 2014

¿Asimilación? No en el patio trasero de Israel (o eso piensan los israelíes) - Shmuel Rosner - Jewish Journal


Tomando un descanso por un momento de la guerra de Gaza que lo abarca todo, vuelvo a un tema no menos controvertido: el matrimonio mixto judío. Hace dos semanas, Israel fue un hervidero durante un minuto por la boda musulmán-judía de Mahmoud-Morel (en realidad fue una boda musulmana, ella se convirtió previamente). Poco después del evento, un nuevo estudio realizado por nuestro amigo el profesor Camil Fuchs se publicó y nos enseñó cosas nuevas sobre la forma en que los israelíes consideran los matrimonios mixtos y la asimilación.

El profesor Fuchs amablemente me envió los datos completos de esta encuesta. Es interesante leerlos y no menos interesante compararlos con un conjunto similar de datos de hace tres meses. En ambos casos, un encuestador preguntó a los israelíes acerca de los matrimonios mixtos, y en ambos casos la interpretación depende de nuestras percepciones y expectativas. Si uno de cada 5 israelíes (el 19%) dice que "la religión del cónyuge" no sería importante en la elección del compañero/a, ¿eso es mucho o es poco? Si el 23% no está realmente preocupado por la conversión de su cónyuge no judío - ellos no creen que la conversión sea tan "importante" para ellos en el caso de que encuentren un cónyuge no judío -, resulta mucho o poco?

El 33% de los judíos israelíes, y el 50% de los judíos israelíes seculares, no se "oponen por principio" a que un miembro de la familia tenga relaciones amorosas con un/a no judío/a. Esto también podría interpretarse como mucho o poco, y también podría atribuirse a diversos motivos: tal vez los israelíes creen que en el contexto de la vida israelí un no judío que se case con un judío se convertirá probablemente al judaísmo y seguramente aumentarán los niños judíos. O tal vez esto supone un testimonio de una relativamente débil identidad judía en los judíos israelíes seculares (el 100% de los haredim israelíes y el 89% de los israelíes religiosos se opondría a dichas relaciones).

Hay varias cosas dignas de mención de esta última encuesta:

1.- Los israelíes de origen ruso (el 17% de la población judía en esta encuesta) son una categoría aparte, con una inclinación mucho más débil para oponerse a los matrimonios mixtos. Sólo el 14% de ellos actuaría para evitar un matrimonio entre un miembro de la familia y su cónyuge no judío, frente al 25% de los judíos israelíes seculares, el 53% de los judíos israelíes tradicionales (la media de los judíos israelíes es del 44%). El 58% de los israelíes de origen ruso no insistiría en la conversión de un cónyuge no judío, comparado con el 34% de los israelíes seculares y el 12% de los israelíes tradicionales. Será interesante ver cómo estos números cambian entre 10 y 15 años. Estudios anteriores nos han enseñado que los inmigrantes rusos adopten gradualmente las perspectivas culturales-religiosas de otros israelíes.

2.- Los judíos israelíes - esto es un poco vergonzoso, pero también muy natural - que se oponen a los matrimonios mixtos con un cónyuge árabe mucho más de lo que se oponen a los matrimonios mixtos con "un cristiano de Europa o de EEUU". En el caso "árabe", el 52% de los israelíes seculares, y el 72% de los judíos israelíes en general, dicen que "actuarían para evitar" ese matrimonio. En el caso de ser de "Europa o EEUU", los números bajan al 33% (secular) y 53% (los judíos israelíes en general). [N.P.: he de recordar que de manera casi unánime, en un enlace de un musulmán con una mujer judía, como en el caso de Mahmoud-Morel, se requiere la conversión previa y obligatoria de ésta al Islam. Es decir, en ciertos casos, como parece que sucedió con el padre de Morel, se interpreta como un abandono de los suyos]

3.- El caso del "judío no halájico" es intrigante. Preguntado qué harían si un miembro de la familia fuera a casarse con un "cónyuge de una familia de inmigrantes que no es halájicamente judío" (es decir, una familia que tenga derecho a venir a Israel por la Ley del Retorno, pero no que no sea reconocida como judía por el Rabinato), una clara mayoría de los judíos israelíes seculares (69%) no se opondría a tal matrimonio. Una minoría de los israelíes - 44% -  podría "actuar para prevenir" el matrimonio. Es decir: el Rabinato va a perder la batalla de la conversión, una posición que ha estado guardando desde hace bastante tiempo.

4.- Los israelíes parecen pensar que son inmunes a la asimilación. El 67% de ellos cree que la asimilación es un "problema existencial para el pueblo judío", pero sólo el 33% de ellos creen que sea "un problema importante" en Israel. Sucede que estoy acuerdo con ellos, pero no porque piense que haya algo en su sistema inmunológico o en su espina dorsal judía que los haga inmunes. La única razón por la que no haya problemas con los matrimonios mixtos en Israel es la escasez de candidatos para dichos matrimonios mixtos. Como se puede ver en esta encuesta, los árabes israelíes no son buenos candidatos, incluso en la opinión de muchos israelíes que realmente no se oponen a los matrimonios mixtos. Otros candidatos necesitarían ser importados - una tarea difícil - o lo serían a causa de la emigración - que podría hacer del matrimonio un problema de asimilación, pero no "en Israel".

5.- Por cierto, los árabes israelíes no son mucho más entusiastas acerca de casarse con judíos. El 65% de ellos evitaría una conexión romántica con un judío (en los judíos el porcentaje es del 75%). El 65% también dice que la religión sería "un factor en la selección de un cónyuge" (el 79% para los judíos).

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