Friday, September 12, 2014

El miedo y los mitos perjudican a Israel - Seth Frantzman - JPost



Cualquier discusión sobre Israel, si dura el tiempo suficiente, finalmente acaba desembocando en una conversación como esta: "Todo es tan caro en Israel, ¿por qué estoy pagando por tres lo que los europeos pagan por el aceite de oliva?". La respuesta es: "Israel es un estado joven y ha estado bajo asedio desde su creación; está rodeado de enemigos y los precios simplemente no puede ser una prioridad". Esta mentalidad de Israel, ese "joven" Estado, siempre "en estado de sitio" o rodeado de enemigos aullando por su sangre, es un motivo habitual.

Pero además es una narrativa que ha alimentado no sólo el alarmismo y las excusas por los fallos, sino que también ha llevado a un creciente número de personas a abandonar el país y a poner en duda su permanencia.

Vamos a empezar con uno de los mitos más históricamente ingenuos, a saber, que Israel es un país "joven" o "nuevo".

Estas ideas a menudo se sacan a relucir cuando las personas señalan un defecto de la sociedad israelí, desde los altos impuestos a la aparente insolubilidad del problema de los beduinos en el Negev, pasando por la incapacidad para controlar el tráfico ilegal en el Mar de Galilea. La teoría es que debido a que Israel se fundó "no hace tanto", no es posible luchar a brazo partido con muchos problemas sociales. Pero Israel no es un Estado joven. Casi todos los países del mundo viven en un sistema político más reciente, y por el contrario, Israel tiene un largo historial como democracia estable.

La Rusia de Putin técnicamente puede ser un país viejo, pero su manifestación más moderna ha experimentado una enorme agitación masiva desde el nacimiento de Israel. La mayoría de los estados del Oriente Medio, aunque formen parte de una civilización tan antigua como Egipto, han sido objeto de varios cambios de régimen desde el nacimiento de Israel. Toda África fue descolonizada después de que Israel logró su independencia. Europa del Este surgió de las garras del imperialismo soviético sólo en la década de 1990.

No hay nada pues particularmente "joven" acerca de Israel, por lo que este nunca debe ser una excusa para aquellos que, por ejemplo, “todo les cuesta mucho”. Después de todo, si cada cual que se enfrenta a un problema se resigna y dice: "El Estado es joven, esto aún no se puede arreglar", nunca se solucionará.
¿Cuándo terminará el mito de la "juventud" del Estado? ¿Cuando Israel tenga 100 o 150 años?

Otra historia que también se cuenta mucho acerca de Israel es que está "rodeado de enemigos". Así era el título de un artículo en The Economist del 2011, el cual aparece en casi cada nuevo libro sobre Israel y en muchos artículos.

La mayor parte de los enemigos de Israel están ellos mismos rodeados de sus propios enemigos. El Líbano fue ocupado por Siria. Siria se ha venido abajo. Jordania se muestra nerviosa acerca del ISIS. Irán está rodeado de amenazas (quizás porque amenaza a otros), mientras que Israel no está en una posición peor que Armenia o Taiwán. De hecho, Singapur nació en un entorno hostil, contra un “matón” llamado Malasia que trataba de controlarlo.

A menudo estar rodeado de enemigos hace que los países sean más fuertes y más innovadores, y entonces eso puede ser un activo.

Desde la década de 1970 dos de los enemigos de Israel han firmado acuerdos de paz con él, y otros enemigos implacables, como Arabia Saudita, han demostrado su voluntad de trabajar con él. Sin embargo, la narrativa de un asediado Israel, apenas sobreviviendo ante unos enemigos implacables, no ha disminuido, cuando todos los elementos de la lógica dicen que es el país más fuerte militarmente de la región, tiene uno de los más altos PIB y está finalmente el hecho de que en casi todas partes de su barrio, los estados se están desintegrado. Así pues, las amenazas deben ser puestas en perspectiva: Hamas, Hezbollah e ISIS son amenazas, pero no son comparables con el Egipto de Nasser en la década de 1950.

La narrativa del Estado "joven" y "asediado" también alimenta la idea de que Israel es un ”Estado temporal”. A pesar de sus casi 70 años de existencia, muchos parecen cuestionar el futuro de Israel.

Esto es especialmente cierto entre las viejas élites de la izquierda. Un ejemplo de ello son aquellos quienes, como Ari Shavit, escriben sobre Jerusalén diciendo que "está perdida" porque hay demasiados niños ultra-ortodoxos y árabes en las escuelas primarias. Una reciente entrevista con el ex líder del Meretz, Haim Oron, se refería a este tema, cuando le respondió el entrevistador que "lo que en realidad está diciendo es que vamos a empezar a ir en busca de pasaportes extranjeros". Avirama Golan, otra incondicional de la izquierda, escribió el 23 de julio: "Muchos de vosotros [nuestros hijos] ya han logrado encontrar para sí mismos un pasaporte extranjero".

Roger Alpher fue más allá en un artículo de opinión del 31 de agosto en el Haaretz, diciendo que estaba "abandonando mi patria" porque Israel es un mal negocio y los "misiles siguen cayendo".

La multitud que habla de un "pasaporte extranjero" en Israel es grande. Muchos de los descendientes de la generación fundadora de Israel se han ido al extranjero, y muchos de los hijos de políticos prominentes, inclusive ex primeros ministros y generales, también se han ido. ¿Ustedes saben si en otros países son los hijos de las élites los que mayoritariamente se trasladan al extranjero, y saben si los grandes diarios nacionales tienen frecuentes artículos de opinión acerca de la obtención de pasaportes extranjeros? Estos son signos de una sensación del país es se siente temporal y fracasado.

Uno de los principios básicos del sionismo es que se tratar de construir un Estado judío que fuera igual que los otros estados, para que los judíos pudieran ser un pueblo similar a los otros pueblos, como el irlandés o japonés. El problema es que la autopercepción de Israel, tanto en la derecha como en la izquierda, es que es un país temporal que acaba de nacer precisamente antes de ayer, y que sigue librando una guerra interminable con sus vecinos. La realidad está muy lejos de eso. Sea cual sea lo que le preocupa a Israel de Hezbollah, es el vecino que aloja Hezbollah el que tiene muchos más problemas.

Y es que Israel está en una posición mucho mejor que la de sus vecinos.

Sí, Israel es una nación menos estable que las de Europa, pero lo está haciendo muy bien en comparación con las antiguas repúblicas soviéticas, y mejor que muchos países de Asia y África. Tampoco se enfrenta a la crisis que sufre gran parte de América Central y del Sur. El mito del "superviviente a duras penas" y "que no podemos lograr esto y lo otro porque estamos rodeados y aún somos jóvenes", está alimentando un frenesí de alarmismo y de escusas para los verdaderos fracasos que no representa nada bueno para el país.

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