Tuesday, October 28, 2014

¿Entonces por qué Israel está enfureciendo al mundo con la construcción de 1.000 nuevas viviendas en Jerusalén? 4 respuestas - Shmuel Rosner



En primer lugar, los hechos (según lo informado por The Guardian): "El gobierno israelí ha avanzado los planes de construcción de 1.000 viviendas que se construirán en partes de Jerusalén que los palestinos demandan para su futuro estado". El plan consiste en la construcción de 400 unidades en la ciudad-barrio de Har Homa (sureste), y 660 viviendas en Ramat Shlomo (noreste). Las denuncias llegaron rápidas y furiosas: Jordania quiere una reunión del Consejo de Seguridad. La UE sólo puede "condenar una decisión tan imprudente e inoportuna". El gobierno de Estados Unidos cree que la construcción continua de Israel al otro lado de la Línea Verde es "incompatible con su expresado deseo de vivir en una sociedad pacífica".

¿Entonces por qué lo está haciendo Israel? ¿Y por qué ahora? Aquí hay cuatro respuestas:

1.- Aún no está construyendo nada 

Israel no está "construyendo", está "avanzando" planes o una "planificación", o está "siguiendo adelante con la idea de construir más casas en Jerusalén". "Los planes han existido desde hace mucho tiempo", comentó ayer un miembro del comité de planificación y vivienda de Jerusalén. En otras palabras: Israel está utilizando un viejo truco de segunda mano para anunciar y volver a anunciar planes antiguos.

Si esta explicación es la más cercana a la realidad actual de Jerusalén, significa que todo este alboroto no tiene que ver con la construcción, sino que más bien se trata de un truco de relaciones públicas. Por supuesto, el alboroto aún podría justificarse con el argumento de que trucos de relaciones públicas de este tipo son inflamatorias, y que revelan las verdaderas intenciones de Israel en Jerusalén. La opción del viejo truco tampoco responde a la segunda pregunta: ¿por qué ahora?

2.- Temporada de elecciones 

La amenaza de unas elecciones rápidas fue supuestamente eliminada la semana pasada, pero es un secreto a voces que la coalición de Netanyahu ya se está preparando para la próxima ronda de las elecciones. Ayer, la oposición-dentro-de-la coalición fastidió a Netanyahu con la aprobación del proyecto de ley de conversión. Así que todavía hay una crisis - ahora con el partido Hogar Judío, que está amenazando con abandonar la coalición si el proyecto de ley pasa - y una fuerte sensación de que pase lo que pase, esta coalición solo valdrá para no más de un año más o menos. Es decir, las próxima elecciones serán el próximo invierno, antes o después de finales de 2015.

Si las elecciones están a las puertas, Netanyahu tiene que asegurarse atender a su base política. Es cierto que ningún otro líder es visto, ni siquiera de cerca, como un rival viable a Netanyahu, pero en Israel las elecciones se rigen por los partidos y no por las personalidades, y Netanyahu necesitará los votos y los escaños del Likud para mantener su puesto. Él sabe que cuando el Likud perdió diputados en las últimas décadas fue principalmente debido a que fue impugnado desde la derecha. Si Lieberman de Israel Beitenu, o el nuevo partido del ex ministro Moshe Kahlon restan demasiados asientos al Likud - y luego deciden unirse a una coalición no encabezada por Netanyahu -, el actual primer ministro podría ser el político más popular y aún así perder.

Así que Netanyahu está elaborando su mensaje para las próximas elecciones al hacer de Jerusalén el centro del foco. Lo hizo una vez, a mediados de los años noventa, cuando la campaña "Peres quiere dividir Jerusalén" le dio las elecciones. Él podría querer hacerlo de nuevo.

3. Los disturbios en Jerusalén 

La decisión de Netanyahu de construir en Jerusalén - o de anunciar que se va a construir - no puede separarse de la realidad de las últimas semanas en la capital de Israel. Algunos medios de comunicación ya están etiquetando la situación como una "intifada silenciosa". Las piedras y los cócteles molotov están siendo lanzados constantemente, hay enfrentamientos con las fuerzas de policía, hay amenazas, hay una creciente sensación de inseguridad, hay ataques terroristas - en el último de los cuales una niña y una turista murieron -.

La atención de la nación se ha vuelto a Jerusalén, donde se está librando una batalla. Y el primer ministro está utilizando todas las herramientas que tiene a su disposición para enviar un mensaje claro: a los israelíes (no voy a dejar que Jerusalén se salga de control), a Jerusalén (voy a hacer las inversiones necesarias para mantener la ciudad segura y próspera), a los palestinos (no seremos disuadidos por los disturbios), y al mundo (ni siquiera sueñen con el uso de los recientes disturbios como un pretexto para abrir la "cuestión" de Jerusalén). Hasta cierto punto, Netanyahu está simplemente dando vuelta a la vieja fórmula de la "respuesta sionista apropiada" a los disturbios, y la respuesta es siempre más construcción.

4. Una cuestión de principios

En las últimas semanas, Israel, una vez más, ha hecho un esfuerzo para demostrar al mundo que Jerusalén no es un tema negociable. Israel - y esta es una distinción importante de entender - diferencia los "asentamientos" de "Jerusalén". Por lo tanto, cuando el gobierno de Netanyahu aceptó una congelación temporal de los asentamientos con el fin de tener conversaciones con la Autoridad Palestina, se entendía que Israel no congelaría la construcción en Jerusalén.

Jerusalén se convirtió de nuevo en un problema cuando una disputa sobre la construcción y el traslado de unos residentes judíos a un barrio árabe de Jerusalén "ensució" la visita de Netanyahu a Washington el mes pasado. El presidente Rivlin pidió al mundo que "entendiera" que Jerusalén es la capital de Israel. El primer ministro Netanyahu afirmó que la oposición estadounidense a los judíos que viven en alguno de los barrios de Jerusalén va en contra de los "valores americanos" (tengan en cuenta que Tzipi Livni también "defendió el derecho" de los judíos a entrar en el barrio de Silwan, una medida que irritó a la administración americana).

Haaretz informó ese día: "Una vez más, la razón de la crisis fue la construcción en los asentamientos más allá de la Línea Verde en Jerusalén. En la reunión en la Casa Blanca, Obama planteó la cuestión de los asentamientos pero de una manera genérica, pero tan pronto como el convoy de Netanyahu dejó la Casa Blanca, los funcionarios de la administración americana emitieron una serie de duras denuncias sobre los planes de construcción de Israel en Jerusalén este y aquellos que pasaron a residir en edificios del barrio árabe de Silwan. Las denuncias asombraron al primer ministro y a su gente".

¿Una "crisis"? En efecto. Pero el gobierno de Israel no acepta la formulación "construcción de asentamientos más allá de la Línea Verde en Jerusalén". De hecho, si Netanyahu ha demostrado algo en las últimas semanas es que está dispuesto a subir la apuesta en su batalla por mantener libres las manos de Israel a la hora de construir y desarrollar Jerusalén.

Entonces, ¿de qué se trata entonces?

La respuesta fácil: una combinación de las cuatro, pero aún se puede tratar de medir el porcentaje de cada uno de estos ingredientes en este guiso de Jerusalén (y sí, el porcentaje seguramente dependerá de las creencias políticas).

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