Tuesday, January 27, 2015

El ataque israelí en el Golan: el mensaje que Israel quería enviar, y no sólo a Teherán, sino también a Washington - Tony Badran - Lebanon Now



Israel le dio a Irán un doloroso golpe el domingo pasado cuando atacó un convoy de altos comandantes iraníes y de Hezbollah en Quneitra, en los Altos del Golán.

Algunos ex funcionarios de seguridad israelíes han explicado que el ataque fue una acción preventiva contra un inminente ataque en el norte de Israel. Además señalaron que en una entrevista tres días antes, el jefe de Hezbollah, Hassan Nasrallah, habló de sus combatientes haciendo incursiones en la Galilea en la próxima guerra con Israel. Otro anónimo funcionario israelí afirmó que la presencia de un general iraní de tan alto rango en el convoy fue una sorpresa. Pero estos detalles forman parte de un artículo de portada en lugar de una explicación sincera. El ataque israelí fue el primer pequeño movimiento en un gran juego estratégico.

Para entender el comportamiento de Israel debemos tener en cuenta tres factores clave:
- la influencia iraní en el Levante se está expandiendo rápidamente.
- y lo está haciendo con el consentimiento de los EEUU.
- por otra parte, nadie en el Oriente Medio cree en realidad que la administración Obama   vaya a impedir que Irán desarrolle un arma nuclear.
Ante la perspectiva real de un Irán nuclear en el horizonte, ningún gobierno israelí puede permitirse el lujo de que la Guardia Revolucionaria iraní (IRGC)  establezca una base en el Golán. En última instancia, este fue el mensaje que Israel quería emitir, y no sólo a Teherán, sino también a Washington.

Desde hace algún tiempo, el régimen de Assad es una filial de absoluta propiedad de Teherán. En consecuencia, los iraníes han estado buscando establecer infraestructura militar en el Golán, y establecerlo como un frente activo contra Israel. Los iraníes y Hezbollah están buscando atar el Golán a su bastión en el Líbano, combinando los dos lugares como "un solo frente", tal como Hezbolá ha comenzado a describirlo. La presencia de oficiales de alto rango iraní y de Hezbollah en la zona da relieve a la importancia que Irán atribuye a este objetivo.

Aunque perecieron varios oficiales de alto rango en el ataque, los iraníes han revelado la identidad de uno solo de ellos, el general de brigada Mohammad Ali Allahdadi. Allahdadi había servido en varias brigadas del IRGC, y dirigió la Brigada de Infantería nº 18 "Al-Gadir" hasta que el comandante de la Fuerza Quds Qassem Soleimani se lo llevó a su unidad. Su destino fue el Líbano y Siria. La relación de muchos años de Allahdadi con Soleimani, que data desde la guerra entre Irán e Irak, es digna de mención. Allahdadi era, en definitiva, el hombre de Soleimani en Siria.

La identidad de los otros oficiales iraníes no está clara. El estudioso de Hezbollah Shimon Shapira  ha señalado que "un iraní adicional, con el nombre de Assadi, era con toda probabilidad el comandante de las fuerzas expedicionarias iraníes en Siria". Shapira piensa que los demás oficiales "formaban probablemente parte de un equipo de inteligencia, por lo que los iraníes prefieren mantenerlos en secreto".

Todavía hay cierta confusión sobre la identidad de otro miembro del convoy, un tal Ali Tabatabai. Según Shapira, "él era el oficial iraní responsable del IRGC para el frente del Golán". Una fuente cercana a Hezbollah también dijo que Tabatabai era un comandante iraní, aunque añadió que no fue asesinado en el ataque. Sin embargo, otras fuentes sostienen que Tabatabai era un oficial de alto rango de Hezbollah, responsable del grupo de "unidad de intervención". El otro comandante de Hezbollah muerto en el ataque, Muhammad Issa, era uno de los comandantes responsables de los archivos de Siria e Irak. Él estaba encargado de la protección de Damasco, donde también trabajó con las milicias iraquíes patrocinadas por Irán. Cualquiera que sea la verdadera identidad de Tabatabai, su presencia junto Allahdadi e Issa sugiere que Irán y Hezbollah estaban trabajando para establecer unidades de infantería especializadas en el Golán para llevar a cabo operaciones contra Israel.

Queda claro entonces, que Irán y Hezbollah están invirtiendo fuertemente en el Golán, y en múltiples niveles. De hecho, la presencia de Yihad Mughniyeh en el convoy lo está asegurando. Como hijo de Imad Mughniyeh, el ex comandante militar de Hezbollah, su vinculación con la operación habría permitido a Hezbollah integrar el frente del Golán en la mitología del partido tejida alrededor de su padre. Desde 2006, la hagiografía de Hezbollah ha presentado a Imad Mughniyeh como el arquitecto de la nueva doctrina militar detrás de la supuesta "victoria divina" del grupo en la guerra de ese año con Israel. Jihad habría sido el elemento natural para llevar a cabo esa idea; el descendiente del gran comandante trayendo las tácticas de su padre al Golán y al propio Israel.

Pero con respecto a Israel, Irán y Hezbollah tiene dos objetivos en el Golán. Además de buscar un segundo frente, están ansiosos por establecer "el principio de que un ataque contra Israel desde Siria, no va a alterar las reglas de enfrentamiento con Hezbollah en el Líbano". Nasrallah hizo alusión a esta aspiración en su última entrevista, cuando habló de extender la disuasión de Israel al teatro de Siria, con el fin de prevenir los ataques contra los envíos de armas y otros objetivos en Siria.

Si se lograra esa ecuación de que fuera legítimo que Hezbollah lanzara ataques contra objetivos israelíes en el Golán sin provocar una devastación en el Líbano, Nasrallah habría logrado revivir una variante de las reglas anteriores al enfrentamiento de 2006, en la que Israel ejecutaría respuestas limitadas a los ataques de Hezbollah, evitando una guerra completa o total. Tal acuerdo sería ventajoso para Hezbollah. Le ahorraría la devastación masiva de una guerra total y la necesidad de movilizar a sus combatientes involucrados en otros frentes, así como reforzaría la percepción de que habría disuadido a Israel.

Cuando los israelíes golpearon el convoy iraní-libanés estaban enviando un  mensaje: "Nosotros rechazamos totalmente esa ecuación", haciendo así reconocer a Nasrallah que se enfrenta a unos severos límites en cuanto a lo que puede hacer como respuesta, poniendo en evidencia que "se ha marcado un farol" de la manera más humillante.

Este mensaje también va destinado a la Casa Blanca, al abrazo de facto de la administración Obama con Irán y a su aceptación de una expansión del dominio iraní por el Levante, colocando a los intereses de EEUU en contradicción con los intereses de Israel.

Con este ataque contra altos funcionarios iraníes, Israel también le envió un mensaje al presidente Obama: "Su cohabitación con Irán no será a costa nuestra".

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