El "antisemitismo funcional" que existe en los Estados Unidos - Sam Sokol - JPost

El fracaso
estadounidense a la hora de resaltar el odio a los judíos cuando se involucra
con entidades como Irán y los Hermanos Musulmanes se puede definir como un “antisemitismo
institucional", le comentó un experto en el tema a The Jerusalem Post este
jueves.
En Israel,
al dirigirse a la conferencia sobre el radicalismo de extrema derecha que se
celebra en el IDC Herzliya, el Dr. Charles Asher Small, el director del
Instituto para el Estudio del Antisemitismo Mundial y sus Políticas, expresó su
opinión de que los judíos estadounidenses no se han preocupado por este tema.
"Creo
que el establishment de las organizaciones judías estadounidenses están mucho
más dispuestas a hablar con claridad sobre el antisemitismo europeo, que sobre el que se está desarrollando en los Estados Unidos. Es más fácil mirar ese antisemitismo alejado de los Estados Unidos, que mirar de frente el propio antisemitismo
en la sociedad estadounidense".
Small tuvo
la precaución de explicar que si bien está lejos de acusar a los miembros de la
actual administración de albergar actitudes antisemíticas, cree que existe una
especie de "antisemitismo funcional". A medida que los Estados Unidos participan
en diálogos con los Hermanos Musulmanes y la República Islámica de Irán, falla
a la hora de poner sobre la mesa el tema de la "agenda genocida
antisemita" que ambos organismos han expresado repetidamente. "Pero
no encarar su antisemitismo no sólo es inmoral, y yo diría que lo es y mucho, sino que
se trata de un antisemitismo institucional".
Además del término “racismo institucional” acuñado por Stokely Carmichael y Charles V. Hamilton
durante la década de 1960, Small explicó que ambos conceptos se refieren a un
sistema "en el cual los individuos pueden no ser racistas, y en nuestro
caso pueden no ser antisemitas, pero existe una cultura institucional que
promueve ciertos tipos de comportamiento. Y cuando una administración se está
comprometiendo con esos que quieren exterminar a judíos, y que lo afirman
públicamente, el seguir relacionándose con ellos, con estas formas inmorales y
espantosas de odio, supone darles oxígeno y dejar que se agraven".
Small añadió
que estaba de acuerdo con una evaluación reciente de pensador David Hazony,
quien afirmó en un artículo que el "mito de la centralidad de Israel"
en todos los problemas del mundo, una percepción muy habitual en ciertos
políticos y en ciertos círculos académicos e ideológicos, es funcionalmente
antisemita, y todos ellos están difundiendo una versión moderna del antiguo
tropo de la complicidad judía en todos los problemas del mundo, incluso "aunque ellos
mismos no son explícitamente antisemitas".
No obstante, en esta
reinvención moderna de ese antiguo mito y prejuicio, no es el
pueblo judío, sino el Estado judío, el que
representa el problema central en el mundo, el "principal obstáculo para una
mejoría general y automática. La afirmación toma diferentes formas y maneras, y
durante mucho tiempo ha sido impulsada por una gigantesca propaganda procedente
del mundo árabe. En el momento en que llega a lugares muchos más suaves, como
barriadas estadounidenses como Foggy Bottom, ha pasado, por supuesto, por todo un
sistema de filtración de calificadores burocráticos", escribió Hazony en
una edición reciente de la revista Tower.
"Creo
que todavía hay personas en los Estados Unidos y en la administración Obama que aún creen que si los asentamientos desaparecieran, la yihad y el islamismo se
disiparían". Small comentó que "hay gente en el ámbito institucional que
todavía se aferran a estos puntos de vista, y se trata de una evidente muestra de
pensamiento irracional".
Labels: antisemitismo funcional
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