Friday, February 20, 2015

El "antisemitismo funcional" que existe en los Estados Unidos - Sam Sokol - JPost


El fracaso estadounidense a la hora de resaltar el odio a los judíos cuando se involucra con entidades como Irán y los Hermanos Musulmanes se puede definir como un “antisemitismo institucional", le comentó un experto en el tema a The Jerusalem Post este jueves.
En Israel, al dirigirse a la conferencia sobre el radicalismo de extrema derecha que se celebra en el IDC Herzliya, el Dr. Charles Asher Small, el director del Instituto para el Estudio del Antisemitismo Mundial y sus Políticas, expresó su opinión de que los judíos estadounidenses no se han preocupado por este tema.
"Creo que el establishment de las organizaciones judías estadounidenses están mucho más dispuestas a hablar con claridad sobre el antisemitismo europeo, que sobre el que se está desarrollando en los Estados Unidos. Es más fácil mirar ese antisemitismo alejado de los Estados Unidos, que mirar de frente el propio antisemitismo en la sociedad estadounidense".
Small tuvo la precaución de explicar que si bien está lejos de acusar a los miembros de la actual administración de albergar actitudes antisemíticas, cree que existe una especie de "antisemitismo funcional". A medida que los Estados Unidos participan en diálogos con los Hermanos Musulmanes y la República Islámica de Irán, falla a la hora de poner sobre la mesa el tema de la "agenda genocida antisemita" que ambos organismos han expresado repetidamente. "Pero no encarar su antisemitismo no sólo es inmoral, y yo diría que lo es y mucho, sino que se trata de un antisemitismo institucional".
Además del término “racismo institucional” acuñado por Stokely Carmichael y Charles V. Hamilton durante la década de 1960, Small explicó que ambos conceptos se refieren a un sistema "en el cual los individuos pueden no ser racistas, y en nuestro caso pueden no ser antisemitas, pero existe una cultura institucional que promueve ciertos tipos de comportamiento. Y cuando una administración se está comprometiendo con esos que quieren exterminar a judíos, y que lo afirman públicamente, el seguir relacionándose con ellos, con estas formas inmorales y espantosas de odio, supone darles oxígeno y dejar que se agraven".
Small añadió que estaba de acuerdo con una evaluación reciente de pensador David Hazony, quien afirmó en un artículo que el "mito de la centralidad de Israel" en todos los problemas del mundo, una percepción muy habitual en ciertos políticos y en ciertos círculos académicos e ideológicos, es funcionalmente antisemita, y todos ellos están difundiendo una versión moderna del antiguo tropo de la complicidad judía en todos los problemas del mundo, incluso "aunque ellos mismos no son explícitamente antisemitas".
No obstante, en esta reinvención moderna de ese antiguo mito y prejuicio, no es el pueblo judío, sino el Estado judío, el que representa el problema central en el mundo, el "principal obstáculo para una mejoría general y automática. La afirmación toma diferentes formas y maneras, y durante mucho tiempo ha sido impulsada por una gigantesca propaganda procedente del mundo árabe. En el momento en que llega a lugares muchos más suaves, como barriadas estadounidenses como Foggy Bottom, ha pasado, por supuesto, por todo un sistema de filtración de calificadores burocráticos", escribió Hazony en una edición reciente de la revista Tower.
"Creo que todavía hay personas en los Estados Unidos y en la administración Obama que aún creen que si los asentamientos desaparecieran, la yihad y el islamismo se disiparían". Small comentó que "hay gente en el ámbito institucional que todavía se aferran a estos puntos de vista, y se trata de una evidente muestra de pensamiento irracional".

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