Saturday, February 07, 2015

La próxima vez que usted oiga declarar que la democracia en Israel está en peligro... - Shmuel Rosner - Jewish Journal




Hace un año y medio, cuando Israel decidió por votación de la Knesset elevar su umbral electoral hasta el 3,25%, los críticos catalogaron este movimiento como "no democrático". La Asociación por los Derechos Civiles en Israel (con una agenda claramente pro árabe), declaró que "los principios básicos del sistema democrático israelí estaban siendo socavados". Como informé en aquel momento, "la oposición realizó una protesta silenciosa, significando con ella que sus miembros consideraban ese proyecto como un intento de ahuyentar la representación de las minorías en el parlamento… y un grupo de intelectuales israelíes publicó una carta de protesta contra la nueva legislación".

Algunos miembros de la Knesset hicieron una petición al Tribunal Superior argumentando que "el umbral aprobado a través de una reciente iniciativa legislativa se orientaba a eliminar por completo a los partidos árabes de la Knesset".

"Su objetivo es desterrar a los diputados árabes de la Knesset", dijo llorando nada menos que la jefa del partido izquierdista Meretz, Zehava Gal-On, durante el debate en la Knesset. "Este proyecto de ley es una vergüenza".

Demasiado para crear el pánico político. Esto en cuanto a las predicciones políticas.

Si el aumento del umbral para entrar en la Knesset del 2% al 3,25%  resultó "vergonzoso" o no, todavía no puede debatirse. En verdad, no veo cómo un aumento del 1,25% convierte el umbral de entrada en más vergonzoso - cómo si un 3,25% fuera mucho más vergonzoso que un 2% -. También podemos debatir si todo este asunto era necesario. Esto todavía está en duda, pues el número de partidos en la próxima Knesset podría no ser menor que el número hasta ahora existente (cuando parecía suponerse que un incremento en el umbral de entrada disminuiría el número de partidos en la Knesset y haría el sistema de Israel más estable). Sin embargo, cuando se trata del impacto del nuevo umbral en el sistema político de Israel no puede haber debate: la mayoría de las predicciones alarmistas, los gritos, las acusaciones populistas y las lágrimas en general parecen hoy risibles.

Si el objetivo era desterrar a los partidos árabes, eso no parece que vaya a suceder. De hecho, los votantes árabes parece que van a estar representados en la Knesset por algún miembro más. Si algunos sostuvieron firmemente que eso se hacía porque los partidos árabes no pueden fundirse en una única agrupación, ahora parece obvio que pueden.

De hecho, cuando se mira el estado actual de los asuntos políticos de Israel, es la derecha la que parece tener que estar más preocupada por el nuevo umbral, y desde luego mucho más que la izquierda, y serían los votantes judíos los que podrían perder representación más que los votantes árabes.

Tres partidos se ven amenazados por el nuevo umbral electoral de acuerdo con las últimas encuestas: dos a la derecha y otro a la izquierda. De estos tres, el más propenso a sufrirlo es el nuevo partido de la extrema derecha formado por Eli Yishai. Esta barrera de entrada puede desempeñar un gran papel, y no por primera vez, en el bloqueo de los elementos kahanistas a la hora de conseguir escaños en la Knesset. Esto no es algo por la que los miembros de la izquierda (o los árabes) vayan a quejarse. Si bien Yishai no molesta, posiblemente significaría una pérdida de un buen número de votos de la derecha, un número que en el antiguo sistema significaría alrededor de 3 o 4 escaños en la Knesset.

Otro partido que no está recibiendo los suficientes votos para asegurarse de que cruzará el nuevo umbral es, irónicamente, el partido de uno de los principales defensores de dicho umbral, el ministro de Asuntos Exteriores Avigdor Lieberman. Probablemente debido al impacto negativo de las nuevas investigaciones de corrupción contra algunos miembros del partido, y a que la lista de los candidatos de Israel Beiteinu no es muy atractiva, el partido solamente está situado ligeramente por encima de la zona de peligro. Las últimas seis encuestas le dan entre 4 a 6/7 escaños.

Un partido de la izquierda también está en peligro: el Meretz. Es decir, no son los partidos árabes los que corren peligro, sino más bien el partido de la izquierda "judía". Las últimas seis encuestas le dan al Meretz entre 4 y 6 escaños, y sus líderes, comprensiblemente alarmados, han decidido como resultado un cambio de estrategia. A partir de esta semana, comenzarán con sus ataques contra el partido Laborista - el principal partido de la izquierda -, que se harán más frecuentes y se volverán mucho más desagradables. El Meretz no tiene otra opción: sus votantes no le están abandonando para votar a la derecha, sino que les abandonan para votar a otro partido de izquierda que sí tiene la oportunidad de formar un gobierno.

Herzog y Livni tienen una defensa convincente en que para ser capaces de desafiar a Netanyahu es crucial que tengan más votos que el Likud. De hecho, están usando el mismo argumento que utilizaron para criticar la elevación del umbral: que los partidos más grandes serían beneficiados al recibir los votos, y que los partidos más pequeños serían perjudicados a causa de la gobernabilidad.

Netanyahu está argumentando lo mismo desde la derecha, mientras se asegura de no ofender a los posibles futuros socios de la coalición. Los votantes que quieren un gobierno de la derecha deben saber que un pequeño y débil Likud significa que sera mucho menos propenso a tener una coalición de su agrado.

¿Qué nos dice todo esto?

Que tal vez, sólo tal vez, un umbral más alto puede tener cierto éxito en la reducción del número de partidos y en la conducción de los votantes hacia los partidos más grandes.

Que en la política el resultado rara vez es el que la gente espera que sea, por lo que las consecuencias no deseadas del nueva umbral pueden ser muy divertidas.

Que la típica cultura política en Israel llena de histeria política - las continúas amenazas que vuelven inevitable que la democracia en Israel esté a punto de desmoronarse a causa de esta o de aquella legislación -, debe tomarse como un grano de sal. La próxima vez que escuche a alguien declarar que la democracia de Israel está en peligro de muerte, recuerda el umbral electoral.

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2 Comments:

Blogger Miguel said...

No creo que fuera muy difícil pronosticar que una subida del umbral electoral no solo no iba a acabar con la representación de los partidos árabes sino que iba a provocar un aumento de su presencia (como las encuestas parecen indicar).

Solo el bocachanclas de Liberman y algunos histéricos de la izquierda parecieron no darse cuenta de ello.

P.D. Cierto es que el aumento del umbral no obligaba a los partidos árabes a unirse, y tenían otras alternativas: haberse presentado los tres por separado como antes (en ese caso Balad hubiera quedado fuera pero casí seguro que Raam-Taal y Hadash hubieran superado el umbral y se hubieran repartido casi todo el voto árabe), se podrían haber presentado Hadash-Taal (ya lo hicieron en 2003) por un lado y Raam-Balad por otro superando ambos el umbral, o Raam-Taal-Balad por un lado y Hadash solo o con Meretz (si hubieran querido mantener Hadash un perfil más de izquierda, pero parece claro que su identidad árabe es su base principal e incluso Meretz debe ser demasiado sionista para ellos). Pero no habiendo obligado a la unión árabe si que ha sido uno de los factores que la han propiciado, junto con otros (principalmente que esto era apoyado por la mayoría del público árabe que no ve muchas diferencias entre ellos, y esto ya lo decían las encuestas antes de subir el umbral).

P.D.2 Parece que que la Lista conjunta Árabe no se quiere presentar como árabe (sino como pro-paz, pro-democracia y anti-racismo, curioso esto cuando algunos de sus diputados como Zoabi son antisemtias, han apoyado a Hamas, etc) para intentar rascar voto judío argumentado que hay un diputado judío (antisionista, Dov Khenin de Hadash. Siendo precisos podríamos decir que la Lista Conjunta es una lista antisionista, y en su práctica totalidad árabe.). Creo que los únicos judíos que van a votar a esta lista son judíos antisionistas que ya antes votaban sobretodo a Hadash, y son muy poquitos.

12:25 AM  
Blogger Miguel said...

Errata:

Siendo precisos podríamos decir que la Lista Conjunta es una lista antisionista, y casi en su práctica totalidad árabe.

12:50 AM  

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