Sunday, February 22, 2015

¿Por qué Netanyahu rompió públicamente con Obama con respecto a Irán? - David Ignatius - Washington Post



La ruptura pública entre el presidente Obama y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu sobre el problema nuclear de Irán es a menudo descrito como una disputa de personalidades. Pero un alto funcionario israelí sostuvo esta semana que dicha ruptura se ha ido fraguando durante más de dos años, y refleja un profundo desacuerdo sobre la mejor manera de limitar la incremental amenaza de Irán.

Yuval Steinitz, el ministro de inteligencia de Israel, se refirió a la opinión de su gobierno en una entrevista este miércoles. Steinitz afirmó que el acuerdo nuclear contemplado por Obama ratificaría a Irán como un estado en el umbral de las armas nucleares, y que el "tempo" para buscar dicho acuerdo, el año deseado por Washington, no era el adecuado. Y subrayó que estos puntos de vista no son nuevos.

"Desde el principio, hemos dejado muy claro que teníamos reservas sobre el objetivo de las negociaciones", nos explica. "Pensamos que el objetivo debía ser deshacerse de la amenaza nuclear iraní, no verificarla o inspeccionarla".

Steinitz, que ayuda a Netanyahu a supervisar la estrategia sobre Irán, señala que entiende que los Estados Unidos quieran atar las manos de Irán durante una década hasta que una nueva generación tome allí el poder. Pero advierte: "¿nos están diciendo que, efectivamente, en 10 o 12 años Irán podría ser un país diferente? Esto es peligroso, porque ignora que Irán se piensa o considera como una superpotencia a la antigua".

El escepticismo de Netanyahu llegó a un punto crítico el mes pasado, cuando llegó a la conclusión de que la administración Obama había ofrecido tantas concesiones a Irán que cualquier acuerdo alcanzado sería malo para Israel. Por eso rompió con Obama, por vez primera en una llamada telefónica privada el 12 de enero, y luego aceptando públicamente una oferta del líder del Partido Republicano en la Cámara de Representantes, John Boehner, para dirigirse al Congreso el 3 de marzo, y en efecto hablar en contra de un acuerdo de tal tipo.

La administración Obama argumenta que el acuerdo está tomando forma, aunque sea de manera imperfecta, y que es preferible a cualquier otra alternativa realista. Limitaría el programa iraní y permitiría un monitoreo cuidadoso de sus acciones. Enfurecida por lo que ve como los esfuerzos de Netanyahu para sabotear dicho acuerdo, la administración Obama decidió a principios de febrero limitar la información que comparte con Israel acerca de su negociación con Irán.

La discordia se remonta al 2012, cuando la administración Obama comenzó a realizar contactos secretos con Irán a través de Omán. Los israelíes estaban enojados porque no fueron informados y se sintieron insultados por los Estados Unidos por pensar que no se enterarían a través de sus propios canales de inteligencia. Netanyahu denunció el acuerdo provisional alcanzado en noviembre de 2013, en el cual se aceptaba formalmente que Irán podría enriquecer uranio.

A pesar de la opinión de Netanyahu de que era un "gran error" aceptar cualquier enriquecimiento iraní, Steinitz dijo que "nos dieron la impresión de que podría ser algo simbólico. La cifra inicial [discutida por los Estados Unidos y sus socios en la negociación] era de unos pocos cientos de centrifugadoras. Ahora los Estados Unidos está contemplando la opción de que sean miles". Según la prensa israelí, los Estados Unidos han ofrecido permitir a Irán operar con al menos 6.500 centrifugadoras.

Steinitz no cuestiona el argumento estadounidense de que “lo que importa es un paquete que incluya el número y los niveles de rendimiento de las centrifugadoras permitidas, el desmantelamiento de las centrifugadoras no permitidas y el tamaño del arsenal iraní de uranio enriquecido. El momento de ruptura es una ecuación con cuatro variables".

"La tentación [de Irán] no es actuar ahora, sino en dos o tres o cuatro años, cuando Occidente esté preocupado con otras crisis", añadió. Steinitz dijo que si Irán elige "escaparse" en un momento así, llevaría meses a los Estados Unidos y a sus aliados determinar si el pacto había sido violado, y otros seis meses para formar una coalición con sanciones u otras medidas decisivas. Para entonces, podría ser demasiado tarde.

Steinitz dijo que el gobierno israelí entiende el objetivo de los Estados Unidos de obtener una duración de 10 a 15 años para el acuerdo, lo que limitaría a Irán hasta lo que sería probablemente la próxima generación (el líder supremo Ali Jamenei tiene 75 años). Pero una vez más, disintió.

"Entiendo la lógica, pero no estoy de acuerdo", dijo Steinitz. Lo que Estados Unidos está diciendo a Irán es que "si están de acuerdo en congelar sus objetivos durante 10 años, eso será suficiente para nosotros". Pero eso no funciona con Israel. "Creer que en la próxima década habrá un cambio democrático en el liderazgo iraní y que Irán no amenazará a los EEUU o Israel nunca más, creo que es algo demasiado especulativo".

Steinitz concluyó la conversación con una advertencia enfática: "Irán es parte del problema y no parte de la solución, a menos que la administración Obama piense que Irán dominando el Oriente Medio representa la solución".

Las personas que piensan que un acuerdo nuclear con Irán es deseable, también tienen que ser capaces de responder a las objeciones y a las críticas de Steinitz.

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