Tuesday, March 24, 2015

Obama trata de inventar excusas gracias a las cuales pueda romper con Israel - Elliott Abrams - National Review



El hombre que se precipitó a felicitar a ganadores de elecciones como Vladimir Putin, ha tenido una actitud muy diferente hacia el  recién elegido líder de Israel, Benjamin Netanyahu. Después de retrasar una llamada de felicitación la semana pasada, Obama utiliza luego posteriormente la llamada para darle una conferencia a Netanyahu y ​​amenazar con un cambio en las relaciones Estados Unidos-Israel.

En primer lugar, la conferencia. Según informaba el New York Times ayer
Obama le dio una enérgica reprimenda a Mr. Netanyahu acerca de su post en Facebook el día de las elecciones en el que el líder israelí advertía a los suyos de que los votantes árabes iban a las urnas "en masa",  una afirmación ampliamente interpretada como un intento de suprimir el voto árabe. Le indicó que ese tipo de retórica era contraria a la mejor de las tradiciones de Israel, ya que aunque Israel se fundó sobre la base de ser la patria judía histórica y en la necesidad de tener una patria judía, la democracia israelí se ha basado en tratar a todos con igualdad y justicia. "Si eso se pierde, entonces creo que eso sólo dará munición a la gente que no cree en un Estado judío, pero también creo, comenzará a erosionar el sentido de la democracia en el país".
Es bastante obvio que Netanyahu no hizo ningún esfuerzo por "suprimir el voto árabe", ni podía, y si el New York Times y Obama lo creen así, se trata simplemente de una prueba más de que están inundados por la ignorancia y los prejuicios acerca de Israel. El comentario de Netanyahu estaba destinado a conseguir que sus propios votantes fueran a las urnas, lo que queda claro por las palabras que utilizó: advirtiendo cómo los partidos de izquierda y sus organizaciones no gubernamentales próximas trataban de promover esa masiva participación árabe, y diciendo a sus propios votantes que se movilizarán a su vez. Así pues, que Obama sermoneara a Israel, la única democracia real de la región, dos días después de una elección totalmente libre, resulta bastante sorprendente, sobre todo teniendo en cuenta que en junio de 2009, por ejemplo, se quedó mudo y en silencio mientras los ayatolás aplastaban al movimiento verde iraní y sus demandas de democracia en Irán. Muchas personas han considerado que el comentario de Netanyahu fue imprudente u ofensivo, por diversas razones, pero la interpretación de Obama es ilógica e indefendible.

La conferencia continuó, según nos dice el NY​​Times, con los reproches a la aparente oposición de Netanyahu al establecimiento de un Estado palestino según sus propios palabras mientras fuera primer ministro. Esto es lo que dijo Obama:
No podemos limitarnos a mantener perpetuamente el status quo, ampliando los asentamientos, ya que no es una receta para la estabilidad en la región... Nosotros le tomamos la palabra de que no sucedería durante su gobierno, y por eso es que tenemos que evaluar que otras opciones están disponibles para asegurarnos de que no se desencadena una situación caótica en la región.
Estos comentarios son igualmente indefendibles. En primer lugar, vemos aquí de nuevo la vieja y desacreditada idea de que el conflicto palestino-israelí - no el terrorismo, no el programa iraní de armas nucleares, no la guerra en Siria, y no el ISIS - es fundamental para los problemas de la región. Si no se avanza en este conflicto, vuelva a advertir Obama, podemos estar seguros de que habrá "una situación caótica en la región". ¿Y por qué sería? Debido a que la situación actual es "insostenible", supongo. Ese "status quo" ha sido sostenido durante unos notables 48 años desde la guerra de 1967, por lo que su carácter insostenible súbito resulta exactamente misterioso.

La posición de Netanyahu sobre un Estado palestino es compartida por la gran mayoría de los israelíes,  de la izquierda y de la derecha, y por muchos de los que votaron en contra de él. Se trata del objetivo final, pero no es posible en el corto plazo. El presidente de la OLP, Mahmoud Abbas, rechazó la oferta israelí en 2008 que le habría dado el 96% de Cisjordania, y territorio de Israel que compensaría el 4% que faltaría (y que es lo que representarían los principales asentamientos israelíes), y la soberanía compartida sobre Jerusalén. Si él rechazó esa oferta, va a rechazar todas. Nunca habrá nada mejor que eso. Abbas no firmará ningún acuerdo de paz definitivo y por eso no es visto por los israelíes como un socio serio para la paz.

Por otra parte, un acuerdo que sacara al IDF de la Ribera Occidental en estos momentos, con el ISIS, Hezbolá y las tropas iraníes deambulando por Siria, es una fórmula para la guerra y el terror en Jordania e Israel. Así que cuando Netanyahu dice que actualmente no podrá haber ningún acuerdo, o en los próximos años, está describiendo una realidad ampliamente comprendida en la región, no sólo en Israel. Tal vez Obama no lo entiende así, y si es así, no está haciendo su trabajo.

Tengan en cuenta también su observación acerca de cómo Netanyahu está potenciando la "expansión de los asentamientos". La Oficina Central de Estadísticas de Israel reportó una caída del 52% en la construcción de viviendas en Cisjordania en 2014, y ello en comparación con 2013. Los asentamientos han crecido mucho menos en los años que Netanyahu ha estado en el poder que en los de sus dos predecesores, Sharon y Olmert. Por otra parte, en virtud de que durante el gobierno Netanyahu el crecimiento de la población en los asentamientos se ha dado principalmente en los grandes bloques de asentamientos. Aunque la población en esos bloques de asentamientos puede estar creciendo, no se están expandiendo físicamente ni se trata de nuevos asentamientos que se están creando, por lo que el "mapa de la paz" no está cambiando. Es simplemente falso, ya que Obama parece dar a entender que los asentamientos se expanden físicamente y engullen al futuro Estado palestino.

Incluso una vez - de hecho, en 2009 - Netanyahu cedió a la presión de los Estados Unidos e impuso una moratoria de diez meses en la construcción en los asentamientos. Hillary Clinton, la secretaria de Estado por aquel entonces, elogió esta decisión como una medida "sin precedentes". Sin embargo, esa medido no llevó a Abbas a la mesa de negociaciones, y parece que Obama lo ha olvidado totalmente. Aunque claro, eso sería contradecir su narrativa de que Netanyahu no quiere la paz y debe ser castigado. Esa narrativa es crucial para su amenaza de que, como respuesta a la continuidad de Netanyahu, los EEUU podrían dejar de defender a Israel de los sesgados ataques en las Naciones Unidas, y mirar a "otras opciones".

Lo que está pasando aquí no es una reacción razonable de la administración Obama a lo que se dice que dijo Netanyahu, sino un esfuerzo por parte de Obama de encontrar una excusa, cualquier excusa, para cambiar la política de los EEUU hacia Israel. Republicanos parece que lucharán contra tal cambio. Pero las próximas semanas y meses pueden ser un auténtico test para los sedicentes simpatizantes de Israel en el partido Demócrata, entre ellos Hillary Clinton. ¿Van a dejar que Obama siga con su política de abandonar a Israel?

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