Mejor quejarse de las severas restricciones israelíes al acceso a sus hospitales que criticar la falta de hospitales de los palestinos - Israellycool

No es muy fácil de encontrar una cifra definitiva de la cantidad de ayuda que recibe Gaza sobre una base anual. En primer lugar, está la ayuda oficial que recibe Gaza, en comparación con la ayuda que recibe a escondidas de lugares como Irán. Por lo tanto, no sabemos cuánto dinero se ha remitido y comprometió a enviar. Sin embargo sabemos que la cantidad de ayuda que recibe Gaza, junto a Cisjordania, es de miles de millones, por lo menos 2.4 billones de $ en 2012, de acuerdo con una fuente, lo que la convierte en el tercer país en lo referente a ayudas, después de Siria y Sudán.

Siendo este el caso, tengo que preguntarme por qué Mahmoud Kuweifi de Gaza,  con 24 años de edad y que tiene fibrosis quística, no tiene acceso a la atención médica dentro de Gaza. De acuerdo con el diario británico The Independent, a Kuweifi se le ha permitido salir de Gaza desde la infancia para un tratamiento regular en el hospital Tel Hashomer de Israel. Su familia tiene "nada más que elogios" para el personal del Tel Hashomer.

 "Le gusta mucho", dice el Sr. Kuweifi, añadiendo medio en broma: "Si pudiera pedir asilo allí, lo haría". Según su madre, Suzanne: "Los médicos se han convertido en muy buenos amigos. Ellos lo criaron".

La calidez con la que los padres del señor Kuweifi describen a "los judíos" que han cuidado a su hijo es sorprendente, incluso si no viviera en el barrio oriental de Shejaiyia de la ciudad de Gaza, quizás el peor escenario de muerte y destrucción durante la guerra de 2014.

Pero, de acuerdo con The Independent, Mahmoud perdió sus dos últimas citas cuando el ejército israelí se negó a concederle un permiso para entrar en Israel. Mahmoud dijo sentirse "muy confundido" por la negativa y ha añadido: "Yo no estoy en ninguna de las facciones. Me siento impotente. No quiero decir que este desesperado, pero estoy teniendo cuidado de no contraer infecciones. Si enfermo, podría morir".

El artículo continúa afirmando que Israel es muy estricto en lo referente a la concesión de permisos a los habitantes de Gaza que desean entrar en Israel para recibir tratamiento médico. Bien, ahora tengo que decir que todo esto me parece confuso. En primer lugar, los árabes dicen que están ocupados por Israel. Ellos dicen que quieren que la ocupación termine y que quieren un estado, y además quieren que sea Judenrein, un estado sin judíos. Así que si consiguen su deseo, ¿quien trataría a sus enfermos?

No pueden tener ambas cosas. Si quieren desprenderse de Israel, deberían olvidarse de Israel. Que se gobiernen a sí mismos, que se proporcionen atención médica a sí mismos, electricidad para sí mismos, y así sucesivamente. Podían hacerlo ahora: que empiecen a cuidar a sí mismos con todo ese dinero de las ayudas en lugar rellenar los bolsillos de los funcionarios, de construir túneles, y de almacenar armamento con el que atacar a Israel.

Nada de esto se menciona en el artículo de The Independent, por supuesto. En cambio, el escritor, Donald Macintyre, nos hace que odiamos realmente a esos judíos desagradables, que pueden hacer incluso que muera el pobre Mahmoud.

La próxima cita de Mahmoud es dentro de más de un mes, si obtiene un permiso. Asustada por si la enfermedad le somete a una crisis antes de esa fecha, su madre dice: "Me estoy preparando para enterrarlo".

¿Insuficientes kleenex en el mundo?

Por cierto, sólo por curiosidad, busqué lo que cuesta construir un hospital. Google me dijo que el Centro Médico Sourasky en Tel Aviv, más comúnmente conocido como el Hospital Ichilov, costó 110 millones de $  y es el tercer mayor complejo hospitalario en Israel. Así las cosas, parece que los 2.400 millones de $ en ayuda recibida por Gaza y Cisjordania, sólo en el 2012, debería haber bastado para construir un montón de hospitales.

Pero claro, eso estropearía la posibilidad de más artículos lacrimógenos del The Independent con el siguiente titular: Pacientes palestinos sufren las severas restricciones israelíes a la hora de otorgarles permisos de salida y los mantiene alejados de los hospital.