Tuesday, January 19, 2016

Vivir en un mundo de ensueño: La visión hollywoodiana de Obama del Oriente Medio - Alex Fishman - Ynet



El reloj tecnológico militar-nuclear iraní se ha retrasado. ¿Cuánto tiempo hemos ganado? Nadie puede decirlo con seguridad. Pero ese es el único rayo de luz en el acuerdo entre Irán y varias potencias mundiales.

En lo que se refiere a Israel, la eliminación de las sanciones a Irán es un resonante fracaso diplomático. Israel no ha podido convencer al mundo, sobre todo a Occidente, de que Irán es una amenaza potencial para Israel y para la estabilidad del Oriente Medio que radica en algo más que su programa nuclear militar. La demanda de Israel de que la crisis fuera utilizada con el fin de frenar las políticas destructivas de Irán en el Oriente Medio cayó en oídos sordos.

La eliminación de las sanciones proporciona al gobierno de Teherán el poder de alimentar las llamas entre chiítas y sunitas, entre israelíes y palestinos, y de tratar de subvertir los regímenes de Arabia Saudita, los Estados del Golfo y Jordania, así como el fortalecimiento del régimen de Assad en Siria. Las potencias occidentales no solamente han dado legitimidad a Irán, tambiéb le han proporcionado medios materiales que ayudarán en la realización de su visión destructiva.

El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, declaró que la diplomacia había ganado. Tal vez los diplomáticos ganaron, pero el mundo libre ha perdido, y a lo grande.

En cuanto a la percepción de la seguridad nacional de Israel, Irán sigue siendo la amenaza número uno - no el ISIS o al-Qaeda -. Buena parte de las fuerzas de seguridad de Israel se dedican a la amenaza iraní: Desde los preparativos para la próxima guerra con Hezbolá a las operaciones encubiertas iraníes en el Oriente Medio, tratando siempre de desplazar la amenaza iraní lo más lejos de la frontera con Israel. Esto incluye inversiones continuas en armas de disuasión como los submarinos, que el régimen iraní consideran como una espada colgando sobre su cabeza.

Dentro de poco enormes cantidades de dinero comenzarán a fluir hacia Irán: su industria militar invierte 2-3 mil millones de dólares anualmente en decenas de fábricas. Cuando se levanten las sanciones, ese industria podrá multiplicarse por dos o quizá por tres, como parte de un plan para revitalizar al ejército iraní. Pero los productos de esta industria alcanzarán todas las partes del Oriente Medio: Desde los huthis en Yemen, a Hezbolá en el Líbano y Hamas en Gaza.

Los estadounidenses han optado por ignorar la industria de misiles iraní, que cubre la mayor parte del Oriente Medio y llega hasta Israel. Esto requiere la preparación continua de Israel, tanto ofensiva como defensivamente.

Israel tendrá que observar atentamente la potencia de los militares iraníes. Los rusos ya han firmado acuerdos lucrativos para renovar la fuerza aérea de Irán, y la cuestión principal es su capacidad para financiar el proceso. Una vez que se eliminen las sanciones, el dinero llegará. A pesar de que la infraestructura económica de Irán está podrido por dentro, cuando 100 mil millones de dólares vuelvan a fluir, el primer punto de la agenda será, construir su poder militar.

El mundo dejará de prestar atención a Irán dentro de poco tiempo, pero Israel no tiene ese privilegio: Mientras el mundo se va a dormir, Israel deberá estar despierto y tendrá que aumentar sus inversiones en inteligencia.

No obstante, el actual gobierno estadounidense, la administración Obama, está enamorado de este acuerdo: Podemos imaginarnos las ventas de armas de los rusos por petróleo, podemos imaginarnos a los europeos reconstruyendo a la industria automovilística iraní, y podemos esperar que la industria aeronáutica estadounidense inunde Irán.

Y esto es sólo el comienzo. Los EEUU ve a Irán floreciendo gracias a sus reformistas, y renunciando a sus ambiciones imperialistas, al programa nuclear, y al apoyo del terrorismo. La administración Obama ve a Irán centrándose en la mejoría de la calidad de vida de sus ciudadanos como punto central de su agenda. En otras palabras, ve a los McDonald compatibles con la Sharia.

Los estadounidenses están seguros de que van a cosechar dentro de poco esos frutos, y que en las elecciones parlamentarias iraníes del próximo mes se verá como la gente votará por los candidatos moderados. Además, esperan que las masas celebren el levantamiento de las sanciones y que eso afecte a la Asamblea de Expertos de Irán para así elegir a un heredero "liberal" al líder supremo Ali Jamenei.

Pero Jamenei no ha dicho su última palabra con respecto a su reemplazo. El liderazgo espiritual ha enviado recientemente mensajes ominosos a los reformistas. Y los Guardianes de la Revolución, a los que no les gustan nada los vientos occidentales que están soplando en Teherán, tampoco han dicho su última palabra.

Pero los estadounidenses piensan que están rodando una película de Hollywood: Ven un nuevo Oriente Medio donde reine la paz y la fraternidad. Ese es el legado de Obama, y ​​después de recibir el Premio Nobel de la nada, el Oscar a los efectos especiales también está de camino.

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