Friday, February 26, 2016

Abu Mazen rechaza la apelación de Kerry de enfriar el terror palestino contra los israelíes - DEBKA



El secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, salió con las manos vacías de su último encuentro con el presidente palestino Mahmud Abbas (Abu Mazen) en Amman el domingo, 21 de febrero. Algo que no debería haberle sorprendido, ya que formaba parte de lo esperado. Las fuentes de Debka en el Oriente Medio informan de que Kerry fue finalmente convencido de que Abbas no le daría a Israel ni una pulgada sobre los asuntos políticos o relacionados con la seguridad. El líder palestino nunca se ha desviado de su convicción de que es el deber de la comunidad internacional obligar a Israel a permitir que los palestinos posean estado propio sin negociaciones directas.

Con este fin, Kerry encontró a un Abu Mazen aferrado a la iniciativa presentada por el presidente francés Francois Hollande de una conferencia internacional que estableciera un estado palestino, mientras dejaba a los palestinos fuera de la necesidad de unas conversaciones con Israel.

Francia, de hecho, advirtió a Israel de que si no se avanzaba hacia una solución de dos estados, París seguirá adelante y reconocería al estado palestino.

El líder palestino está determinado a hacer campaña en nombre de la iniciativa francesa el próximo mes, sin inmutarse por las repetidas advertencias del Secretario de Estado de los Estados Unidos de que Washington no irá junto a él, incluso si Francia lo lleva ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

Pero la mayor parte del desconcierto de Kerry provino de comprobar el rechazo por parte de Abu Mazen cuando le pidió que hiciera un discurso o emitiera alguna declaración llamando a los palestinos a poner fin a sus ataques terroristas contra los israelíes que ahora entra en su quinto mes consecutivo. Todos sus esfuerzos para persuadir al líder palestino de aplacar la violencia fueron en vano.

Un alto miembro de la comitiva de Kerry comentó a Debka: "Abbas obviamente piensa que el terrorismo en su forma actual sirve a su política, a pesar de que no lo admitirá en público". La fuente describió el estado de ánimo del secretaria de Estado después de este encuentro como "decepcionado y sorprendido".

Fuentes militares han comentado a Debka que Abbas está pisando una línea muy fina. Mientras él considera que cierto grado de violencia es muy útil para que los palestinos descarguen su resentimiento, sin embargo da instrucciones a sus servicios de seguridad para que cooperen parcialmente con Israel para que la violencia palestina no se vaya de las manos y lo conviertan a él en su próximo objetivo.

Y antes de él está la constante presencia de las consecuencias de la retirada de Israel de la Franja de Gaza, el ascenso de gobierno de Hamas. Esto debe evitarse en Cisjordania a toda costa.

A pesar de esta realidad, la antigua controversia política israelí entró en erupción nuevamente esta semana cuando el jefe de la inteligencia militar del IDF, el general Herzl Halevi, fue citado (o mal citado) como comentando hace unas semanas en una reunión del gabinete de seguridad que la tracción diplomática entre Israel y los palestinos podría enfriar la actual ola de terror,

Esta teoría refutada cada vez que una nueva ronda de conversaciones de paz ha provocado un nuevo estallido de terror palestino en las últimas tres décadas, fue sorprendentemente refutada una vez más en la reunión de Kerry-Abbas en Amman.

Las fugas recientes procedente del gabinete de seguridad de Israel, aunque a menudo se sacan de contexto, demuestran que las evaluaciones de inteligencia a menudo están demasiado alejadas de la realidad. Tanto en la cuestión palestina como en las perspectivas del conflicto sirio.

Esto puede tener algo que ver con el retraso del primer ministro Benyamin Netanyahu en el nombramiento de un nuevo director para el Consejo Nacional de Seguridad que tome el relevo de Yossi Cohen, quien ha sido nombrado director del Mossad.  Netanyahu, al parecer, no está contento con las evaluaciones de inteligencia puestas sobre la mesa y puede decidir renunciar a otro evaluador.

También escasas de sustancia fueron las palabras pronunciadas por el ministro de Defensa Moshe Yaalon el 22 de febrero desde la cubierta del destructor estadounidense el USS Carney , anclado en el puerto de Haifa, en el marco de las maniobras Juniper Cobra 2016 estadounidenses-israelíes.

Yaalon dijo: "Los Estados Unidos y Rusia, ambos activos en la guerra civil de Siria, reconocen la libertad de Israel de actuar en defensa de sus intereses".

Mientras que esas dos potencias de hecho pueden reconocer esta libertad como principio, Israel será determinada a evitar cualquier acción que sea susceptible de ser acusada de dañar las posibilidades de la entrada en vigor de un alto el fuego el 27 de febrero. Tanto los EEUU como Rusia también se asegurarán de que ningún poder exterior, ni Turquía, Arabia Saudita o Israel, intervenga militarmente en el conflicto sirio cualesquiera que sean sus intereses de seguridad.

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