Sunday, April 24, 2016

El Haaretz adopta la narrativa palestina - Shlomo Cesana - Israel Hayom



"Jerusalén, yendo hacia abajo", decía el titular de un artículo de dos páginas de la edición de Haaretz el viernes pasado, la edición de la Pascua. Me sentí enfurecido por este titular.

Se trataba de los espacios subterráneos de la "histórica Cuenca de Jerusalén" (la Ciudad Vieja y sus alrededores). Realmente esperaba que fuera una pieza informativa sobre la historia de estos lugares, pero al leerlo me di cuenta de que era solamente un artículo propaganda que podía alimentar las teorías de conspiración y aumentar las tensiones. El subtítulo decía: "Dentro de algunos años, los visitantes de la Ciudad Vieja serán capaces de visitar otra ciudad, la Jerusalén subterránea. Allí encontrarán hallazgos arqueológicos, caminos secretos y diversos lugares donde la gente pudo organizar eventos y actos. ¿Pero quién no estuvo allí? Los árabes, o cualquier cosa que de fe de su existencia varios metros por encima. Este será un viaje hacia las profundidades de Jerusalén con una sola nación presente".

De la lectura de este extracto se podría pensar que el único objetivo de este proyecto era asegurarse de que "no hubiera árabes a la vista".  Se trata de mandar un recordatorio: Hemos estado aquí durante 4.000 años. Todo comenzó en y al pie del Monte del Templo: La monarquía unida de Israel y de Judá, los dos templos, y la oración colectiva permanecen: "El año que viene en una Jerusalén reconstruida".

El artículo menciona que un día la zona conocida como los túneles del Muro Occidental se conectará a otros lugares. Este es un esfuerzo evidente para recordar a los lectores los disturbios de 1996 después de la inauguración de una nueva salida del túnel principal, lo que dio lugar a 17 soldados israelíes muertos. El movimiento nacional palestino, incluida la actual Autoridad Palestina y el Movimiento Islámico, siempre han afirmado que Israel estaba llevando a cabo excavaciones debajo del Monte del Templo con el fin de sabotear los lugares sagrados islámicos de la zona. Esto por supuesto es una mentira flagrante, porque la red de túneles que está siendo excavada no sube hacia el Monte del Templo.

Está claro que Haaretz quería criticar las acciones de Israel. Gihón Spring, por ejemplo, al lado del Monte del Templo, donde algunos de nuestros antiguos reyes fueron ungidos, es mencionado por su nombre árabe. En caso de que se olvide, a principios de este mes los palestinos lograron cambiar mediante una resolución de la UNESCO el término "Monte del Templo" para así mantener la referencia a la "mezquita de Al-Aqsa / Al-Haram al-Sharif y su entorno".

Ir David Fundation, que tiene como objetivo reforzar los lazos judíos de la ciudad, es retratado bajo una luz negativa por el artículo del Haaretz, pero la Ong de la izquierda Emek Save, se presenta a los lectores con una supuesta objetividad. Lo que ocurre es que en el 2015 Emek Save publicó un informe que tenía unas similitudes sorprendentes con el artículo del Haaretz. El informe se llamaba "Excavaciones en Jerusalén: la excavación de túneles, canales y espacios subterráneos en la histórica cuenca".

De acuerdo con Emek Save, el informe pretendía arrojar luz sobre "los esfuerzos israelíes por socavar la propiedad palestina [de esas zonas]". Estoy seguro de que la pieza Haaretz pretende ratificar ese informe. Por otra parte, el hecho de que Emek Save publicara un gran anuncio ese día en el Haaretz me pareció el colmo.

El artículo del Haaretz incluía un mapa de las excavaciones, en su mayor parte desde hace décadas, y que en algunos casos se han llevado a cabo dentro de mezquitas y monasterios cristianos. Es triste ver hacia donde dirigían sus insinuaciones ¿Por qué utilizar un lenguaje amargo y divisoria para discutir o comentar un tema interesante?

Por cierto, los túneles que nuestros enemigos excavan desde la Franja de Gaza se supone que deben servir para protagonizar un salto cualitativo en la violencia en contra de Israel. Las excavaciones de aquí, en Jerusalén, son ante todo una empresa arqueológica y un esfuerzo científico que sirve a la industria del turismo y la economía. Y a nivel diario, estas excavaciones proporcionan a Israel testimonios que apoyan su lucha por la verdad, esa que permite exponer la realidad de nuestra presencia y de nuestra historia en este lugar. El presidente palestino Mahmoud Abbas y otros han negado que los dos templos existieran alguna vez en lo alto del Monte del Templo, y desde luego les gustaría oscurecer esa realidad. Pero gracias a las excavaciones, la verdad ha sido expuesta para todas las naciones y organizaciones que quieran ver.

Haaretz tomó una buena historia, una historia muy interesante, pero bajo la forma en que la presentó a sus lectores reproducía la mentirosa e injuriosa narrativa palestina según la cual las excavaciones tienen una motivación política y forman parte de un complot israelí.

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