Sunday, May 08, 2016

Uno de los principales asesores de la Casa Blanca relata como el acuerdo con Irán fue un engaño y que se buscó incluso con Ahmadinejad - Erez Linn - Israel Hayom



En el período previo al acuerdo nuclear alcanzado entre Irán y seis potencias mundiales en julio pasado, el presidente estadounidense Barack Obama trató de venderlo como una oportunidad histórica. Su argumento era simple: un presidente "moderado", Hassan Rouhani, había tomado el poder en Teherán y estaba tratando de abrir una nueva relación con Occidente.

Pero resulta que como muchos sospechaban, la administración Obama ha vendido una falsa narrativa. Un artículo del New York Times Magazine publicado el jueves revelaba que la administración Obama intencionadamente distorsionó la verdad para ocultar el hecho de que Obama ya había querido un acuerdo con Irán cuando gobernaba el extremista y negador del Holocausto, Mahmoud Ahmadinejad. Y esta campaña de engaño fue dirigida por el asesor adjunto de seguridad nacional de Obama para comunicaciones estratégicas, Ben Rhodes.

Esta revelación fue hecha por el propio Ben Rhodes en el artículo del New York Times Magazine, un artículo donde se perfilaba su figura. Denominando a Ben Rhodes, de 38 años de edad, el "niño maravilla de la Casa Blanca de Obama" y el "gurú de la política exterior de Obama", el artículo comentaba que Rhodes había logrado una "fusión mental" con Obama y ayudó al presidente a " ejecutar un cambio radical en la política exterior de América". Esto a pesar del hecho de que, como afirmaba el artículo, Rhodes "tenía una gran falta de experiencia sobre el mundo real convencional, esa que normalmente precede a cargos de responsabilidad para el destino de las naciones - como el servicio militar o diplomático, o incluso un título de maestría en relaciones internacionales -, poseyendo únicamente una maestría en escritura creativa, algo que sigue siendo sorprendente".

Rhodes admitió al autor del artículo David Samuels que la administración Obama había creado una "caja de resonancia" en los medias para promover el acuerdo con Irán, con la prensa "diciendo las cosas que les habíamos dicho que dijeran".

"En ausencia de un discurso racional, vamos a discurrir como vender nuestro mensaje fuera", comentó Rhodes. "Tuvimos unidades de prueba para saber quién iba a ser capaz de transmitir nuestro mensaje de manera efectiva, y cómo utilizar grupos y organizaciones externas para vender nuestros proyectos, como el Acuerdo con Irán y cualquier otra cosa. Así sabíamos las tácticas que funcionaban".

En cuanto a los oponentes al acuerdo con Irán, "les volvimos locos", señaló Rhodes.

Según el artículo, los funcionarios del Departamento de Estado de los Estados Unidos finalizaron su propuesta de acuerdo interino con Irán (que se convirtió en la base para el acuerdo final) en marzo de 2013, varios meses antes de que Rouhani fuera elegido presidente. No sólo eso, las conversaciones con los iraníes comenzaron en Omán en julio de 2012.

Después de la elección de Rouhani en el verano de 2013, vender "la idea de que había una nueva realidad en Irán fue políticamente muy útil para la administración Obama", dice el artículo. Rhodes, sin embargo, reconoció ser escéptico acerca de cuan "moderados" eran en realidad Rouhani y el canciller de Irán, Mohammad Javad Zarif. "Sí, yo preferiría que fuera verdad que tanto Rouhani como Zarif fueran verdaderos reformadores que dirigían su país en la dirección que creíamos que podía interesarnos, porque su pueblo es educado y, en algunos aspectos, pro-estadounidense", dijo Rhodes. "Pero no estábamos apostando a eso".

Rhodes describe la facilidad con que la Casa Blanca manipuló a la prensa, diciendo que "todos estos periódicos solían tener oficinas en el exterior, pero ahora nos llaman para que les expliquemos lo que está sucediendo en Moscú y El Cairo. La mayor parte de los puntos de vista sobre los acontecimientos mundiales proceden del mismo Washington. El reportero media tiene unos 27 años de edad y su única experiencia consiste en seguir las campañas políticas. Eso es un cambio radical. Literalmente estos reporteros no saben nada".

En cuanto al enfoque de la política exterior de la administración Obama, Rhodes comentó: "Nosotros no tenemos que seguir los ciclos de conflicto si podemos encontrar otras maneras de resolver estas cuestiones. Podemos hacer cosas que desafían el pensamiento convencional.  Ya sabes, al AIPAC no le gusta esto, o al gobierno israelí no le gusta aquello, o a los países del Golfo no les gusta eso otro. Se trata de la posibilidad de mejorar nuestras relaciones con los adversarios. Es la no proliferación. Son todos estos hilos de los que el presidente ha estado tirando, y quiero decir que no en el sentido de la prensa. Durante casi una década, todo eso ha convergido en torno a Irán".

El artículo dice: "Al eliminar las quejas sobre el programa nuclear de Irán, la administración Obama esperaba eliminar una fuente de tensión estructural entre ambos países, lo que crearía un espacio para que América se desenredara del sistema establecido de alianzas con países como Arabia Saudita, Egipto, Israel y Turquía. Con un movimiento audaz, la administración Obama comenzaba con eficacia el proceso de desconexión a gran escala del Oriente Medio".

Leon Panetta, que sirvió cierto tiempo con Obama como jefe de la CIA y como Secretario de Defensa también fue entrevistado para el artículo. Panetta dijo que no había ninguna división "significativa" entre la "línea dura" y el campo "moderado" en Irán. "No había muchas dudas de que la Fuerza al Quds y el líder supremo dominaban a ese país con un brazo poderoso, y no había mucha duda de que las visiones opuestas no podrían ganar ninguna tracción", dijo Panetta.

Panetta señaló que como Secretario de Defensa una de sus principales tareas fue evitar que Israel lanzara un ataque preventivo contra las instalaciones nucleares de Irán. Según Panetta, "tanto el primer ministro Benjamin Netanyahu como el entonces ministro de Defensa, Ehud Barack estaban interesados ​​en su respuesta a la pregunta: ¿Será serio Obama ante la amenaza nuclear iraní? Y sabes, mi respuesta tras hablar con el presidente fue: Si hemos llegado hasta el punto de tener evidencias de que estaban desarrollando un arma atómica, creo que el presidente será serio a la hora de no permitir que eso suceda".

A Panetta se le preguntó entonces si él ahora haría la misma evaluación. "Probablemente no", respondió.

El artículo del The New York Times Magazine provocó una reacción muy negativa por parte de los medios de comunicación y de personalidades políticas, con muchos de ellos calificando en términos despectivos a Rhodes, algunos tildándolo de "mentiroso".

El columnista del New York Post John Podhoretz escribió: "Felicidades, felicito a la prensa liberal de Washington y a los grupos y organizaciones de élite: Se han comportado y les han tratado como a un grupo de novatos. Y todos lo sabemos porque la Casa Blanca de Obama nos lo ha dicho".

El asambleísta demócrata de Brooklyn, Dov Hikind, comento: "Esto es una absoluta vergüenza y una farsa. No sólo los iraníes se han reído de nosotros, sino que nuestro propio gobierno lo ha estado haciendo".

El congresista republicano Peter King de Nueva York llamó al acuerdo con Irán un "engaño al pueblo estadounidense". "Obama estaba tan concentrado en conseguir este acuerdo con Irán", dijo King, "que se lo vendió al pueblo estadounidense, y que es lo que el gobierno iraní quería. La administración estaba fuera de control".

Preguntado el viernes sobre el artículo del New York Times Magazine, el portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest rechazó las afirmaciones de que la administración Obama hubiera distorsionado la verdad sobre el acuerdo de Irán, diciendo: "Reconozco que puede haber algunas personas que estén decepcionados por no haber logrado hacer sucumbir el acuerdo con Irán, y tal vez estas afirmaciones sin fundamento son el resultado de esas uvas amargas"

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